La caída de casi tres puntos de Podemos y sus marcas blancas (del 20,66% del 20-D al 17,7% que le concede el CIS de abril) serviría a Pedro Sánchez para salvar los muebles: con un 21,6% y apenas medio punto menos que el 20-D, el PSOE aguantaría el tipo y mantendría la segunda posición en las próximas elecciones del 26-J. Por su parte, la alianza entre PP y C's para lograr una mayoría suficiente para gobernar queda en el aire: el partido naranja de Albert Rivera sube del 13,93% de las elecciones al 15,6% pero la caída del PP (del 28,72% al 27,4%) dejaría las cosas como hasta ahora.
El estudio del CIS recoge el pesimismo sobre la formación del Gobierno que intentaron Pedro Sánchez y Albert Rivera, pero no la decisión de Podemos e IU de acudir en confluencia a las próximas elecciones. La formación de Alberto Garzón -político mejor valorado- pasa del 3,67% al 5,4%, lo que no le garantiza a la confluencia con Podemos el ansiado "sorpasso"
El último CIS que se había hecho público, el correspondiente al mes de enero, apenas arrojaba cambios significativos más allá de los primeros signos queevidenciaban un trasvase de votos del PSOE a Podemos y sus marcas blancas. Así, ese estudio daba un 28,8% de la intención de voto al PP (apenas una décima más que el resultado oficial de las elecciones del 20-D cuando obtuvo 123 escaños); al PSOE (90 escaños en las elecciones) le daba una bajada de casi dos puntos (pasaba del 22,01% del 20-D al 20,5%) mientras que a Podemos y sus marcas blancas (69 escaños el 20-D) le pronosticaba una subida de 1,3 puntos (pasaba del 20,66% de las elecciones al 21'9%, lo que suponía que la formación que lidera Pablo Iglesias superaba al PSOE -incluso- sin la concurrencia en alianza con IU.
Por su parte, Ciudadanos registraba también en el CIS del mes de enero su primera bajada en procentajes después de meses de idilio con las encuestas, y pasaba del 13,93% que logró el 20-D (y 40 escaños) al 13,3%, apenas seis décimas menos.
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