¡Sigue los pasos de Cristóbal Colón en Huelva!
Era una mañana del 3 de Agosto del año 1492, fecha en la que tres naves, que han sido recordadas durante siglos, partieron hacia una tierra que se avecinaba incierta desde el puerto de Palos de la Frontera. El esplendor de civilizaciones como tartesios, fenicios, romanos y árabes han dejado su legado en estas tierras, en las que todavía a día de hoy se pueden seguir las huellas colombinas. ¿Zarpamos?
Él es el hombre que realizo cuatro viajes a las 'Américas' y el que inspiró el nombre de un país de América del Sur: Colombia. Este famoso navegante, que forma parte fundamental de la historia de las conquistas españolas a través de los mares, está más presente que nunca en la Provincia de Huelva.
¿Te gustaría seguir sus pasos? Te invitamos a que te remontes más de 500 años atrás para seguir las huellas del responsable del descubrimiento de América en 1492. Comenzamos este viaje a través de la historia...
Lo cierto es que Cristóbal Colón estuvo estrechamente ligado a los monjes que habitaban por aquel entonces el monasterio franciscano de La Rábida, levantado desde el siglo XIV en las afueras de Palos de la Frontera. Hombres religiosos que brindaron su apoyo al expedicionario llevando incluso sus ideas sobre la travesía a los Reyes Católicos.
Este majestuoso edificio, legado de toda esta época, es todo un ejemplo de la arquitectura mudéjar andaluza y en él se dan lugar sencillez y tradición. Algo que contemplamos a través de su claustro y la pequeña capilla consagrada a la Virgen de los Milagros, imagen a la que mostraron su devoción los marineros de Palos de la Frontera antes de partir.
En honor a ellos, a aquellos valientes, se levantó el Monumento a los Descubridores, un impresionante monolito al que se llega a través de una avenida que transcurre paralela al Monasterio, fletada por altos árboles y donde aparece representada Iberoamérica a través de los escudos de todos los países que la componen, elaborados en cuidada azulejería.
El paraje de La Rábida, entorno del convento, también acoge el Muelle de las Carabelas, a orillas de la desembocadura del río Tinto. Una dársena semicircular donde reposan las réplicas de las tres naves protagonistas de la hazaña. ¿Quieres encontrarte frente a frente con todas ellas? La Pinta, la Niña y la Santa María te harán sentir que formas parte de este momento histórico.
Además, les acompaña una exposición permanente donde se muestran desde cartas entre Colón y la Corona hasta instrumentos técnicos que tuvieron un papel fundamental en este viaje.
El casco urbano de Palos de la Frontera se abre paso a través de la Iglesia de San Jorge Mártir, de estilo gótico mudéjar. ¿Sabías que a sus puertas se tomaron decisiones relevantes? Éstas fueron testigo de la petición real que reclamaba armar naves y reclutar hombres para a travesía, allá en mayo de 1492. Tras ellas, se halla una exquisita imagen de Santa Ana en alabastro que data del siglo XIII, un retablo en cerámica elaborado en el siglo XVII y unos frescos de estilo renacentista. ¡Se partícipe de este momento de la historia contemplando este lugar mágico!
Cerca del templo, los caminantes encontrarán la Fontanilla, una antigua fuente de ladrillo construida para el pueblo donde se abastecían los navíos de la villa y, según cuentan, también la flota que dirigió Cristóbal Colón. Entre la tripulación, de unos 90 marineros, podrás detectar a un vecino del pueblo que les acompañaba en esta travesía: Martín Alonso Pinzón, en cuyo homenaje se alzó una escultura situada frente al Ayuntamiento.
También en las proximidades de aquella fuente se alza la Casa de la Misericordia que en la era del Descubrimiento recibía el nombre de Hospital de la Sangre y que tenía como fin socorrer a marineros aquejados de varios males.
¡Descubre un lugar de auténtica tradición pesquera! Y es que Moguer, al noreste de Palos, también ejerció un relevante papel en el Descubrimiento. Muchos de sus ciudadanos acompañaron a Colón y desde allí salió la Niña al encuentro del descubridor.
El Convento de Santa Clara, cuyos muros se levantaron entre los siglos XIV y XVI y que constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura conventual en Andalucía, es otro de los puntos fundamentales de esta ruta. Su interior alberga tesoros que harán que los pasos del viajero se detengan. Este es el caso del sepulcro de los Portocarrero, el Coro -con una sillería de estilo nazarí del s. XIV-, el Retablo Mayor o el Museo Diocesano, ubicado en las instalaciones del edificio.
Esta villa respira, también la esencia de Juan Ramón Jiménez, pues éste es recordado en múltiples rincones de la localidad, como su Cana Natal, la Casa Museo o la finca de Fuentepiña, lugar en el que se dice que está enterrado Platero.
¿Y qué mejor lugar para reposar después esta ruta que un hotel de lujo? La Costa de la luz es más lujosa que nunca en el Puerto Antilla Grand Hotel. Y es que las instalaciones de Puerto Antilla alojan a caminantes ávidos de la cultura onubense y a curiosos de los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en esta orilla del Océano Atlántico.
¡Ríndete al placer en su Mandala Spa! ¿Lo más exclusivo? Su tratamiento de oro rojo... Con un gran poder antioxidante, vitamínico, y mineral, éste tratamiento te ayudará a favorecer la renovación celular. Comienza con un baño de pies con sales de frambuesa, en un exclusivo tratamiento en el que las frutas silvestres o rojas, como las fresas, frambuesas y moras, se dan cita en un ritual único de belleza.
A tan sólo una hora en coche desde Islantilla, se encuentran los tesoros colombinos que permanecen en el punto de partida de aquella expedición que determinó nuestra Historia. ¡Vive uno de los momentos clave de la historia y convierte en explorador por unos días! La ruta colombina te espera en Huelva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario