Fusiones: ahora o nunca
José Ignacio Atance
La reforma del sistema financiero que el Gobierno aprobó hace seis semanas ha reavivado una cuestión que siempre se ha cerrado en falso: la reestructuración del mapa bancario español. Desde 2009, cuando comenzó a hablarse de los SIP, muchos sostuvimos que estábamos ante una huida hacia adelante y que la solución definitiva no se alcanzaría hasta que se afrontaran de verdad, y de forma conjunta, los problemas del sector.
La citada reforma parece ir por ese camino. Los nuevos criterios de solvencia, así como la posibilidad de diferir su cumplimiento en caso de estar inmerso en una fusión, han hecho que muchas entidades se hayan lanzado de nuevo a la carrera, en algunos casos para ganar tamaño o aprovechar oportunidades comerciales, y, en otros, simplemente, para sobrevivir.
Queda todavía mucho camino por recorrer. Siendo sinceros, ni siquiera hay ninguna seguridad de que ésta sea la última ronda. Si tenemos en cuenta que fusiones como Bankia o NGB, que se consideraban definitivas, hoy están en el ojo del huracán, es probable que hasta finales de 2013 no tengamos una foto estable. No obstante, y éste es el objetivo de esta colaboración, sí que es razonable hacer una estimación de cual podría ser el roadmap en los próximos meses.
Una aclaración previa. De los algo más de setenta bancos y cajas que existen a fecha de hoy inscritos en el registro del Banco de España, veintiuno son filiales de entidades extranjeras, con una problemática totalmente diferente, ya que serán sus matrices las que deberán optar por la continuidad, recapitalización, venta o liquidación. Por otro lado, no podemos olvidar que hay casi treinta y cinco fichas bancarias -algunas de ellas verdaderas reliquias de nuestra historia financiera- que pertenecen a grupos bancarios de primer nivel (solo Santander y BBVA cuentan con nueve cada uno).
En consecuencia, quedan menos de veinte entidades en las que se moverá el nuevo mapa de fusiones. Pero podemos reducir todavía más el abanico: parece razonable descartar entidades de nicho y/o con situación de solvencia saneada (Bancofar, Banco Caminos, Banca March, Banca Pueyo, Caixa Ontinyent, Caixa Pollensa), así como dos entidades gallegas (Etcheverria y Gallego) cuyo accionista de referencia es NGB. Por otro lado, a día de hoy están confirmadas las fusiones de Sabadell con CAM; BBVA con Unnim; Ibercaja con Caja3, y Unicaja con Caja España-Duero.
Nuevo mapa de fusiones
¿Y qué tenemos al final? Que el mapa actual de fusiones queda circunscrito a seis entidades (Bankia, BMN, Banca Cívica, Catalunya Banc, NGB y Banco de Valencia) todas ellas nacionalizadas por el Banco de España o bien con ayudas del Frob. De ellas, los próximos bocados de la tarta serán Banco de Valencia (cuyo cuaderno de venta podría publicarse la próxima semana) y Banca Cívica.Sobre Banco de Valencia, todas las quinielas señalan a BMN como el principal candidato para su adjudicación por complementariedad geográfica y por volumen de activos (llegarían hasta casi 100.000, un volumen probablemente suficiente para asegurar su supervivencia). Otros candidatos podrían ser Popular y Unicaja, pero ambos están ya gestionando un proceso propio de fusión y el supervisor podría preferir equilibrar la balanza reforzando de paso el volumen de BMN. Para los más grandes, en cambio, sería un bocado minúsculo que quizás no justificaría el esfuerzo.
Sobre Banca Cívica las conversaciones y la due diligence con CaixaBank han alcanzado un acuerdo. La suma de ambas permitirá al grupo catalán incrementar sus activos hasta casi los 350.000 millones. No obstante, CaixaBank tendría que enfrentarse sin demora al sobredimensionamiento de su red minorista, que alcanzaría los 6.600 sucursales, pudiendo llegar a cerrar hasta un 20-25% de la red.
Probablemente, la siguiente pieza será Catalunya Banc. Su tamaño por activos (casi 80.000 millones) reduce el número de jugadores potenciales a Santander, BBVA y Bankia. Si descartamos a esta última hasta que no aclare su futuro, y dado que BBVA ya se ha posicionado en Cataluña, el Santander sería el socio natural, alcanzado unos activos en grupo de 1.300.000 millones. También tendrían que redimensionar la red, si bien no de una forma tan intensa como CaixaBank.
NGB es una incógnita. Por un lado, el Banco de España se ha comprometido a esperar hasta el verano para ver si fructifica la entrada de inversores extranjeros y la subsiguiente salida del Frob. De lo contrario, se prepararía su venta pública, ya que ahora mismo se considera un banco zombie. Las dos únicas entidades en disposición de pujar (siempre y cuando Santander se quedara con Catalunya Banc) serían BBVA y CaixaBank. No descartemos a Bankia, si finalmente aclara su futuro.
Mientras tanto, Popular esperará a la digestión del Pastor antes de analizar nuevos movimientos, y entidades como Bankinter, Kutxabank, Ibercaja, Unicaja o Liberbank buscarán su oportunidad, en algunos casos podrían ser tanto absorbentes como absorbidas. Todas ellas parten de una situación relativamente cómoda, pero no descartarían participar en nuevas fusiones que pudieran permitir aumentar cuota de mercado o volumen de activos.
En consecuencia, no parece descabellado iniciar 2013 con un mapa bancario liderado por Santander (1.300.000 millones en activos), BBVA (620.000 millones), Caixabank (400.000), Bankia (300.000) y Sabadell y Popular (ambos con alrededor de 165.000 millones). Por detrás, un segundo grupo de entidades, lideradas por Ibercaja, todas con activos inferiores a los 100.000 millones, que podrían tanto permanecer solteras como absorber o ser absorbidas. No obstante, condicionamientos de muy diversa índole, y en particular la evolución final de Bankia, puede trastocar todo el mapa. ¿La solución? Permanezcan atentos a sus pantallas.
José Ignacio Atance, mánager de Cumbria FSC.
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