miércoles, 30 de noviembre de 2011

Últimas dudas....


¿Por qué no actúa el BCE? ´Los bomberos están dejando que la casa arda con sus habitantes dentro´






BMS
miércoles, 30 noviembre 2011, 11:15
Con unos mínimos conocimientos de historia cualquiera entenderá por qué el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, avanzaba con un “probablemente seré el primer ministro de Exteriores polaco en la historia en decir esto”, antes de hacer esta declaración: “Temo más la pasividad de Alemania que su poderío”. Evidentemente, Sikorski no se refería a ningún conflicto bélico entre ambos países, sino al papel que Alemania debe adoptar en esta crisis brutal y sin precedentes que está sufriendo la Zona Euro.

Alemania, como “locomotora de Europa”, creó el Banco Central Europeo (BCE) a imagen y semejanza de su Bundesbank, una entidad cuyo único y férreo mandato es controlar la temida inflación. En la primera frase de los estatutos de la entidad con sede en Frankfurt se lee “el objetivo primario es mantener la estabilidad de precios”.

A diferencia de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, el BCE no tiene ninguna obligación de impulsar el crecimiento económico, pero sí gestiona las únicas competencias capaces de frenar una crisis de este calibre para una economía: la política monetaria. Es decir, los países de la Zona Euro renunciaron a la opción de devaluar su moneda en favor de un BCE que, sin embargo, no les otorga ninguna alternativa a cambio. Bueno sí, imprimir más dinero, pero Alemania se niega en rotundo y, por cada negativa germana, una voz de analista, político o inversor pide una mayor implicación.

Pero, ¿por qué no actúa el BCE? Este fin de semana, The New York Times comparaba al BCE con unos bomberos que están dejando que la casa arda con sus habitantes dentro. Para gran parte del mercado su actitud es tan incomprensible que confían en que la entidad esté intentando poner presión sobre los políticos para asegurar que cumplen sus promesas. Pero como comentaba el rotativo neoyorquino, “otra posibilidad es que cuando el BCE dice ‘no’, quiere decir sencillamente ‘no’”. El ex ministro de Finanzas de Reino Unido, Norman Lamont declaraba a Bloomberg que parece que “Alemania prefiere dejar el Euro antes de doblegar a la integridad del BCE”.

Para Eric Chaney, economista jefe de la aseguradora AXA, “las cosas serían muy diferentes si hubiera riesgo de deflación (bajada prolongada de precios). En ese caso, habría una buena razón para comprar bonos o bajar los tipos de interés. Entonces, la estrategia se justificaría con la tan manida estabilidad de precios (el objetivo del BCE es que el IPC ronde el 2%) y no para salvar al país X o Y”.

Desde el Centro Europeo de Estudios de Política, su director, Daniel Gros, recuerda que el BCE se declara independiente de cualquier país de la Zona Euro, aunque no cabe duda de que sufre la influencia de Alemania. En cualquier caso, sus propios miembros, los 23 componentes del Consejo de Gobierno, defienden su férreo mandato, hasta los que proceden de países con problemas, como el español José Manuel González-Páramo. “Si el BCE no calcula bien, podría provocar la ruptura del Euro. Mario Draghi, actual presidente del BCE, parece tener conocimientos impresionantes de la dinámica del mercado. No en vano, tiene mucha experiencia (estuvo en Goldman Sachs antes de ser gobernador del Banco de Italia). Supongo que dispone de toda la información del mercado a tiempo real. ¿Qué nos queda si no confiar en él?”, se resigna Gros.

En el último editorial de Bloomberg sobre este tema, se insta al BCE a que junto con Alemania definan las reglas de “su” juego porque, poco importan los esfuerzos de los gobiernos, si el BCE no apoya el crecimiento y controla los costes de financiación. La cuestión es, por tanto, si los estados miembros pueden hacer algo para ganarse el respaldo del BCE. En Bloomberg también creen que la ausencia de señales por parte del BCE puede ser intencionada: una manera de mantener su poder e independencia. “Aunque es peligroso. En cualquier momento, los inversores pueden asumir lo peor y negarse a prestar al precio que sea a países, bancos u otras empresas. Creemos que el enfoque correcto pasaría por permitir que los gobiernos insolventes asuman una quiebra ordenada y que el BCE ponga al menos tres billones para asegurar la recapitalización de los bancos y garantizar el acceso a financiación de los países solventes a precios razonables. Y en ausencia de un bazuca (véase un BCE como prestamista de última instancia, una intervención masiva en el mercado de bonos, Eurobonos o ampliación hasta un billón de euros del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, EFSF), podría ofrecer al menos unas reglas del juego con un mandato más allá del control de la inflación. También podría ofrecer una definición de lo que significa ‘solvente’ (…) Si el requisito es una unión fiscal, necesitamos líderes en Europa que devuelvan la fe a los mercados. Si esto no funciona, esperamos que el BCE esté dispuesto a hacer lo que sea para que el Euro siga unido”.

Y es que si el BCE no actúa el juego se acaba. Así de tajante es Yiagos Alexopoulos, economista de Credit Suisse. “Una QE (quantitative easing o medidas de estímulo) europea reduciría la prima de los bonos, por lo que Alemania pagaría algo más por financiarse, e incurriría en su temida inflación, auque en realidad no habría ganadores. En cuanto a la periferia, los principales beneficiarios serían los países con bajos ratios de deuda sobre PIB. España se beneficiaría más que Italia o Bélgica”.

EUROPA A MEDIA MAÑANA

Las Bolsas europeas caen de media un 0.8% a estas horas, y los futuros americanos también cotizan con descensos del 0,4% aproximadamente, en una mañana en la que se cotiza la decepción por una reunión del Eurogrupo anoche que no consiguió elevar el EFSF a un billón de euros, y por la rebaja a 15 bancos de todo el mundo por parte de S&P. Técnicamente, los índices no han conseguido superar sus principales resistencias, que ayer rozaron. En el caso del Ibex35, los 8.200 puntos. De momento, nuestro analista técnico de Web Financial Group, José María Rodríguez, nos dice que estamos sólo ante un pull back.

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