Cuenta atrás para los Presupuestos del superajuste: el viernes reciben luz verde
Irene Rivas / Isabel Acosta
7:00 - 26/03/2012
Son los Presupuestos del superajuste, porque hay que recortar casi 35.000 millones de euros. Una cifra astronómica si tenemos en cuenta que el mayor ajuste acometido por el Gobierno de Zapatero, en mayo de 2010, era de 15.000 millones para lo que quedaba de ese año y 2011. Los mercados están al acecho estrechando el cerco sobre España y, sin duda, escrutarán si las medidas que incluyan las cuentas públicas para 2012 hacen verosímil el esfuerzo de consolidación fiscal. Los organismos internacionales, y en especial Bruselas, también observan con lupa los ajustes del Ejecutivo de Mariano Rajoy en la que supone su prueba de fuego tras el órdago lanzado.
Por lo pronto, el Gobierno ha adelantado algún detalle. Los Presupuestos incorporarán una reducción del 40% en la inversión pública, tal y como anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos; un recorte del 25,8% en la partida de turismo, como ha advertido el titular de Industria, José Manuel Soria; un tijeretazo del 25% a la cartera de Agricultura, como ya indicó Miguel Arias Cañete.
Tijeretazo a los Ministerios
Rajoy fue el encargado de cifrar el mordisco medio para los ministerios en el 12,5%. Pero, como confirman los anuncios concretos, la dotación no se repartirá de forma lineal entre carteras, sino que el ajuste será más intenso en los ministerios donde la inversión tiene más peso. Lo cierto es que esa reducción del 12,5% se arbitró antes de que el objetivo de déficit obligara a ajustar 5.000 millones más, al pasar del 5,8% pretendido por el Gobierno de Rajoy al 5,3% forzado por la Comisión Europea.Desde un primer momento, en Moncloa han dejado claro que "Rajoy no está dispuesto a elaborar unos Presupuestos que no se cumplan, que no sean verdad". Atrás, dicen, quedó el incumplimiento del Ejecutivo de Zapatero.
De hecho, con la premisa de que serán "realistas", el Gobierno ha justificado los tiempos para que las cuentas públicas vean la luz este viernes y no antes, ignorando las voces que cuestionaban que su aprobación estaba condicionada por el escenario electoral. La corta victoria del PP en Andalucía, que no impedirá que Griñán pueda gobernar junto a IU, y los malos resultados en Asturias, donde es la tercera fuerza política tras PSOE y sólo podrá gobernar en alianza con el partido de Álvarez Cascos, dan la razón a los que pedían un adelanto de los ajustes presupuestarios.
Propuestas sobre la mesa
Entretanto, son muchas las fórmulas de recorte de gasto y de incremento de ingresos que el Gobierno ha tenido encima de la mesa en los últimos días. También son muchas las partidas que la oposición ha puesto en el punto de mira como posible objeto de recorte. El Ejecutivo y, en especial, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se han encargado de dar largas o de desmentir abiertamente muchas de estas opciones de recorte... a la espera de que el viernes se avancen los Presupuestos y, el próximo martes, se conozca su letra pequeña.La principal polémica ha girado en torno al capítulo impositivo. El PSOE ha alertado insistentemente lo que el Ejecutivo ha negado por activa y por pasiva: que los Presupuestos contemplarían una subida del impuesto sobre el consumo. "No va a haber una subida del IVA", ha insistido Montoro una y otra vez. Guindos, sin embargo, cerró una puerta para abrir otra: "El Gobierno no prevé subir el IVA este año". También Hacienda ha descartado otra posible alza: la de Impuestos Especiales como los que recaen sobre el tabaco y el alcohol.
En contra de la credibilidad de estas negativas juega que el Gobierno ya advirtió en la campaña electoral del pasado 20-N que no subiría los impuestos y lo hizo a los diez días de llegar al poder -elevando el IRPF-, además de unas declaraciones de Montoro que confundieron a propios y extraños. Dijo que no habría subidas fiscales "inequitativas e injustas".
Con todo, el Ejecutivo también ha estudiado la posibilidad de reducir deducciones en el Impuesto sobre Sociedades, de limitar la deducción de gastos financieros en las multinacionales e incluso de reducir los anticipos del Estado a los ayuntamientos o a las CCAA.
El otro gran capítulo sobre el que se han escrito ríos de tinta tiene que ver con el empleo público. El Gobierno ha descartado que se vaya a realizar un ajuste que suponga "el despido masivo" de empleados públicos. Sin embargo, miembros del PP admiten que habrá despidos en la Administración. Tampoco han ayudado a despejar dudas en este tema dos valoraciones. Montoro advirtió a los funcionarios que "tienen que ganarse su puesto como todos los españoles"; mientras que el presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, dio por hecho que, en los Presupuestos, Rajoy bajará el sueldo a los funcionarios un 5%.
El Ejecutivo también descarta que vaya a recortar las prestaciones por desempleo, como denuncia el PSOE, para que pueda lograr el equilibrio presupuestario en la Seguridad Social que contempla el cuadro macroeconómico.
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