Excepciones Cajeras....
La Caixa, un grupo que tiene capital para soportar un banco malo
30.01.2011 M. Martínez 6
La Caixa ha puesto sobre la mesa un nuevo enfoque para avanzar en la digestión de los excesos inmobiliarios: la creación del primer banco malo en España. El grupo ha segregado su balance en dos. Su negocio principal y el más sano se ha transferido a un banco cotizado (CaixaBank), mientras que los activos de peor calidad se han arrinconado en una estructura independiente.
Ésta engloba, entre otros, la filial inmobiliaria Servihabitat, participaciones en empresas del sector de la absorbida Caixa Girona, y las acciones en Metrovacesa y Colonial.
También se ha incluido tesorería suficiente para suscribir un aumento de capital de 1.000 millones de euros en Servihabitat, que podría engrosar aún más su cartera de inmuebles. Los términos de la operación contemplan que el banco malo se quedará con los inmuebles adjudicados o adquiridos que La Caixa reciba en el próximo mes. A partir de ese momento, las viviendas y suelo adjudicado se integrarán en una gestora de inmuebles de nueva creación, que ya quedará bajo el paraguas de CaixaBank.
La segregación de los activos mejorará la imagen y el perfil de riesgo del nuevo banco, lo que aumentará su atractivo para futuros inversores y abrirá una vía directa de capitalización. CaixaBank, además, no tendrá que realizar más provisiones por el deterioro de los inmuebles y se ahorrará el elevado coste en solvencia de los activos adjudicados (consumen tanto capital como los créditos morosos).
Estas exigencias, sin embargo, no se esfuman. Ahora tendrá que asumirlas La Caixa, la cabecera de CaixaBank, con solvencia suficiente para poder sostener el banco malo. En el sector coinciden en que ésta es precisamente la clave para que el esquema del banco malo pueda ser replicado por otras entidades.
El grupo presidido por Isidro Fainé tenía una ficha bancaria (Microbank) y un vehículo cotizado (Criteria), un doble punto de partida que ha dado agilidad a la operación. Pero ante todo, La Caixa tiene capital suficiente para atender la manutención de los activos que no son rentables.
La entidad que quiera seguir este camino debería tener un banco cotizado (Bancaja tiene, por ejemplo, Banco de Valencia, pero sólo controla un 38%, lo que haría más compleja la operación), pero, en primer lugar, capital suficiente. Éste podría llegar del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob).
Velocidad
La incógnita es si este proceso dilatará en el tiempo la digestión inmobiliaria. La Caixa justifica la segregación de activos por “la necesidad de reducir la exposición de Microbank (ficha bancaria origen de CaixaBank) al sector inmobiliario y por tener su gestión como referencia un horizonte temporal diferente del que exigiría su gestión por Microbank”, señala el acuerdo. Se asume, por tanto, que el grupo mantendrá los activos hasta que el mercado inmobiliario se recupere y puedan venderse sin pérdidas. Un escenario al que, de momento, nadie sabe ponerle fecha.
Oficinas en El Cairo y Singapur
La caja de ahorros abrirá durante este año oficinas de representación en El Cairo, la capital egipicia, y en Singapur. Estas oficinas se sumarán a las trece que la entidad de ahorro tiene fuera de España, repartidas entre Reino Unido, China (2), Francia, Italia, Alemania (2), Turquía, India, Marruecos, Polonia, Rumanía y Dubai.
Al cierre de 2010, la caja disponía, en total, de una red de 5.409 sucursales, de las que 5.396 se encuentran en territorio español. Catalunya sigue siendo la comunidad con una estructura comercial más tupida, integrada por 1.851 oficinas. En Baleares, que forma también parte del territorio histórico de la caja, cuenta con 246 sucursales.
Otras comunidades con fuerte presencia son Madrid (724 oficinas), Andalucía (656), Comunidad Valenciana (464) y Castilla y León (264).
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