La salida de CEPSA facilita liquidez al atropellado Banco Cántabro.
Santander cierra la venta de Cepsa por unos 2.700 millones de euros
Un año después de comenzar las negociaciones, Banco Santander por fin ha conseguido cerrar la venta del 32,5% de Cepsa por unos 2.700 millones de euros a la compañía estatal de Emiratos Árabes IPIC.
La transacción, intermediada por Rothschild, va a ser ccmunicada esta mañana por la entidad financiera a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) después de haber limado las últimas detalles con el comprador. El precio es 33 euros por acción, muy similar a la última cotización en bolsa de la petrolera. Este precio también será utilizado por Unión Fenosa, ya en manos de Gas Natural, para vender su 5% por unos 430 millones de euros.
No obstante, a esos 33 euros habrá que descontarles los dividendos que se distribuyan antes de la formalización definitiva de la venta -pendiente de las habituales aprobaciones regulatorias- con cargo a los beneficios de 2009.
La operación tiene mucho significado para el banco presidido por Emilio Botín, ya que se trata de la última gran desinversión industrial de la entidad cántabra. Además de las correspondientes y desconocidas plusvalías por la venta de su histórica participación en la segunda petrolera española, la operación le supondrá una inyección de liquidez para apoyar su negocio bancario y una nueva mejora de su solvencia.
De hecho, el grupo presidido por Emilio Botín, que logró cerrar 2008 con un "core capital" del 7,23%, elevará este ratio gracias a la liberación de capital que se producirá con la venta de Cepsa, aunque el mercado espera que no alcance la cota del 7,5%, una cifra que en cualquier caso es mejor que la de muchos grandes bancos europeos.
Santander cuenta con 82,08 millones de acciones en Cepsa, equivalentes al 31,6% de su capital, de los que 32,4 millones de acciones provienen de la oferta pública de adquisición (opa) que lanzó el banco en 2003 a un precio de 28 euros por acción.
El banco había estado a punto de cerrar la venta el verano pasado, pero sus elevadas pretensiones, en un momento de máximos históricos del petróleo, no fueron aceptadas por la firma árabe. IPIC nunca consideró adecuado los más de 45 euros que pedía Botín por su participación, por lo que las negociaciones se paralizaron. Volvieron a retomarse en Navidad, pero de nuevo no hubo acuerdo en el precio.
IPIC es un accionista histórico de Cepsa, de la que tiene un 8,5% desde enero de 1988. Tiene dos consejeros de una sociedad de la que ahora tendrá el 46,1% del capital. Compartirá su accionariado con la francesa Total, primer accionista de Cepsa y que tiene la gestión de la petrolera española.
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