Robert Skidelsky: "A España le iría mejor fuera del euro"
Javier Tahiri
Robert Skidelsky, economista y biógrafo de Keynes, lamenta las políticas de austeridad que se han impuesto en la actualidad en Europa. Y arremete contra España: «Es estúpido y perverso tener un 27% de desempleo».
Quizás Angela Merkel debiera leer más a Keynes. Es la receta que aporta Robert Skidelsky (Manchuria, 1939), economista y biógrafo por excelencia de John Maynard Keynes. «Al igual que Keynes, Merkel tiene mucha imaginación: hay que tenerla para creer que la austeridad traerá el pleno empleo porque no tiene sentido». Este profesor de Economía Política de la Universidad de Warwick dedicó treinta años de su vida a investigar las 62 primaveras que vivió Keynes, sintetizándolo en una exhaustiva obra de más de 1.300 páginas que ahora RBA edita traducida al español. En sus páginas se puede conocer al Keynes bohemio que creció en ambientes intelectuales como el club de Bloomsbury, del que formó parte junto a otros ilustres como Virginia Woolf o Bertrand Russell, y al economista que intentó estabilizar la economía durante y después de las dos Guerras Mundiales. En la mayor zozobra económica conocida desde la Gran Depresión, Skidelsky, que también cuenta con un amplio currículo como economista, lamenta las políticas de austeridad que se han impuesto en la actualidad en Europa. Y arremete contra España: «Es estúpido y perverso tener un 27% de desempleo».
¿Cómo definiría a Keynes?
Era un rebelde muy inteligente. Tanto que inventó un sistema en el que sentirse a gusto. La mejor definición que he encontrado de él la hizo su amigo David Garnett en una carta dirigida a él en el que le escribía lo siguiente: «Eres un genio. Y de vez en cuando los salvajes te sacan de tu botella para sus objetivos para después volverte a encerrar en ella».
¿Qué influencia tuvo la vida privada de Keynes en sus teorías?
Es fácil relacionar la vida privada de un pintor o de un escritor en sus obras: lo puedes ver en sus personajes. Pero en economía o en matemáticas, las teorías son abstractas, lógicas y científicas. Es posible que algún hecho de la vida privada de Keynes influyera en ciertas decisiones, pero no en una teoría completa. Sobre las recientes declaraciones de Niall Ferguson (el historiador británico achacó la defensa del gasto y la deuda pública de las tesis de Keynes a que era homosexual y no tuvo hijos), para empezar no es correcto decir que Keynes era homosexual: era bisexual y tuvo dos grandes amores en vida, el artista Duncan Grant y la bailarina Lydia Lopokova, que fue su mujer. Coincido con la rectificación posterior de Ferguson, que ha pedido disculpas y ha tildado sus propias afirmaciones de estúpidas e inoportunas. Estoy de acuerdo.
¿Cuál ha sido el gran legado de Keynes?
Si tuviera que elegir solo un aspecto, su gran contribución fue que en una época tumultuosa sirvió para encontrar un punto de equilibrio. Sin Keynes estoy convencido de que Europa hubiese caído por completo bajo el comunismo o el fascismo. Probablemente, bajo lo segundo.
¿Fue Hayek el principal oponente intelectual a las ideas de Keynes?
Definitamente, Hayek fue su gran rival y no Milton Friedman.
En su libro destaca que la imaginación fue una de las grandes cualidades de Keynes. ¿Echa en falta algo de esto en la crisis actual?
No sé que decirle. Al igual que Keynes, Merkel tiene mucha imaginación: hay que tenerla para creer que la austeridad traerá el pleno empleo porque no tiene sentido. La imaginación es necesaria para resolver la crisis actual, pero con sentido común.
¿Qué piensa de la crisis europea?
Los países de la Eurozona se han puesto a sí mismos una trampa increíble. La única forma de que salgan de la crisis es integrándose para conseguir una verdadera unión o que se rompa el euro. Si no van a acometer las grandes reformas que se requieren, es mejor dejarlo. España estaría mucho mejor si no estuviera en el euro. Quizá se podría formar una Eurozona más pequeña, una «Germanozona», con Alemania, Holanda, Luxemburgo Dinamarca, y probablemente Polonia y Francia.
¿Cómo definiría a Keynes?
Era un rebelde muy inteligente. Tanto que inventó un sistema en el que sentirse a gusto. La mejor definición que he encontrado de él la hizo su amigo David Garnett en una carta dirigida a él en el que le escribía lo siguiente: «Eres un genio. Y de vez en cuando los salvajes te sacan de tu botella para sus objetivos para después volverte a encerrar en ella».
¿Qué influencia tuvo la vida privada de Keynes en sus teorías?
Es fácil relacionar la vida privada de un pintor o de un escritor en sus obras: lo puedes ver en sus personajes. Pero en economía o en matemáticas, las teorías son abstractas, lógicas y científicas. Es posible que algún hecho de la vida privada de Keynes influyera en ciertas decisiones, pero no en una teoría completa. Sobre las recientes declaraciones de Niall Ferguson (el historiador británico achacó la defensa del gasto y la deuda pública de las tesis de Keynes a que era homosexual y no tuvo hijos), para empezar no es correcto decir que Keynes era homosexual: era bisexual y tuvo dos grandes amores en vida, el artista Duncan Grant y la bailarina Lydia Lopokova, que fue su mujer. Coincido con la rectificación posterior de Ferguson, que ha pedido disculpas y ha tildado sus propias afirmaciones de estúpidas e inoportunas. Estoy de acuerdo.
¿Cuál ha sido el gran legado de Keynes?
Si tuviera que elegir solo un aspecto, su gran contribución fue que en una época tumultuosa sirvió para encontrar un punto de equilibrio. Sin Keynes estoy convencido de que Europa hubiese caído por completo bajo el comunismo o el fascismo. Probablemente, bajo lo segundo.
¿Fue Hayek el principal oponente intelectual a las ideas de Keynes?
Definitamente, Hayek fue su gran rival y no Milton Friedman.
En su libro destaca que la imaginación fue una de las grandes cualidades de Keynes. ¿Echa en falta algo de esto en la crisis actual?
No sé que decirle. Al igual que Keynes, Merkel tiene mucha imaginación: hay que tenerla para creer que la austeridad traerá el pleno empleo porque no tiene sentido. La imaginación es necesaria para resolver la crisis actual, pero con sentido común.
¿Qué piensa de la crisis europea?
Los países de la Eurozona se han puesto a sí mismos una trampa increíble. La única forma de que salgan de la crisis es integrándose para conseguir una verdadera unión o que se rompa el euro. Si no van a acometer las grandes reformas que se requieren, es mejor dejarlo. España estaría mucho mejor si no estuviera en el euro. Quizá se podría formar una Eurozona más pequeña, una «Germanozona», con Alemania, Holanda, Luxemburgo Dinamarca, y probablemente Polonia y Francia.
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