REDACCIÓN
Liberbank vuelve a cotizar en bolsa con normalidad este martes. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha levantado las protecciones que impedían desde junio las operaciones en corto (es decir, las que apostaban por su pérdida de valor) alrededor de sus acciones y la entidad regresa a pecho descubierto a unos mercados que en los últimos meses le han sido adversos. Hay inquietud en el banco montado a partir de la antigua Cajastur, tanta como para dar pie a una actuación sin precedentes: el consejero delegado, Manuel Menéndez, protagonizará también este martes una intervención por videoconferencia ante toda la plantilla para explicar la situación de la empresa y comentar sus perspectivas de futuro.
Todos los trabajadores de Liberbank (dispersos por toda España tras la fusión de cuatro cajas de ahorro con implantación en Cantabria, Extremadura, Castilla-La Mancha y Asturias) recibieron este lunes en sus cuentas corporativas de correo electrónico el anuncio del discurso de Menéndez. Las especulaciones sobre su posible contenido se dispararon de inmediato. El banco ha atravesado un año difícil. Ha conseguido completar una ampliación de capital de más de 400 millones de euros para facilitar la digestión de los activos de mala calidad, procedentes de inversiones inmobiliarias, heredadas de la Caja de Castilla-La Mancha (CCM), pero aún es pronto para evaluar si esas nuevas reservas disiparán los recelos de los mercados acerca de su futuro. En la estela de la intervención del Banco Popular, ahora vendido al Santander, la presión se hizo tan fuerte, que la CNMV decidió la moratoria sobre las operaciones en corto y la renovó en dos ocasiones para evitar que la crisis se ahondara y, en el peor de los casos, se llevara por delante a la entidad. Aún así, el balance del 2017 es muy negativo. Desde enero, Liberbank ha perdido más del 21% de su valor bursátil.
La plantilla, además, tiene motivos de preocupación por sus condiciones laborales después de dos expedientes de regulación de empleo y de una reorganización del negocio y las operaciones de las oficinas. Los sindicatos temen desde hace meses que todo ese adelgazamiento culmine con una venta a alguna otra entidad mayor e interesada en reforzar sus posiciones en las comunidades autónomas bien cubiertas por Liberbank. Las centrales esperan con interés la intervención de Menéndez, para la que no existen antecedentes. Ni siquiera cuando se tomó la decisión de poner fin a la existencia independiente de Cajastur e integrarla en la nueva entidad, o en los momentos que rodearon la declaración de los eres, se dirigió el directivo a los trabajadores para explicar la situación ni las perspectivas a medio plazo.
La nota de optimismo procede del hecho de que las medidas de protección de la CNMV, según el primer calendario, estaban en vigor hasta finales de noviembre. Pero el regulador ha señalado que siempre fue su intención derogarlas en cuanto el banco completara su ampliación de capital y ese objetivo se ha conseguido ya. El proceso llegó a su culminación formal el pasado día 10.
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