Pero quedará en Luis de Guindos.
Gallardón y La Caixa, principales apoyos de Rodrigo Rato para Caja Madrid Caja Madrid, La Caixa, Alberto Ruiz-Gallardón, Ignacio González, Rodrigo Rato
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, Rodrigo Rato, Mariano Rajoy (i), Alberto Ruiz Gallardón, Ignacio González (2i) y Manuel Cobo (2d). Efe
@Jesús Cacho - 23/10/2009 06:00h
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El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, está jugando a fondo la carta de Rodrigo Rato para ocupar la presidencia de Caja Madrid, decidido a impedir que el vicepresidente del Gobierno madrileño, Ignacio González, se haga con el cargo. Gallardón es el principal valedor de Rato ante el siempre indeciso Mariano Rajoy. El otro apoyo es La Caixa, en funciones de lobby en los medios económico financieros de la capital.
A día de hoy y con el proceso electoral en la entidad paralizado por la judicialización del caso emprendida por el Ayuntamiento madrileño, Nacho González tiene todas las papeletas para convertirse en presidente de la Caja con el apoyo de los firmantes del pacto de estabilidad suscrito en Julio pasado: el PSM que preside Tomás Gómez, más Izquierda Unida, UGT y CC.OO de banca. En tanto en cuanto el socialista Gómez se mantenga fiel al mismo, difícilmente PP y PSOE a nivel nacional podrán impedir el ascenso a los cielos de González.
Una perspectiva que Gallardón se resiste a aceptar con todas sus fuerzas. Las maniobras del alcalde se multiplican estos días. Una de las últimas ha consistido en filtrar un episodio supuestamente ocurrido el 2 de octubre, en Copenhague, con motivo de la elección de la sede olímpica para 2016. En ese ambiente un tanto insólito, Rajoy habría comunicado a Esperanza Aguirre en el curso de un desayuno a dos que el candidato del Partido Popular tenía que ser Rodrigo Rato.
Según la misma filtración, Rajoy ya habría consultado el asunto con el propio Rato, quien lógicamente se habría mostrado muy de acuerdo, como todo el mundo en España sabe. Fuentes de toda solvencia consultadas por este diario en el entorno de la comunidad han negado en redondo que esa conversación tuviera lugar en Copenhague o en cualquier otro lugar. Otras fuentes igualmente solventes en la sede de Génova reconocen que nadie ha oído a Rajoy pronunciar un solo nombre en torno a Caja Madrid. “A Mariano le gustan todos”.
El otro apoyo de Rato en la carrera de Caja Madrid es La Caixa, que desde hace meses viene realizando sutiles manifestaciones de apoyo, tanto en medios económicos como políticos, en favor del antiguo ex ministro de Economía con los Gobiernos Aznar, que ahora mismo es empleado de la entidad como presidente del consejo asesor de Criteria Caixa Corp. El interés de La Caixa por colocar a Rato en Caja Madrid es un secreto a voces. Las razones son varias, la más presentable de las cuales alude a la conveniencia de contar al frente de entidad madrileña con alguien con un “buen nivel de interlocución” con la propia Caixa.
Pero frente a la discreción de una Caixa que en modo alguno quiere dejarse una sola pluma en esa gatera, Gallardón se muestra activo en extremo. Ayer mismo tomó una decisión de alto riesgo al asegurar que debe ser la dirección del PP nacional la que elija al presidente de la Caja Madrid, lo que forzó la réplica al “ilustre jurista” de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, según la cual “cualquier interferencia política significaría actuar de modo ilegal”.
Una nueva trampa para Mariano Rajoy
La iniciativa del alcalde lleva trampa incorporada para Mariano Rajoy: reclamando que sea el presidente del partido quien nomine al futuro presidente de la Caja y asegurando a continuación que su candidato –el de Gallardón- es Rodrigo Rato, consigue de nuevo colocar a Rajoy en una posición delicada: quedará mal tanto si no lo hace, como si lo hace pero el elegido no es Rato.
Todos parecen olvidar dentro del PP que ese partido no tiene mayoría (ocho votos –cuatro de la Comunidad y cuatro del Ayuntamiento- de un total de 21) dentro del Consejo de la Caja para elegir presidente, y que por tanto necesitará de algún tipo de alianzas para imponer a cualquiera que sea su candidato. Lo primero: saber qué decisión adoptará la titular del juzgado de primera instancia nº 60 de Madrid cuando el próximo 2 de noviembre termine el plazo de alegaciones al auto de suspensión cautelar del proceso electoral en la Caja, consecuencia de la impugnación presentada por el Ayuntamiento.
Como el alcalde no piensa levantar ese recurso (contra el reparto realizado por la comisión electoral de la entidad respecto de los 64 consejeros cedidos por la Casa Real) bajo ninguna circunstancia, el proceso entero podría demorarse año y medio, dependiendo de que la jueza optara por admitir a trámite la demanda del Ayuntamiento manteniendo al tiempo las cautelares. Año y medio durante el cual Miguel Blesa seguiría la frente de Caja Madrid, con un PP a la greña.
En la polémica de Caja Madrid terció también ayer la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía. Una Elena Salgado muy debilitada tras el debate en el Congreso sobre los PGE defendió que “el Gobierno no está en la pelea por el control de Caja Madrid. El Ejecutivo "ni veta ni sugiere" a los posibles aspirantes, aunque sí le gustaría que el futuro presidente de la cuarta entidad financiera española fuera “una persona con experiencia en el sector financiero”.
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