Arturo Elías: «Ahora, el Real Oviedo a Primera»
«Hemos venido para esto», aseguró el máximo responsable del Grupo Carso, que ambiciona devolver al Real Oviedo «a lo más alto»
RAMÓN JULIO GARCÍA |
«Imparable». Así reza el mensaje que se podía leer en las camisetas que tenían preparada en el Real Oviedo para celebrar, una vez finalizado el encuentro, el ascenso de categoría. Arturo Elías no dudó en enfundarse esta elástica azul que recoge el nombre de todos los futbolistas de la primera plantilla. El cabeza visible del grupo Carso no podía ocultar su satisfacción al término de los noventa minutos.
«Hemos venido para esto», resume en pocas palabras Elías, que mantuvo informado a su suegro, Carlos Slim, del desarrollo del encuentro en el Ramón de Carranza. «Todos estamos muy felices -precisó- por haber logrado la meta». La ambición no conoce límites y menos en una jornada histórica como la vivida ayer en Cádiz. Elías tiene claro que la aspiración de los ovetenses no termina solo después de certificar la vuelta al fútbol profesional. «Ahora, el reto es llegar a Primera, lo más alto posible», afirma sin titubeos el mexicano que, pese a todo, considera que es necesario no abandonar la prudencia para llegar a la meta. «No podemos correr antes de caminar», aseveró con una sonrisa.
Emocionado, con lágrimas en los ojos, al presidente del Real Oviedo, Jorge Menéndez Vallina, le costaba encadenar frases sin detenerse. «Esto es tremendo», repetía. Fue muy aplaudido su gesto de abandonar el palco del Ramón de Carranza después de conocer que unos 170 seguidores oviedistas no pudieron acceder al campo por decisión de las fuerzas y cuerpos de orden, a pesar de tener entrada.
«La alegría es producto del trabajo que hemos realizado todo el año y del apoyo que hemos recibido. A todos va a dedicado este ascenso», advirtió Vallina, que se fundió en un abrazo, uno por uno, con los futbolistas. Los componentes del equipo azul respiraron aliviados, después de un año difícil, donde la presión por lograr el reto era máximo. «No ha sido fácil», explicaba Susaeta, que le dedicó el éxito a su familia.
Miguel Linares se congratulaba por haber acercado al Oviedo, «un poco más cerca de donde merece estar». El goleador habla sin tapujos de Primera, una meta que, según dijo, «se merece alcanzar esta afición».
«Teníamos claro el objetivo y lo hemos logrado», resumió Generelo, la novedad en el once del Oviedo. El equipo dio la cara en los momentos decisivos y eso demuestra, explicó, «la pasta de este grupo».
«Uno se hace futbolista para vivir momentos como este», advirtió su compañero en el centro del campo, Héctor Font, feliz por haber sido capaces de responder a los seguidores, «que se merecen lo mejor».
«Ha sido un año duro», reconoció Dani Bautista. La exigencia había sido mucha y no había margen para el error. «Lo hemos pasado mal y este final es el mejor posible», señaló Sergio García que, no obstante, sabía que este curso era diferente a los anteriores. «Todo pintaba muy bien desde el primer momento y al final se han cumplido las expectativas», añadió.
Exhibiendo una bandera del Bierzo, Borja Valle corrió a celebrar el triunfo con los aficionados azules. «Estamos felices de cómo ha terminado todo», apostilló con cierto tono de alivio, después de felicitarse de que el fútbol haya sido justo con los merecimientos de un club y una afición «entregada». «Uno ya se puede morir tranquilo después de haber logrado esto», afirmó no sin cierta ironía Esteban, que recordó que cuando había decidido volver a la disciplina del Oviedo había adquirido el compromiso de intentar conseguir el gran objetivo que era volver al fútbol profesional.
Sobre el desarrollo de la eliminatoria, en la que se ha conseguido el ascenso, la plantilla opina que el Real Oviedo fue mejor que el rival en el cómputo de los 180 minutos. «Hemos sido superiores tanto en la ida como en la vuelta», afirmó Eneko.
«En Oviedo ya merecimos un resultado mejor y en Cadiz nos hicimos acreedores de la victoria que ambicionaban todos los seguidores», abundó Omgba, que entró en el tramo final del partido para consolidar el 0-1 rompía el equilibrio en el parcial de la eliminatoria.
No fue fácil que los jugadores azules abandonaran el cesped del Carranza. En medio de la fiesta, la plantilla hizo participe del logro a una afición entregada que tuvo también el detalle de aplaudir el comportamiento de la hinchada rival. Los seguidores de Cádiz demostraron su caballerosidad en la derrota aplaudiendo al conjunto azul.
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