domingo, 26 de noviembre de 2017

Operaciones Corporativas....


Las valoraciones, la necesidad de crecer y las condiciones financieras crean un escenario favorable para las fusiones y adquisiciones
La recta final del año está siendo bastante activa en operaciones corporativas en España. Se acaba de anunciar la oferta de Barceló sobre NH, una semana antes se conoció la operación propuesta por Colonial sobre Axiare y desde la pasada primavera se arrastra la historia de Abertis y sus dos pretendientes, la italiana Atlantia y ACS a través de su filial alemana Hochtief. Ello, por no hablar además de la fusión de Bankia con Banco Mare Nostrum, la integración del Popular en el Santander, la unión de Fluidra con la estadounidense Zodiac o la venta del negocio de concesiones de OHL.
Tal número de operaciones no se da por casualidad. Además, de acuerdo con José Ramón Iturriaga, de Abante, el proceso sólo acaba de empezar. Porque, en su opinión, el contexto es muy favorable para las operaciones corporativas, en particular, en España, por las valoraciones baratas de las compañías tanto en términos absolutos como relativos, porque el crédito fluye, porque los mercados de emisiones están abiertos y por la voluntad «de hacer cosas» que tienen los consejos de administración, porque se dan cuenta de que si no actúan ya, en dos años van a tener que pagar precios más elevados.
Ricardo Torrella, de Gesinter, por su parte, añade que le extrañaba no haber visto demasiadas operaciones hasta ahora, a la vista de lo baratas que estaban las compañías y las atractivas condiciones de financiación. Nicolás López, de MG Valores, cree que la buena situación de la economía y de los mercados crea un contexto propicio para los movimientos corporativos. Pero, en cuanto a España en particular, apunta la posibilidad de que alguna operación se retrase por la incertidumbre política.un ambiente en el que comienzan a abundar las operaciones societarias suele ser muy beneficioso para los accionistas. Máxime si, como apuntan los expertos, este contexto propicia el pago de primas atractivas. Pero, ¿en qué sectores puede haber movimientos?, ¿qué compañías pueden ser protagonistas? Por continuar la senda ya marcada, ¿puede haber más operaciones en las actividades que ya han sido protagonistas? Jesús Amador, de Bankinter, señala que en el de las infraestructuras, comenta que el entorno es favorable para las operaciones, además de por los factores anteriores, porque los márgenes con los que se opera son reducidos y hay que buscar tamaño. Señala que es posible que a las dos empresas que ahora menos deuda tienen, ACS y Ferrovial, puede no interesarles elevar su apalancamiento. En cuanto a Sacyr, puede intervenir en alguna operación, de seguir su proceso de desendeudamiento. Aunque afirma que en OHL puede haber más probabilidad de movimientos, dado que ahora su estrategia está por definir y tras la venta de sus concesiones cuenta con más recursos de los que necesita.Respecto al sector inmobiliario, de acuerdo con Borja Rubio, de Orey iTrade, está muy atomizado, y debería tender a su integración, aunque según Amador, entre las grandes socimis cada una tiene su propia estrategia, mientras que muchas de las pequeñas no dejan de ser grupos familiares. Y sobre las hoteleras, de acuerdo con Rubio también tiene sentido que tiendan a la concentración, ya que es uno de los sectores maduros y muy fragmentados que tendrán que crecer de forma inorgánica, mediante fusiones y adquisiciones.


La banca en el punto de mira
José Ramón Iturriaga también apunta que tendría que continuar la consolidación del sector bancario español, apuntando nombres como Unicaja y Liberbank como posibles objetivos de entidades más grandes. Aunque Ignacio Cantos cree que la continuación del proceso de integración de las financieras españolas no toca hasta dentro de dos años: CaixaBank, a la que más aportaría Liberbank, aún está digiriendo la compra de BPI. Cantos también señala la posibilidad de operaciones en farmacéuticas, mientras que Torrella apunta la posibilidad de un paso más en la integración de las telecos, con Masmóvil y Euskaltel en el punto de mira. En general, Iturriaga opina que los sectores más expuestos a la recuperación cíclica serían los más proclives a protagonizar operaciones. Y, en este sentido, Ricardo Torrella se fijaría en las empresas de mediana capitalización y, quizás, en las ligadas a la construcción y a la ingeniería.
 Pero ello no es una cuestión exclusivamente española. Tiene un perfil claramente paneuropeo. Quizás en el Viejo Continente, e incluso en Estados Unidos, llevamos más tiempo viendo actividad corporativa. Y, en este sentido, Lionel Aeshlimann, de Mirabaud, señala que ello podría obedecer a las expectativas de limitadas oportunidades que la situación económica actual proporciona al crecimiento orgánico. Pero, en su opinión, a medida que vayan subiendo los tipos de interés, pueden irse reduciendo las operaciones. En todo caso, espera que en Europa haya más movimientos que en Estados Unidos.
Desde Citi, Luigi de Vecchi explica que, como la importancia de Europa en el mundo se está reduciendo, las empresas buscan crecimiento y tamaño para competir a nivel global. De ahí que augure que en los próximos años va a haber muchas operaciones a escala europea y transfronterizas del tipo de las propuestas por Atlantia sobre Abertis o la fusión de Essilor y Luxottica. Este tipo de movimientos son también los que están buscando los inversores activistas, que por ejemplo se están posicionando en Nestlé.
Con la bendición de Macron
Un tercer argumento que aporta de Vecchi estriba en que si hace unos años afloraban obstáculos políticos que dificultaban que salieran adelante las operaciones transfronterizas, el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, sí se muestra partidario de la creación de campeones europeos. La precaución que apunta el experto de Citi cuando habla de Europa a diferencia de lo que señalaban los analistas en referencia a España es que, si bien en su opinión éste es un buen momento para vender, puede ser peligroso para comprar. En definitiva, cuando una empresa se embarque en una operación ha de ser muy cautelosa, porque las valoraciones son exigentes.
En cuanto a operaciones cuyo resultado, a primera vista, ha sido regular, como el de Siemens Gamesa, cabe pensar si no se pagó de más, si no puede desalentar nuevas operaciones. Nicolás López considera que ésta es una cuestión muy puntual de una empresa concreta, en la que se ha pasado de un exceso de optimismo a un exceso de pesimismo. Pero afirma que el mercado europeo no se encuentra ni en niveles de burbuja ni de final de ciclo.
De hecho, López confía en que la operación corporativa en Europa, aún incipiente, vaya aflorando poco a poco. Torrella, por su parte, califica de «deseo» la creación de estos grandes campeones europeos de los que habla Macron (una gran teleco, un gran banco, una gran eléctrica...), porque es una forma de construir más Europa, pero se muestra escéptico, porque considera que las barreras políticas siguen presentes. Pero, la lógica económica le hace pensar a Nicolás López que el de las 'telecos' es un sector que necesita concentrarse en Europa y que Telefónica podría participar en el proceso. «En Estados Unidos hay tres o cuatro grandes operadoras; en Europa hay casi una por cada país», argumenta. Y coincide con Torrella en que también en el sector bancario tendría que haber operaciones transfronterizas, al igual que en el eléctrico. Lo malo, según Torrella, para España, es que las empresas españolas de esos sectores son muy grandes, lo que dificultaría que fueran ellas las opadas.
Miguel Jiménez, de Renta 4, ve difícil que haya operaciones entre grandes empresas. Por ejemplo, cree muy difícil que BMW trate de comprar Daimler Chrysler, por ejemplo. Por el contrario, ve más probable que Danone, en lugar de fusionarse con Nestlé, apueste por compras de pequeñas compañías.
En el sector financiero, atisba alguna operación en Italia, pero considera que es muy difícil que sea transfronteriza. Además, plantea la posibilidad de algún movimiento en el sector de los materiales básicos.
Respecto a otros sectores, como el de las 'utilities', con posibles futuras operaciones que se han atribuido a Gas Natural, señala que éstas no tienen porqué salir adelante, y que la ambición de crecimiento de las empresas no tiene porqué llevar a que se desencadenen operaciones corporativas, sino que puede suplirse esa opción por el incremento de los volúmenes de inversión.
Jiménez también abre la posibilidad de que llegue capital no europeo en busca de oportunidades al Viejo Continente, y señala la posibilidad de que Amazon, que ha mostrado interés en el retail y en los espacios físicos, se interese por alguna cadena de distribución europea.

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