¿Tiene solución el sistema de pensiones con la Seguridad Social en ingresos récord, pero sin reducir el déficit?
- El gasto aumenta un 48% más con los ingresos en niveles de 2007
- Hace diez año se generaba un superávit de 19.000 millones
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La Seguridad Social registró derechos reconocidos por valor de 90.644 millones de euros en los diez primeros meses de 2017, lo que supone un incremento de más del 5% respecto a los diez primeros meses del año pasado y quedarse muy cerca de su máximo histórico en este periodo. Sólo en 2007 se ha llegado a superar esta cifra cuando los ingresos de la Seguridad Social se situaron en 92.956 millones de euros. Es decir, el sistema está a menos de un 2,5% de su récord histórico. Y, sin embargo, su salud no deja de ser alarmante. l Así serían las pensiones en España con un sistema de cuentas nocionales
A pesar de estos ingresos récord en sus cuentas, el déficit apenas se ha reducido un 3% respecto a los niveles del año pasado. Hasta octubre, el desfase presupuestario ascendió a 5.967 millones de euros, con lo que no se ha reducido ni siquiera 200 millones de euros, a pesar de que la Seguridad Social ha registrado casi 4.500 millones de euros más en ingresos por cotizaciones.
Y si retrocedemos en el tiempo, la comparación es mucho más negativa para el sistema. Con unos datos muy parecidos a los de recaudación de este año, como los obtenidos en 2007 y 2008, la Seguridad Social registraba un superávit de más de 19.000 millones de euros en los diez primeros meses de ambos ejercicios. Es decir, con las mismas cotizaciones sociales que ahora, el sistema ha empeorado sus cuentas en nada menos que 25.000 millones de euros.
Casi 30.000 millones menos en pensiones
Esto se debe fundamentalmente a la evolución de los gastos del sistema, sobre todo las pensiones. Mientras que hasta octubre de 2017 el gasto en pensiones superaba los 90.000 millones de euros, diez años antes el Estado había pagado 61.221 millones de euros, es decir, con los mismos ingresos que entonces, se pagaban casi 30.000 millones menos en pensiones.
Ahora con esas mismas cotizaciones hay que atender un gasto en pensiones que es un 48% mayor que entonces.
En términos mensuales, la evolución es similar. Mientras que en 2007 sólo se necesitaban 5.638 millones de euros para pagar una nómina de las pensiones, ahora se requieren más de 8.857 millones. Claro, que en 2007 el número de beneficiarios era de 8,3 millones de personas y ahora son más de 9,5 millones.
Una muestra más de la precaria salud de la Seguridad Social es que el ratio de cotizantes por pensionista (que muestra el cociente entre el número de afiliados que sostienen entre los que viven de él) no despega pese a los buenos datos de crecimiento del empleo. En octubre se situó en 2,23, la más baja desde 1999 y cuatro décimas menos que al comienzo del año 2017. Esto supone reconocer que el sistema no consigue revertir el descenso de esta magnitud ni siquiera con un crecimiento de la economía cercano al 3%.
Además, no sólo las pensiones cuestan más que hace diez años, aunque el resto de prestaciones registra variaciones mucho más pequeñas. Con los mismos ingresos también hay que costear algo más en incapacidad temporal (5.180 millones en 2017 frente a 4.990 en 2007) o prestaciones de maternidad y paternidad (1.933 millones en 2017 frente a 1.411 millones en 2007), pero es evidente que lo que ha producido el vuelco del sistema son las pensiones.
Este agujero presupuestario provocará que el Gobierno agote el préstamo de 10.000 millones que el Tesoro le ha concedido este año, además de dejar al fondo de reserva casi reducido a cero, tras llegar a acumular 66.000 millones de euros antes de la crisis.
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