Friedman: "Grecia va a tener que entrar en suspensión de pagos"

MADRIDAmaia Ormaetxea

Benjamin Friedman, catedrático William Joseph Maier de Economía Política de la Universidad de Harvard, cree que a Grecia no le va a quedar más remedio que entrar en situación de default o suspensión de pagos.

Friedman, que se encuentra de visita en España invitado por la Fundación Rafael del Pino, explica que el último plan de rescate aprobado por la Unión Europea para salvar la economía helena no va a solucionar los problemas de la zona euro.

"Grecia tiene una deuda enorme en comparación con el tamaño de su PIB; el problema es que si se reduce su deuda pero ello conlleva también una disminución del PIB, el problema no se va a solucionar de ninguna manera". Friedman también es pesimista en cuanto al plan de reformas aprobado por el Gobierno griego: "El programa de recortes no es realista, se supone que el sector público va a contar con 150.000 empleados menos en los próximos años; si eso finalmente se lleva a cabo, el efecto adverso será tremendo para una economía tan pequeña".

Para el economista norteamericano, el problema de fondo es sencillo: "Si los griegos reciben más dinero del que van a poder pagar, está claro que la gente que les deja el dinero habrá cometido un error".

Desde Harvard, se está siguiendo con interés la evolución de la crisis europea, aunque a Friedman no le gusta homogeneizar y menos, todavía, hablar de una crisis del Estado del Bienestar.

"La crisis no es del Estado del Bienestar, porque Suecia, Noruega o Alemania no están en crisis; yo lo veo más como una crisis de gestión interna de algunos países, Grecia es el ejemplo más evidente". En todo caso, no cree que los programas de austeridad que tanto Grecia como España o Italia están poniendo en marcha vayan a ser la panacea.

"El crecimiento es fundamental porque si el PIB no crece el reto de reducir la deuda se antoja complicado; muchos planes de austeridad, como el griego, no solo no buscan el crecimiento económico sino que, además, abocan a la economía hacia una recesión".

En cuanto a España, el prestigioso economista no quiere entrar en valorar las medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy para atajar la crisis, aunque asegura que el principal problema de la economía española es la alta tasa de desempleo, "muy cercana a las cifras que tuvimos en Estados Unidos durante la Gran Depresión". Friedman no habla de recetas aunque sí aporta su diagnóstico en cuanto a la situación española que, en su opinión, ha derivado del boom de la construcción y de la numerosa mano de obra inmigrante de baja cualificación que llegó a España para trabajar en ese sector.