jueves, 12 de septiembre de 2024
Nada por aquí, nada por allá....
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos (izquierda), y la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde (derecha), asisten a una rueda de prensa en Fráncfort (Alemania), el 18 de julio de 2024.
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos (izquierda), y la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde (derecha), asisten a una rueda de prensa en Fráncfort (Alemania), el 18 de julio de 2024.
© FRIEDEMANN VOGEL (EFE)
El BCE aplicará a partir de esta reunión un ajuste en dos de los tres tipos de interés que fija cada seis semanas como parte de su labor para mantener la estabilidad de precios en la zona del euro. Eso se traducirá en que el jueves restará automáticamente 35 puntos básicos del MRO (las operaciones principales de financiación), y otros 35 puntos básicos del tipo de interés de la facilidad marginal de crédito, que es el tipo al que los bancos pueden obtener financiación a un día del BCE.
Eso quiere decir que el MRO se situará, una vez se consume el cambio, en el 3,90%, desde el 4,25% actual, a lo que se añadirá la bajada de tipos que previsiblemente realizará el BCE, de 25 puntos básicos, con lo que se colocará en el 3,65% de una tacada. A ojos del mercado, sin embargo, eso no implica que el BCE haya reducido los tipos en 60 puntos básicos. La modificación, anunciada en marzo pero efectiva desde el jueves, no afectará a la facilidad de depósito, el tipo de interés que para el BCE ha pasado a ser la principal referencia. La facilidad de depósito es la que determina el interés que las entidades reciben, o pagan en caso de ser negativa, por sus depósitos a un día en el BCE, y ahora está en el 3,75%.
Ese será el dato que desde ahora tomará como referencia EL PAÍS/CincoDías para informar sobre las subidas y bajadas de tipos de interés. El anterior, el citado MRO, ha perdido relevancia con los años debido a que el acceso ilimitado a la liquidez del banco central por parte de los bancos provocó que hubiera más dinero en el sistema del necesario, lo que llevó a las entidades financieras a usar cada vez más la facilidad de depósito.
El objetivo del banco con esta decisión es reducir la volatilidad en los mercados de dinero y dar más estabilidad a medida que el exceso de liquidez que ha estado presente tantos años se va retirando, así como “guiar los tipos de interés del mercado monetario a corto plazo hacia niveles estrechamente acordes con las decisiones de política monetaria del Consejo de Gobierno”, informa el Eurobanco. El nuevo marco de trabajo fue aprobado en marzo en un Consejo de Gobierno celebrado de forma telemática. Se trata de una cuestión sumamente técnica, pero de primer orden para el BCE, puesto que de ella depende la transmisión de la política monetaria. La elevada liquidez en los mercados en un entorno de tipos elevados implica un doble problema: por un lado, va en contra de la política restrictiva que persigue y, dos, implica que tenga que remunerar a un alto porcentaje ese exceso de liquidez que las entidades financieras están depositando en el BCE.
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