Irán en el punto de mira
Esta semana se hará público en Viena un informe del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) sobre los planes nucleares de Irán y la virtual preparación de armamento nuclear por parte de Teherán. Al mismo tiempo, se han desatado rumores de que Estados Unidos y el Reino Unido podrían estar preparando un ataque con misiles a las infraestructuras nucleares iraníes, mientras que el Gobierno de Israel sostiene la urgencia de esta acción e incluso que su ejército estaría en condiciones de realizarla en solitario.
De nuevo, el ruido de sables contra Irán vuelve a tener eco en el espacio mediático global. El Gobierno de Ahmadineyad ha hecho muchos progresos en la carrera nuclear y habría conseguido recuperarse del ciberataque lanzado el año pasado contra sus instalaciones y con el que se saboteó buena parte de las centrifugadoras de enriquecimiento de uranio. Dichas fuentes afirman que Teherán ha trasladado sus centrifugadoras más eficientes a la base militar de Qom, excavada en una montaña y fuera del alcance de los misiles occidentales. Asimismo, el pasado septiembre se conectó al sistema eléctrico iraní la primera central nuclear, la de Busher, construida con técnicos rusos. El director general del OIEA, el japonés Yukiya Amano, mucho más expeditivo que su antecesor, el egipcio Al Baradei, ha dicho recientemente: "Estamos cada vez más preocupados ante la posible existencia de actividades no reveladas, actuales o pasadas, sobre investigaciones nucleares de organizaciones vinculadas al ejército, como el desarrollo de la carga nuclear para un misil, y sobre las que seguimos recibiendo información".
Obama y Cameron han acordado incrementar la presión sobre Teherán, sin descartar la vía militar, que podría ser la próxima primavera, tras años y años de negociaciones que apenas han servido para frenar el programa nuclear iraní. El prestigioso diario británico The Guardian informaba la semana pasada de que Londres está estudiando las estrategias militares para llevar a cabo la misión. Mientras la OTAN descarta, por ahora, que vaya a emprender una acción contra las citadas instalaciones nucleares, el primer ministro israelí Netanyahu ha ordenado al ejército que ultime la preparación de este objetivo bélico. ¿Un globo sonda para amedrentar a Ahmadineyad o para distraer de la crisis económica y financiera occidental? ¿Un ardid israelí para aflojar la presión internacional para que reabra las negociaciones con los palestinos?
Lógicamente, Israel considera el desarrollo nuclear iraní una de sus mayores amenazas y un elemento desestabilizador de toda la región. Por su parte, las autoridades iraníes han advertido que un ataque a sus instalaciones nucleares tendría una respuesta "apocalíptica". Según un sondeo publicado anteayer por un diario de Tel Aviv, los israelíes estarían divididos ante este hipotético ataque. Un 41% estaría a favor de que su país atacase Irán, mientras que un 39% se muestra contrario y un 20% indeciso. Es evidente que una acción armada sobre Irán podría desencadenar un conflicto en la región de impredecibles consecuencias.
Aunque no está claro que Barack Obama decida emprender una nueva guerra antes de un año electoral, lo cierto es que el informe del OIEA y la reunión que celebrará esta agencia de la ONU los próximos días 17 y 18 pueden ser decisivos para descartar o potenciar la vía militar contra las instalaciones nucleares iraníes.
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