Y mañana....

¡A la huelga!

Quizá sea verdad que nunca es tarde si la huelga es buena, y aunque el objetivo declarado en algún momento por los convocantes ("negociar" la aplicación de la reforma) sea tímido, tardío, escaso, lo cierto es que si la huelga sale mal una vez más el fracaso nos caerá encima. Resistir hoy es un deber absoluto y preferente, soportar el abuso no es ningún camino. Para asaltar de nuevo hemos recogido algunas consignas con tintes de rabia, humor y resquemor. Porque incluso cuando las manos se paran, el pensamiento y las palabras siguen llamando al combate.