domingo, 22 de septiembre de 2024

Tristezas Musicalis...

«En Asturias cada vez hay menos salas para que los músicos pongan en valor su directo» Marcos Gutiérrez REDACCIÓN ASTURIAS Sala de música Lata de Zinc Sala de música Lata de Zinc Promotores musicales radicados en el Principado creen que la región carece de espacios con capacidad por encima de los 700 espectadores. Estos profesionales también opinan que las administraciones deberían de poner menos trabas para que los locales programen actuaciones en directo 22 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h. Comentar · 2 El anuncio del cierre de la sala ovetense La Salvaje para junio de 2025 ha recortado un poco más la oferta de locales en los que poder programar conciertos en la región. Precisamente, promotores del Principado consideran que con esta pérdida el panorama queda «un poco cojo». Los organizadores de conciertos radicados en la región creen que Asturias carece de un espacio con capacidad por encima de los 700 espectadores. También opinan que las administraciones deberían de poner, siempre dentro de los cauces legales, menos trabas para que los locales de la región pudieran programar actuaciones en directo. «El modelo de consumir la música en directo ha cambiado mucho» Enrique Patricio es el responsable de EP Management, que nace en 1997 como oficina de management de artistas y promotora de conciertos con sede en Oviedo, pero que trabaja en toda España, Europa y América latina. Explica que «hasta ahora, en Oviedo estaba más o menos definido en cuanto a música en directo en salas». En este sentido, «hasta 75 personas tenías el Manglar y la Lata de Zinc, de 75 a 100-130 La Salvaje y a partir de 130 y hasta 200 y poco tenías el Gong, luego a partir de esa cifra y hasta 450 tienes el Tribeca» La Salvaje de Oviedo pone fin en 2025 a diez años de música Marcos Gutiérrez Considera que, no obstante, «a Oviedo le faltan salas a partir de 450, como en su día era Estilo, que disponía de capacidad para casi 2.000 personas». Estima que, con el cierre en junio de 2025 de La Salvaje, «se va a quedar un poco cojo el espectro para conciertos entre 75 y 100 personas», si bien confía en que «aparezca alguna alternativa al respecto». Este promotor y profesional de la representación de artistas apunta que «en Gijón quizá está un poco más complicado el tema, porque no tienes nada intermedio, quiero decir que tienes una sala como el Tizón de hasta 100 personas, pero y luego ya te vas al Casino y el Albéniz, que son locales para meter entre 400 y 600 personas». En definitiva, resalta que «cojea un poco el tema de salas para entre 100 y 300 personas en Gijón». Lo que sí tiene claro es que «para conciertos de más de 700 personas tampoco habría prácticamente nada en Asturias». Pese a todo, considera que «tampoco hay tantos grupos que realmente estén metiendo esa gente, ni tampoco tantas giras, aunque lo parezca, que a las salas les sea rentable». Enrique Patricio cree que «el modelo de consumir la música en directo ha cambiado mucho, sobre todo por el tema de los festivales, de las fiestas y de los conciertos gratuitos y esas cosas, por eso no está pasando por su mejor momento». «Ya apenas hay salas de pequeño o mediano formato» Diego Terente es el cofundador y responsable de Ataque!, discográfica asturiana que se encarga de gestión de derechos, comunicación, marketing, distribución musical y producción de eventos. «Con el cierre de La Salvaje, Asturias vuelve a quedar sin un pilar fundamental en cuanto a salas para conciertos, y esto sigue haciendo mella en la región», resalta. Diego Terente, responsable de la discográfica asturiana Ataque! Diego Terente, promotor musical: «En España hubo un momento en el que era impensable plantearse crear música por todo el pirateo» Marcos Gutiérrez A su juicio, Asturias es una comunidad «en la que cada vez contamos con menos salas para que nuestros músicos pongan en valor su directo». Este promotor cree que apenas hay ya «salas de pequeño o mediano formato, y ya ni hablar de salas de gran formato, donde solo quedan la Sala Estilo en Oviedo, y la Sala Albéniz en Gijón, aunque tampoco son de tan gran formato». Considera, no obstante, que «podría traer algo de luz la renovada plaza de toros de Gijón, donde se prevé que pueda albergar eventos de gran tamaño». La Salvaje, uno de los locales de conciertos más emblemáticos de la ciudad de Oviedo Los músicos asturianos, ante la falta de salas de conciertos: «La cosa está poniéndose jodida» Marcos Gutiérrez «Se deberían dar facilidades para abrir espacios y que los grupos puedan tocar» Omar Fernández es el responsable de The Promouters. «En Gijón ahora mismo tienes el Tizón para tocar en formato de sala pequeña, y luego están La Albéniz y la sala Acapulco y luego en La Buena Vida creo que iban a empezar a hacer conciertos para 800 personas», afirma. Opina que «salas para 500, 600 u 800 personas son para artistas y grupos ya más consagrados, como los Zigarros o Tarque». Considera que sería interesante reproducir experiencias en el resto de Asturias como la de «La Factoría de Avilés, aunque es pública». Omar Fernández apunta que «se echan en falta, por lo menos en Gijón, salas más pequeñas de hasta 150 personas y que no sean un bar, como La Salvaje o la Lata de Zinc en Oviedo». Añade que «en Avilés están haciendo conciertos en El Malecón, se pueden hacer de vez en cuando algunos en el Santa Cecilia, pero no es muy habitual», si bien «no hay una programación muy de seguido» Este promotor recuerda que, hace algunos años, organizaba actuaciones «en la Sala Acapulco y a veces metías 100 personas, lo que en una sala que es enorme hace que quede desangelado». Cree que en el Principado falta una sala «para traer grupos como los que traigo a La Factoría de Avilés, de 200 personas». «Conozco grupos que quieren venir a tocar de fuera y claro, realmente es que no hay salas, como cuando traje a Avilés a Zålomon Grass o King Sapo, grupos que te meten ciento y pico personas, pues no los puedes llevar a la Albéniz o la sala Acapulco», indica. Fernández insiste en que «se deberían dar por parte de los ayuntamientos, el Principado o quien sea facilidades para que se puedan abrir espacios y que los grupos puedan tocar sin impedimentos». Conoce casos de bares, incluso algunos con licencia, los cuales «pueden poner la música a un determinado volumen, pero, sin embargo, no pueden tener un tío tocando la flauta allí a menos volumen». «Al final, la música es cultura y deben de facilitarla, siempre respetando las normas de ruido y de respeto a los vecinos», concluye. Archivado en: Conciertos Música

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