lunes, 29 de agosto de 2011
Los burbujístas se la pegan....
De nuevo...
Bañuelos revive en Brasil la pesadilla de Astroc: sus firmas se hunden en bolsa
Javier Romera
7:45 - 29/08/2011
El hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Y sino, que se lo pregunten a Enrique Bañuelos, el empresario valenciano convertido con el inicio de la crisis en el máximo exponente español del estallido de la burbuja inmobiliaria.
A pesar del rápido crecimiento que está experimentando ahora en Brasil a base de compras y fusiones, sus empresas se están desplomando en el mercado, como ya sucediera aquí con Astroc hace cuatro años.
Tanto PDG Realty -primer grupo inmobiliario del país-, como Brasil Ecodiesel -líder en la producción de biocombustibles- han perdido desde los máximos alcanzados en 2010 la mitad de su valor, provocando que Bañuelos, accionista de referencia de ambas, sufra así importantes minusvalías.
Es cierto que en lo que llevamos de año el índice brasileño Bovespa ha caído también un 22 por ciento. Pero es que durante ese mismo periodo, PDG ha caído un 35 por ciento y Brasil Ecodiesel se ha dejado casi un 40 por ciento.
Precedentes
Es lo mismo que le pasó en España. Cuando en mayo de 2006 sacó a bolsa un 25 por ciento de Astroc era prácticamente un desconocido. Pero los títulos, que empezaron a cotizar a 6,4 euros, se dispararon en febrero de 2007 hasta los 70 euros y Bañuelos se convertía así en la tercera fortuna de España, con un patrimonio según la revista Forbes de 5.800 millones de euros. Su problema es que igual que lo ganó, lo perdió.
La acción se hundió hasta menos de 2 euros, Bañuelos tuvo que abandonar el barco y, aunque la Audiencia Nacional le exculpó de administración desleal y de maquinación para alterar el precio de las acciones, se quedó prácticamente sin nada.
Hasta que partió otra vez de cero en Brasil, donde la historia ahora vuelve a repetirse. PDG Realty está bajo el control de Bañuelos desde mayo de 2010, cuando fusionó su inmobiliaria Agre con su competidora PDG Realty y se hizo con el 6 por ciento de la nueva compañía, que vale ahora en bolsa 3.210 millones.
En noviembre del año pasado la acción alcanzó máximos a 11,3 reales, pero desde entonces no ha parado de caer y ahora está en 6,6 reales. Y eso a pesar de que, según coinciden todos los expertos, con un Mundial de Fútbol y unos Juegos Olímpicos por delante, es poco probable que Brasil, donde la demanda sigue siendo además muy fuerte, sufra un estallido de la burbuja inmobiliaria similar al que ocurrió en España.
De hecho, y pese a la mala marcha en bolsa, PDG Realty sigue creciendo a pasos agigantados. La empresa obtuvo un beneficio neto de 875,3 millones de reales brasileños (unos 375 millones de euros) en 2010, lo que supone un incremento del 60 por ciento respecto a un año antes, según informó la empresa. Los ingresos crecieron también un 60 por ciento, hasta sumar 5.805,4 millones de reales (unos 2.500 millones de euros).
Por su parte, Brasil Ecodiesel vale ahora en bolsa unos 284 millones. Bañuelos tomó un tercio del capital en octubre de 2010. Pocas semanas después la acción se disparaba hasta 1,25 reales, para caer desde entonces hasta 0,6. El pasado 8 de agosto llegó a tocar mínimo a 0,5. En este caso, al contrario de lo que ocurre con PDG, la empresa además está en pérdidas.
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