Merkel accede a que el BCE compre deuda de forma masiva, según la prensa alemana
El nuevo pacto de estabilidad del euro que
negocian Berlín y París allanará el camino para que el Banco Central
Europeo (BCE) compre deuda de forma masiva, algo a lo que hasta ahora se
había negado la canciller alemana, Angela Merkel. Así lo publica hoy el
diario alemán "Die Welt am Sonntag". El diario, que cita fuentes
gubernamentales, amplía las informaciones al respecto publicadas el
sábado por el rotativo germano "Bild".
Los suscriptores del nuevo pacto, que sería un acuerdo entre países
individuales y no un tratado que los Veintisiete tendrían que ratificar,
obligaría a un estricto control de los déficit nacionales y sancionaría
una supervisión presupuestaria supranacional. "Así demostrarán su
determinación para atajar el problema de la deuda rápida y
comprensivamente", señala la publicación.A cambio, los firmantes contarían con la ayuda permanente del BCE que, manteniendo su independencia pero dispuesto a apoyar a los países comprometidos con la consolidación fiscal, actuaría de forma contundente en los mercados de deuda para mantener bajos los tipos de interés de sus bonos soberanos.
"Después de estas medidas (de ajuste), debería haber una mayoría dentro del BCE lista para realizar intervenciones más contundentes en los mercados de capital", señaló al periódico una fuente del Gobierno alemán.
Al parecer, la autoridad monetaria europea ya ha sido sondeada sobre su posición con respecto a este nuevo pacto que negocian en secreto los Gobiernos de Francia y Alemania y que, pese a la difusión en medios germanos, no ha sido confirmado oficialmente.
En este sentido, un miembro del BCE sin identificar agregó al "Die Welt am Sonntag" que "si los políticos tienen problemas mientras realizan un paso verdaderamente comprensivo, entonces el BCE entrará en juego y ayudará".
Berlín y París podrían empezar a difundir los detalles del nuevo pacto -que crearía un "club de los supereuropeos" o una "coalición de los ahorradores", según el periódico alemán- la semana que viene y desvelarlo al completo en la cumbre de líderes de la UE del próximo 9 de diciembre en Bruselas.
Las razones de Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para promover este nuevo acuerdo -que de alguna forma puentea a la Comisión Europea (CE)- son la necesidad de actuar con rapidez y la de evitar los bloqueos de países particulares.
Las fuentes consultadas por el rotativo alemán señalaron que una reforma de los tratados europeos tardaría al menos un año en entrar en vigor, cuando esta nueva vía podría estar lista para enero o febrero de 2012.
Si este pacto de estabilidad se tramitase por la vía comunitaria en lugar de como acuerdo entre países podría embarrancar con que uno de los Veintisiete -aunque no esté en la Unión Económica y Monetaria (UEM)- se negase a ratificarlo.
"Alemania y Francia no están dispuestas a esperar a una unanimidad de todos los países de la UE", apunta la publicación, que recuerda el nerviosismo instalado en los mercados y los crecientes problemas de países como España e Italia, pero también Francia y Alemania, para colocar sus bonos.
Además, con este paso se pueden anular las reticencias de algunos países a comprometerse más efectivamente con la consolidación fiscal y con la integración fiscal europea, una necesidad según Merkel y Sarkozy. Entre los países que hasta el momento se han mostrado más críticos con la posibilidad de una mayor cohesión fiscal en la UE destaca el Reino Unido.
La canciller alemana parece haber dado su brazo a torcer con respecto al papel del BCE debido al incremento de la presión del resto de socios de la eurozona y de otros países como el Reino Unido y Estados Unidos, y a su oposición a la otra posible salida a la crisis: los eurobonos.
El fondo de rescate europeo sólo podrá disponer de entre 500.000 y 750.000 millones
El Fondo de rescate europeo no podrá disponer de más de un billón de euros, como se previó anteriormente, sino solo de entre 500.000 y 750.000 millones de euros, informó hoy el semanario alemán "Der Spiegel".
La publicación explicó que la fórmula de apalancamiento promocionada desde la Unión Europea (UE) para multiplicar el impacto de los 250.000 millones de euros de los fondos aportados por los Veintisiete, no ha conseguido despertar el interés de los inversores extranjeros, especialmente en Asia.
Así, si las autoridades comunitarias esperaban en un principio multiplicar por cuatro o cinco los recursos disponibles del Fondo Europeo de Estabilización Presupuestaria (FEEF), ahora se contentarían con doblar o triplicar la aportación de los miembros de la UE.
El responsable del FEEF, Klaus Regling, explicará esta cuestión en la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE de la próxima semana en Bruselas, algo que echa por tierra las esperanzas de que el fondo de rescate fuese uno de los resortes más potentes para atajar la crisis de la deuda.
Para evitar el "fracaso" del FEEF, argumenta la revista, si no se puede tener un mayor apalancamiento -porque los potenciales inversores lo perciben como demasiado arriesgado-, la única opción disponible es aumentar el capital inicial propio.
Este incremento implicaría nuevas aportaciones de los Estados miembros de la UE, algo que la canciller alemana, Angela Merkel, entre otros líderes europeos, ya ha descartado por la sobrecarga que supone para las cuentas públicas.
El pasado octubre los líderes de la UE acordaron en una cumbre extraordinaria en Bruselas reforzar el papel del FEEF e incrementar su capacidad de actuación mediante la técnica del apalancamiento, ya que si no el fondo no podría servir para eventuales rescates a grandes economías como Italia o España. Esta estrategia financiera permite reducir el capital propio que es necesario aportar para realizar una gran operación, pero implica mayores riesgos.
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