«Mis hijos me cesaron porque dejé de pagarles lo que percibían sin trabajar»
El fundador del Grupo Melca recurrirá ante el Supremo el fallo que avala su cese como administrador único de la sociedad matriz
José Luis García Arias reitera que el Grupo Melca está abocado a la extinción. «Es el único escenario posible, y entraña inexorablemente la venta de las filiales y de todos sus activos para pagar las deudas y repartir el sobrante entre los socios. Es lo que marca la ley», subrayó ayer, un día después de que se hiciese público el fallo de la Audiencia Provincial que avala la decisión adoptada en su día por la junta de accionistas de cesarle como administrador único de la matriz del grupo empresarial, Cartera de Inversiones Melca. Salió adelante con los votos de su exmujer y de dos de sus hijos, Daniel y Elena García Becerril, que hicieron valer su mayoría en el capital social, relegándose así a la mera condición de accionista.
El fundador y, hasta su cese, alma máter del grupo anuncia que recurrirá ante el Supremo. «Será este Alto Tribunal quien diga la última palabra respecto de la legalidad de los acuerdos sociales que, mediante engaño, determinaron mi cese y posteriormente la disolución y liquidación de la sociedad matriz, el medio que pudieron utilizar para conseguir el control del grupo y ponerse unos sueldos de 28.800 euros mensuales».
La resolución judicial «no ha cerrado la crisis institucional del Grupo Melca. Todo lo contrario, la ha agravado en la medida que confirma el proceso de liquidación» en el que se encuentra la matriz, desde entonces Cartera de Inversiones Melca 'en liquidación'. Su objeto social es «liquidar, y hay un plazo y unos costes altos, por infravaloración de los activos, liquidación de plantillas y en algunos casos cierres, aunque la previsión es el cierre de todas las unidades productivas. Queda año y medio, y me temo que la primera será Tecsolpar, que está en concurso de acreedores. Ese es el escenario que ha propiciado el liquidador -su hijo Daniel -y su hermana, acusa.
Provisiones
El fallo recoge que los resultados negativos del grupo en 2014 y 2015 justifican la medida adoptada por la junta de accionistas, integrada por García Arias, la que entonces era su esposa y los tres hijos del matrimonio. «Decir que supusieron la pérdida de confianza de los socios asaltantes y, en consecuencia, mi cese como administrador único en Cartera de Inversiones Melca y que ello ha dado lugar a la disolución y liquidación de la matriz resulta absurdo y contradictorio. No fue desconfianza ni los resultados negativos lo que llevó a mi ex mujer y dos de mis hijos a cesarme como administrador, fue mi decisión de dejar de pagarles los sueldos que percibían sin trabajar».
En cuanto a los resultados, «Cartera ganó 33 millones de euros en 2013 y 2,6 al año siguiente. Lo que en 2015 y 2016 figura como pérdidas fueron provisiones contables obligatorias por bajada general de la bolsa. Si en su momento se hubiesen vendido todas las acciones del grupo se habrían desprovisionado y se hubieran ganado más de tres millones de euros, pero no lo hicieron».
García Arias manifiesta por último que «el 66,57% de las acciones de la matriz está en proindiviso (sociedad de gananciales), lo que quiere decir que sus titulares -él y su ex mujer- deberán ponerse de acuerdo para nombrar un representante en la junta. De no hacerlo, y me temo que no será fácil, posiblemente se activará la liquidación».
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