En los ambientes MédicoDeportivos se conocian sus transgresiones...Como en el Basket!!!!
Lance Armstrong pierde su última carrera
Alfredo Ochoa
BBC Mundo
Lance Armstrong perdió este jueves su útima batalla al decidir no hacer frente a nuevas acusaciones por dopaje.
Al anunciar que no pelearía estos señalamientos que lo han perseguido durante casi toda su carrera ciclística, la Agencia Antidopaje de Estados Unidos decidió borrar del mapa sus más importantes logros obtenidos desde el primero de agosto de 1998, entre ellos, los siete títulos consecutivos en el Tour de Francia.
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En un comunicado, Armstrong dio a entender que ya estaba agotado de hacer frente a estas acusaciones. En más de 600 pruebas antidopaje a las que fue sometido durante años, jamás dio positivo.
Sin embargo, su anuncio incrementó la duda que ya había presente entre muchos seguidores de este deporte que creen que esta vez sí había pruebas y testimonios suficientes para incriminarlo.
Algunos entendidos no comprenden cómo uno de los atletas más extraordinarios de la historia del deporte mundial decidió abandonar la causa de su honra cuando en el pasado derrotó enemigos aparentemente mucho más difíciles de vencer.
El cáncer
Guía animada: cómo se dopa un atleta
Con apenas 25 años fue diagnosticado con el cáncer más agresivo que puede contraer un hombre: el testicular. Sus médicos le daban 40% de probabilidades de vida luego de que la enfermedad le fue detectada en estado avanzado.
El mal ya lo había invadido tanto, que la metástasis estaba en los pulmones y el cerebro.
Acostumbrado a sobreponerse al dolor, Armstrong no sabía que la constante molestia en la ingle tenía más que ver con el cáncer que con el usual dolor que sufren los ciclistas por el contacto con la silla de la bicicleta.
Cuando fue al médico el cáncer ya lo había invadido. El texano tuvo que ser sometido a una operación para remover uno de sus testículos, luego a agresivas sesiones de quimioterapia y finalmente a una nueva operación para retirarle dos tumores en el cerebro.
Un novedoso cóctel de quimioterapia lo salvó de tener que abandonar definitivamente el ciclismo, al que regresó para hacer historia.
Armstrong siempre derrotó la adversidad con determinación.
Quizás el capítulo más resaltante de esa constante lucha contra la mala suerte vino antes de hacerse famoso, cuando soñaba con convertirse en un ciclista de ruta de primera categoría, en el rey de las carreteras de Europa.
Ocurrió en 1992 en su primera competencia de ruta en el viejo continente. Era la Clásica de San Sebastián, en el País Vasco, donde finalizó en el último lugar. Ese día, tal como narró en su libro autobiográfico, supo que el circuito europeo de ciclismo sería su mayor pasión. Tres años después, cruzaría la meta de primero.
En apenas cuatro años estaba listo para el Tour cuando el cáncer lo sorprendió.
La incógnita
Algunos creen que el factor responsable de que Armstrong haya logrado convertirse en un atleta extraordinario tiene que ver con la pérdida de peso y masa muscular a consecuencia del cáncer que padeció.
Dicha pérdida de peso lo ayudó a convertirse en un excelente ciclista de montaña, aspecto clave para ganar competencias de largo aliento como el Tour de Francia.
Otros apuntan al uso de sustancias prohibidas y, en especial, a las transfusiones de sangre, un sistema de dopaje que por mucho tiempo fue imposible de detectar.
En la década de los 90 el ciclismo mundial estuvo plagado del uso de sustancias prohibidas y fue la progresiva transformación de esa disciplina a partir de este siglo la que cambió los sistemas para detectar a los tramposos.
Lance Armstrong brilló durante los años de ese cambio y fue quizás ese factor el que pudo ocultar su relación con el dopaje, si alguna vez la hubo.
La Agencia Antidopaje de Estados Unidos aseguró tener finalmente las pruebas testimoniales y físicas de esa supuesta conexión del ciclista texano con sustancias prohibidas que mejoran el rendimiento físico.
Sin embargo nunca sabremos los detalles, Lance Armstrong decidió no pelear su última batalla.
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