No ha habido sorpresas. La economía estadounidense creció en el tercer trimestre tal y como se esperaba aunque no lo suficiente como para reducir el desempleo.
Los expertos creen que se necesitan nuevos paquetes de estímulo
De julio a septiembre, el PIB creció un 2 %, tres décimas más que en el trimetre anterior, pero todavía muy por debajo del casi 4 % que creció en el primer trimetre.
Según los expertos, el principal obstáculo que impide crecer a la economía estadounidense, es la lenta recuperación del mercado inmobiliario. Sin un nuevo paquete de estímulos, las inversiones en el sector seguirán reduciéndose. El desempleo continúa siendo elevado y la deuda de las familias no favorecen el ahorro.
Otra espina de la economía es el déficit comercial. Las importaciones siguen creciendo a un ritmo superior al de las exportaciones, aunque las cifras del tercer trimestre muestran una ligera mejora con respecto al trimeste anterior.
El consumo de las familias estadounidenses también se reanima tras superar las expectativas de los expertos, hasta un 2,6 %, el mayor crecimiento desde que comenzó la crisis.
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