La CNE alerta de la generación de un déficit de tarifa
El uso de los almacenamientos de gas sale casi gratis a las empresas
El resultado de la última subasta para asignar la capacidad de almacenamiento subterráneo de gas natural a las 21 comercializadoras del mercado no cubre ni un 20% del coste del canon por su uso. Industria fijó un precio inicial negativo para lograr que las empresas llenen los almacenes y se pueda garantizar así el suministro.
Carmen Monforte - Madrid - 04/05/2011
El pasado 29 de marzo, Omel celebró una nueva subasta anual para la asignación de la capacidad de almacenamiento subterráneo de gas, a la que acuden la veintena de comercializadoras que existen en España, tanto las que suministran con tarifa como las que están en el mercado libre.
Las compañías están obligadas a mantener las reservas estratégicas a las que están obligadas por ley (el equivalente a 20 días del consumo interno, aunque solo 10 días en las instalaciones subterráneas) y que se prorratean en función de su volumen de ventas. También pueden guardar en ellos el gas para su comercialización durante los meses de invierno.
En la última puja se ha dado la circunstancia de que el precio de salida ha sido de -4.932 euros/GWh. Un importe que coincide exactamente con el canon (o peaje) que deben pagar las empresas para acceder a las instalaciones del sistema (en este caso, a los almacenes subterráneos), según la orden ministerial del 28 de diciembre.
De esta manera, según denuncia en un informe la Comisión Nacional de la Energía (CNE), "a efectos prácticos, el precio de salida (la suma del precio de la subasta y el término fijo de canon de los almacenamientos subterráneos) fue de cero euros". Como el precio final fue de -1.400 euros, las empresas solo han pagado 830 euros GWh, por lo que no han costeado ni de lejos el peaje. De hecho, al ser una tarifa regulada, esta diferencia está generando los primeros déficit en el sistema gasístico, según las liquidaciones realizadas por el regulador.
La CNE viene sosteniendo desde hace años que las subastas deben partir "con un precio mínimo de salida de cero euros GWh, para que no suponga una reasignación de cánones ... y nunca inferior al peaje".
El precio negativo de salida lo fija el Ministerio de Industria y, según fuentes próximas a este departamento, con él pretende incentivar a las empresas para que utilicen y llenen los almacenes y garantizar así el suministro. En otras palabras, su objetivo "es que se llenen a cualquier precio".
Aun con todo, en la subasta celebrada el pasado 29 de marzo, frente a la celebrada en 2010, se asignaron unos 1.500 GWh menos de capacidad de la subastada (en total, 7.397 euros GWh).
Por su parte, fuentes de las comercializadoras explican que "solo se subasta la capacidad sobrante, una vez almacenado el gas destinado a reservas estratégicas, y si el precio de partida no fuese negativo, no te merecería la pena guardarlo, sino que lo comprarías y venderías directamente". En otra empresa añaden que, "como hay tanto gas en el mercado, la diferencia de precio entre el verano y el invierno es tal, que no compensa guardarlo, sino comprarlo a partir de octubre".
Otras fuentes del sector creen que "si no se obliga a las empresas a tener reservas sencilla y llanamente no las tendrán". Y, subrayan, "de nada servirá que se esté ampliando la capacidad con los nuevos proyectos", como los nuevos almacenes subterráneos que construye Enagás: los de Yela, Marismas y Castor, que entrarán en funcionamiento el próximo año.
Respecto al sistema de subastas, el regulador energético recuerda que en la que se celebró el año pasado, el precio mínimo de salida fue de -1.000 euros GWh, por lo que siendo el canon el mismo que este año (los citados 4.932 euros), las adjudicatarias pagaron en total de 3.932 euros GWh, frente al "descuento" de más del 80% que han recibido en este ejercicio.
Según recuerda la CNE, el sistema por el que se retribuyen a las actividades reguladas del sector del gas (que incluye a los almacenamientos subterráneos) garantiza la recuperación de los costes y la rentabilidad que reconoce la ley. Por tanto, "los peajes y cánones han de ser suficientes" para evitar que se produzca también un déficit de estas tarifas.
Aumentar los días obligatorios de reservas
Tanto el regulador energético como fuentes próximas al gestor del sistema, Enagás, y del propio Gobierno consideran que lo que está ocurriendo se debe a la flexibilidad de la norma sobre reservas estratégicas, que solo obliga a tener guardadas el equivalente a 20 días de consumo en España. Con la antigua Ley de Hidrocarburos, con un consumo mucho menor, esa obligación era de 35 días, e incluso se podía llegar a 60 en situaciones excepcionales.
Además, de los citados 20 días, solo 10 deben estar almacenados en instalaciones subterráneas; ocho días en estos mismos almacenes pero a partir de octubre para las ventas de invierno (que las empresas pueden sacar) y otros dos días en otros lugares (depósitos o los propios gasoductos).
Siendo España uno de los países con menor capacidad de almacenamiento de gas de Europa (solo un 5% de la demanda, frente al 16% de otros países) de nada servirán los proyectos para reforzar la capacidad que tiene en marcha Enagás: tres (los almacenes de Castor, Yela y Marismas) entrarán en funcionamiento el próximo año y un cuarto (la ampliación de Gaviota, que pasó hace poco a manos del gestor del sistema) está en estudio.
Con el actual sistema de subastas, creado para incentivar la competencia para acceder a estas instalaciones, y dada la crisis de demanda, tal como alegan las empresas, no se logra asignar toda la capacidad actual. Sea como fuere, la subasta no ha resultado un factor competitivo y Enagás considera que hay que aumentar las reservas para que se pueda garantizar el suministro en situaciones de riesgo no descartables.
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