Muchoa más que Vinos.....
Tapeando por España: Logroño, la «Capital Gastronómica»
Siempre es un placer visitar La Rioja. Pero aún más en otoño, con su preciosa gama de colores en los campos y con los mejores productos en las mesas
Siempre es un placer visitar La Rioja. Pero aún más en otoño, con su preciosa gama de colores en los campos y con los mejores productos en las mesas. En lo gastronómico, Logroño ostenta este año el título de«Capital Gastronómica de España». Bajo el lema «Somos capital»se celebran numerosas jornadas y actividades que han llevado hasta esta ciudad a muchos cocineros destacados en el panorama nacional comoAndoni Luis Adúriz, Quique Dacosta, Juan Mari Arzak, Dani García, Marcos Morán o Ángel León. Todo con el trabajo incansable de los dos estrellas Michelin Riojanos, Francis Paniego e Ignacio Echapresto. El principal atractivo gastronómico de Logroño se centra en las tapas. Alrededor de las calles Laurel y San Juan hay una infinidad de bares con barras repletas de atractivos pinchos y tapas para todos los gustos. El tapeo es aquí una forma perfecta de descubrir lo mejor de la gastronomía riojana. Cada casa suele tener su especialidad por lo que lo mejor es ir de una a otra probando lo más posible. Y regarlas con el amplio surtido de vinos de Rioja, aunque nadie dejará de servirle una caña de cerveza. Entre tanta oferta resulta muy difícil elegir, pero estas son nuestras diez barras favoritas.
BAR LORENZO. Travesía del Laurel, 4. La gran especialidad de esta casa, y una de las más famosas de Logroño, son los «Tío Agus». Carne adobada al estilo de un picho moruno que se hace en la plancha y se sirve en un bocadillo de pan caliente. Lo más importante de su éxito es la salsa especiada que lo recubre, uno de los secretos mejor guardados de la ciudad.
SORIANO. Travesía del Laurel, 2. En este bar sólo se sirve una tapa, pero qué tapa. Champiñones hechos a la plancha que en el momento de servir se riegan con una salsa, también secreta, a base de ajo y aceite. En el plato, tres hermosos champiñones sobre una rebanada de pan y con una gamba encima. Es uno de los pinchos más tradicionales de Logroño
EL SOLDADO DE TUDELILLA. San Agustín, 33. Con aspecto muy modesto, de tasca antigua, aquí sirven estupendos productos riojanos tradicionales sin excesivas elaboraciones. Cascos de chorizo de pueblo; guindillas frescas en aceite que se sirven con sardinas de lata, o, en temporada, unas sensacionales ensaladas de tomate.
BLANCO Y NEGRO. Travesía del Laurel, 1. Aunque la oferta en la barra es amplia, el pincho más destacado de esta casa es el «matrimonio»: un bollito de pan con pimientos verdes frito, anchoas y boquerones. Muy jugosos, pero hay que tener mucho cuidado para no mancharse. Tampoco hay que perderse el bocatita de bacalao.
SEBAS. Albornoz, 3. Una de las barras más concurridas, con mayor variedad de pinchos y la que tiene más completa oferta de vinos, perfectamente conservados. Entre sus especialidades, la casquería del cordero (orejitas rebozadas, mollejas, higaditos), las verduras de temporada, el bacalao rebozado y una tortilla de patatas sobresaliente.
JUBERA. Laurel, 18. Esta es otra de esos bares logroñeses que sólo tienen una especialidad. En este caso, las patatas bravas. Las sirven con o sin picante, aunque es mucho más recomendable la primera opción, y están francamente buenas, crujientes por fuera y blandas por dentro.
PATA NEGRA. Laurel, 24. Uno de los bares más concurridos de Logroño, con sus viejas barricas a modo de mesas, que tiene su principal reclamo en el jamón ibérico y en su oferta de vinos. Amplio surtido de bocatitas, entre los que sobresale el de jamón serrano y queso de tetilla, que se sirve caliente, con el queso derretido.
LOS ROTOS. San Agustín, 8. Aunque en su barra tienen muchas cosas apetecibles, desde mejillones a la cerveza hasta calamares con salsa picante, a este bar se va a por los «Rotos», un bollo de pan que se rellena con huevos revueltos con diferentes ingredientes: chistorra, morcilla, bacalao, setas, pimientos… Un pincho contundente.
TASTAVIN. San Juan, 25. Un bar de ambiente moderno con pinchos y raciones creativos, al estilo vasco. Más de veinte opciones diferentes que cambian con frecuencia: ensalada de codorniz, pisto riojano con boquerón, puré de guisantes con calamares en su tinta… Tiene un pequeño comedor para tapeo. Y una pizarra con buena oferta de vinos.
DONOSTI. Laurel, 13. Una barra con amplia oferta de pinchos tradicionales como alcachofas con jamón, pimientos rellenos o croquetas de morcilla. Pero los más célebres son los«embuchaos», hechos con intestinos de cordero, y los «cojonudos», huevos de codorniz con chorizo picante que heredaron de otro célebre bar, Simpatía, cerrado hace unos años.