Oliver Wyman penalizará los créditos fiscales de la banca
Los créditos fiscales se han convertido en una de las bestias negras de la banca de cara a las pruebas de resistencia efectuadas por Oliver Wyman y que marcarán una línea entre las entidades abocadas a recibir ayudas y las que no. El sector temía que la consultora negase su contabilización como uno de los ingredientes del capital principal -core capital-, es decir, que debilitase aún más la base que estresa para saber si sortearían o no con solvencia un agravamiento de la crisis hoy impensable.
Los activos fiscales suman hoy recursos propios, pero Basilea III eliminará esa contabilización cuando entre en vigor a partir del próximo año. El riesgo que planeaba es que Oliver Wyman quisiese anticipar el futuro efecto de la regulación sobre balances ya sometidos a una prueba de resistencia inédita entre la banca mundial. Se quedará, al parecer, en un camino intermedio y descontará un 20% de su efecto, lo que equivale a retirar su aportación al capital de forma progresiva durante los próximos cinco años, según indicaron fuentes cercanas al proceso.
Desconcierto del sector
El desconocimiento sobre la metodología a aplicar en este aspecto, fundamentalmente, y algún otro, había sembrado el desconcierto y disgusto entre las entidades. Algunas, con cifras ya ajustadas, ven con riesgo una alteración de las reglas actuales por el impacto en su foto final. Bankia ha pedido 19.000 millones en ayudas, pero la factura podría elevarse a 26.000 millones en caso de nula imputación de los créditos fiscales. Hasta junio, el grupo BFA/Bankia tenía 9.488 millones en activos fiscales. Los focos se dirigen hacia el Popular, que estaría dando la batalla en este frente ante la eventualidad de que un cambio en la metodología le acerque o aleje de las entidades abocada a aceptar ayudas, aunque sea de manera preventiva y para devolver antes del verano próximo.
El banco ha defendido que dispone de palancas más que suficientes para enfrentar cualquier desafío con los 7.100 millones de ingresos que prevé generar entre 2012 y 2014, la ampliación de capital de 700 millones prevista y los 2.300 millones en plusvalías realizables.
40.000 millones en ayudas
En términos generales, se espera que Oliver Wyman revele que el sector necesita entre 55.000 y 60.000 millones en capital para superar una recesión económica impensable, sin bajar del 6% de capital. Cuando las entidades con ayudas desalojen sus activos tóxicos en el banco malo, liberarán capital y la factura podría bajar a 40.000 millones.
Por entidades, la inmensa mayoría del déficit se concentrarán en las nacionalizadas -Bankia, Catalunya Caixa, el Banco de Valencia y Novagalicia-.Y a partir de ahí, los bancos de inversión atribuyen necesidades de ayudas a BMN, Liberbank, Caja España-Caja Duero y Caja3. Ibercaja y Unicaja irían ajustadas o con desfases asumibles de forma individual, lo que ha alentado la especulación de que puedan replantearse su fusión. El Popular tiene palancas para utilizar.
Y aprueban el examen, según los bancos de inversión, Santander, BBVA, CaixaBank, Kutxabank, Sabadell y Bankinter. El viernes se conocen los datos y las entidades tendrán quince días para explicar al Banco de España cómo prevén recomponer sus capital.
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