Siete razones de peso para invertir en la Bolsa europea
Cristina Vallejo
Prácticamente todos los analistas con los que hablamos son partidarios de continuar invirtiendo en Europa, porque el potencial de recuperación tanto de la economía como de los beneficios es mucho mayor que el de Estados Unidos, porque este último está mucho más avanzado en el ciclo económico. Los últimos a los que se lo hemos escuchado ha sido a los expertos de Oddo Asset Management. En concreto, a Emmanuel Chapuis, que gestiona un fondo de grandes compañías europeas.
1. Ya se comporta mejor. En su presentación del fondo, lo primero que contó fue el mejor comportamiento de las acciones (+43% en el MSCI World) en los tres últimos años frente a otros activos como los bonos convertibles, que ganan un 29% en el periodo, o el oro, que se revaloriza un 19%, o la deuda emergente (9%), incluso que los bonos con calificación "investment grade" (9%).
Y si la bolsa lo ha hecho tan bien en estos últimos tres años, desde julio de 2010, ha sido sobre todo por la contribución de la americana, dado que el S&P 500 avanza casi un 60% en este periodo. Pero el Stoxx Europe 600 avanza un nada despreciable 34% y el MSCI de Japón, un 25%. Muy atrás se ha quedado el mundo emergente, con una subida de apenas un 2%.
2. Está barata en términos de per. Tras este repaso internacional, volvió a Europa. Los índices del Viejo Continente, pese a su intensa subida, aún cotizan por debajo de su media histórica en términos de per (precio entre beneficio). Aunque, sí, están cerca de las 13 veces.
3. Potencial de recuperación de beneficios. Pero Chapuis también comenta que la subida de los precios de las acciones europeas sólo obedece a la reducción de la prima de riesgo, dado que los beneficios empresariales no están mostrando mucho vigor. Lo bueno es que se espera una recuperación de los beneficios empresariales en el Viejo Continente, lo que va a permitir que sigan subiendo los precios de las acciones sin que se produzca una expansión de múultiplos, es decir, sin que se encarezcan.
Lo malo es que en los últimos tiempos hemos visto cómo los analistas revisaban a la baja las previsiones de beneficios de las empresas. Para los de 2013 se revisaron a la baja con mucha fuerza, las reducciones de las perspectivas de beneficio se han aminorado y para 2015 casi han desaparecido. Ello permite decir que se ha llegado al final de las revisiones a la baja de las perspectivas de beneficio de las empresas europeas.
4. Baratas en términos contables. Si escogemos otro modo de valorar las acciones de una compañía, es decir, para ver lo caras o lo baratas que están, y nos fijamos en el precio sobre el valor contable, comprobamos que también les queda algo de recorrido. Ahora los títulos del Stoxx Europe 600 cotizan a 1,5 veces su valor en libros, cuando su media histórica se coloca en 1,8 veces. De acuerdo con este ratio, la Bolsa europea aún tendría un recorrido del 20% o del 30% desde los niveles actuales.
5. Infravalorada en comparación con la renta variable americana. La Bolsa europea está barata respecto a sí misma en términos históricos. Pero, ¿qué ocurre si la comparamos con la estadounidense? Para medirlo, los expertos de Oddo AM usan un per ajustado al ciclo. En términos históricos, con este indicador, la Bolsa europea ha cotizado con un descuento del 15% respecto a la Europa. Ahora esa distancia se ha ampliado más allá del 25%. Todo apunta que debe corregirse. Y, de hecho, Chapuis percibe un cambio de sentimiento entre los inversores estadounidenses, cada vez más partidarios de apostar por Europa.
6. Más rentable que otros activos. Si comparamos a la Bolsa europea con otros activos, comprobamos que también ha ganado atractivo con respecto, por ejemplo, a la deuda. La rentabilidad por dividendo del Stoxx Europe 600 roza el 4%, mientras que la de los activos libres de riesgo apenas supera el 2%. Y es de esperar, según Chapuis, que la prima de riesgo de los mercados de renta variable siga descendiendo, lo que da más potencial de revalorización a las acciones porque las abarata.
7. La gran sorpresa económica. Al margen de los fundamentales de las empresas, lo que también apoya a Europa como destino de inversión preferente es el índice de sorpresas positivas que elabora Citi: la zona euro es la que más sorpresas positivas proporciona ahora, cuando entre mayo y junio era la que más sorpresas negativas daba. Reseñable es, por ejemplo, la evolución de los índices de gestores de compras, que son un buen indicador adelantado de la evolución de los resultados de las empresas. Ello tiene un efecto impresionante en el sentimiento de los inversores. De ahí que el dinero esté volviendo.
El fondo de Chapuis
Pero, ¿por qué está apostando el fondo que nos presentó Chapuis? En un 51% está expuesto a productos del mercado monetario. Y en un 45%, a compañías con una capitalización superior a los 10.000 millones de euros. Por sectores, el mayor peso lo tienen las compañías del sector salud (20%); a continuación, los bienes de consumo (11%); industriales (7%); tecnología (6%); materiales básicos (3%); y el sector financiero (1%).
Por países, tienen un peso importante Suiza y Francia, con un 15% cada uno, seguido de Alemania, con un 10%, y Suecia, con un 4%. Pero no tienen ninguna apuesta ni en Italia ni en España.
Las principales posiciones del fondo son: Sanofi Aventis, Novartis, Michelín, Nestlé, Ericsson, Roche, Safran, Volkswagen, Freesenius y SAP.
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