Blas Herrero nunca ha renegado de sus orígenes asturianos. Al contrario, el dueño de la cadena de radio Kiss FM y uno de los hombres más ricos de España presume de proceder de una familia que se dedicaba a repartir leche puerta a puerta con un carro y un caballo en su tierra natal, oficio que él mismo realizó hasta que montó su propia empresa del sector, RAM. Ahora, se ha ofrecido a la banca y alPrincipado de Asturias para promover un grupo de empresarios que puedan salvar a Duro Felguera del concurso de acreedores.
Según han confirmado distintas fuentes, Blas Herrero ha contratado los servicios del banco de inversión Atlas Capital para realizar una propuesta de compra por la compañía asturiana de ingeniería. El empresario, que también es propietario de concesionarios de coches, de inmobiliarias y de productoras de televisión, ha mantenido varias reuniones con Javier Fernández, presidente del Principado, con quien mantiene una buena relación desde los años ochenta, para sopesar la posibilidad de salir al rescate de Duro Felguera.
En Oviedo, sede de la presidencia del Gobierno regional, han recibido con los brazos abiertos el interés de Herrero, al que 'Forbes' asigna un patrimonio cercano a los 150 millones —y otras fuentes cercanas al empresario, cerca de 500 millones—. La propuesta también ha sentado bien en Banco Santander, primer acreedor de Duro Felguera, que a día de hoy solo tiene una oferta formal encima de la mesa después de que tanto Acciona como Elecnor rechazasen hacerse cargo del grupo. Es la del fondo anglosajón Bybrook, que no termina de gustar a las partes, al tratarse de una toma de control mediante créditos a altos tipos de interés.
El plan para salvar Duro Felguera, que ha sido diseñado por Miguel Zorita, exbanquero de inversión y expresidente de Deloitte, consiste en la capitalización de la mitad de los 360 millones de deuda bruta —dispone de 100 millones en caja— que arrastra el grupo especializado en obras eléctricas y la entrada de dinero fresco por un importe cercano a los 100 millones de euros.
Herrero se ha comprometido a hacer esta aportación de capital junto con otros empresarios, lo que le daría derecho a quedarse con el 50% del capital. Otro 45% de las acciones quedaría en mano de la banca, liderada por Santander (250 millones de pasivo), Sabadell, CaixaBank (130 millones entre ambos), BBVA y Bankia (80 millones repartidos). El restante 5% se lo repartirían los accionistas actuales, especialmente la familia Del Valle, dueña del 25% del capital y a quien se culpabiliza de la situación del grupo por gastar 400 millones en repartir dividendos y en compra de acciones para autocartera.
Cuenta atrás para 2.000 empleados
Duro Felguera necesita liquidez con urgencia para evitar el concurso de acreedores, situación que ya ha rondado varias veces en el último año y que ha conseguido evitar gracias a que la banca le ha dispensado de cumplir con varios pagos vencidos. La empresa tiene hasta el 15 de enero de 2018 para llegar a un acuerdo con los acreedores, a los que les ha pedido un adelanto en forma de avales de 32 millones de euros para seguir operando. Aunque existe un compromiso formal para adelantarle esta financiación, lo cierto es que a día de hoy no ha llegado el dinero, y la compañía sigue sin poder acudir a concursos para engordar la cartera de pedido ni hacer frente a sus obligaciones con los contratistas.
La dimisión el pasado viernes de Ángel del Valle como presidente podría acelerar la llegada de este dinero, ya que era una condición indispensable para liberar este nuevo crédito. Pero la banca quiere garantías fácilmente líquidas, que de momento la empresa no le ofrece, pese a tener a la venta la sede del grupo en Madrid y otros activos en el extranjero. En juego hay unos 2.000 empleos que los sindicatos intentan proteger con protestas ante el Principado, que recientemente ya movió ficha para salvar también Liberbank, la antigua Caja de Asturias.
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