La energía en rojo.

El déficit energético de España supera por primera vez los 3.750 millones al mes


La diferencia entre exportaciones e importaciones alcanza los 41.600 millones en 2008, un 25% más.


En 2008 bajó el consumo de gasolinas y gasóleos un 3,3%, lo que ha permitido dar un poco de aire...
C. R.

Ha insistido en ello esta misma semana de nuevo el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán: "Uno de los retos para el futuro de la economía española es reducir la dependencia y la factura energética exterior". Es la penúltima de las voces que han alertado sobre la cada vez más alta diferencia entre los hidrocarburos que España vende al exterior y los que necesita comprar.

Porque los datos son cada vez más preocupantes para nuestra economía. Según el último informe de Industria, el déficit energético nacional supera ya los 41.500 millones de euros hasta noviembre de 2008. Eso significa que la media mensual es de 3.785 millones, la cifra más alta de la historia.

Como se puede apreciar en el gráfico, la cifra se ha disparado este año 2008. Comparado con 2007, un 25% más desde los 2.765 millones de media de ese año. La cifra es más o menos parecida a la de 2006.

La razón de esta subida hay que buscarla sin duda en el alza del precio del petróleo. Aunque ha repuntado mínimamente y se encuentra en el entorno de los 50 dólares por barril, en algunos momentos de 2008 el Brent ha llegado a valer 150 dólares. Un auténtico mazazo no sólo para la inflación, otro de los tradicionales graves problemas de la economía nacional, sino para nuestra factura energética.

Menos mal que...


El precio del barril del petróleo ha sido el aspecto más negativo y el que ha provocado todo. Por el contrario, ha habido otros condicionantes que han dado un respiro a la factura española y que, de lo contrario, habrían agravado todavía más la situación.

Se trata de la caída del consumo de productos petrolíferos. Según el mismo informe de Industria, esta vez referido a todo el año 2008, en España bajó el consumo de derivados del petróleo un 3,3% respecto al año anterior, hasta los 72,48 millones de toneladas.

Este descenso, provocado por el retraimiento de la economía española a partir sobre todo del segundo semestre del año pasado, se ha producido en todos los derivados del oro negro pero especialmente en gasolinas, cuyo consumo descendió un 6%. Los gasóleos cayeron un 3,9%, al igual que los GLP, mientras que los querosenos, el combustible de los aviones, lo hicieron en un 1,4%.

Otro condicionante a favor de la factura energética española ha sido la evolución del cambio euro-dólar, a favor de la moneda europea. Debido a que las transacciones en este sector se hacen en la divisa americana, que el euro se haya llegado a cambiar casi a 1,5 dólares ha sido un alivio.

Obligados a reducir el déficit


La gran pregunta es cómo reducir esa factura energética. La bajada del barril de petróleo de los últimos meses dará un respiro, pero eso sería dejarlo todo a un agente externo, como la Opep. Es necesario tomar medidas que deje en manos españolas la posibilidad de reducir ese déficit.

Una de esas medidas es apostar por la energía nuclear y reducir el peso del gas en la generación eléctrica, por ejemplo. Aunque el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se ha mostrado ya numerosas veces en contra de esta posibilidad, cada vez hay más voces que le piden que cambie de opinión.

Otra medida, que está ya en marcha, es abrir en España más refinerías, o al menos ampliar las ya existentes. De esta manera, según explican los expertos, se podría ampliar la producción nacional de gasóleos para no tener que comprarlo fuera. Ahora mismo, con datos de diciembre de 2008, el 46% de los productos petrolíferos que importa España son gasóleos, frente al 1,8% de gasolinas.

La razón es sencilla: en nuestro país se produce mucha gasolina y poco gasóleo, pero se consume mucho más gasóleo que gasolina. La consecuencia es que hay que importar gasóleo y exportar gasolina. Cambiar esa tendencia no es posible sin un cambio en las refinerías porque de cada barril de petróleo, técnicamente, no se puede elegir qué producto sacar: ya sale una cantidad fija de gasolina, gasóleo y queroseno.

Reducir el déficit. Ese es el objetivo. La factura energética supone el 40% de la balanza comercial de España. En 2008, por primera vez desde 2002, esa balanza se ha reducido un 1,1% pese al aumento de los productos energéticos (ver apoyo). Pero, aún así, perder cada mes más de 3.700 millones de euros en este apartado dificulta que España pueda salir rápidamente de la recesión. Nucleares, eólica, más refinerías... Todo debería valer.






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20/03/2009 19:29

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Uno de los principales problemas de la economía española, el déficit comercial, dio un ligero respiro en 2008. Según el informe del Banco de España, este apartado se redujo un 1,1%, siendo la primera vez desde 2002 que sucede. La cifra global fue de 104.664 millones de euros, lo que significa que más del 40% corresponde al apartado energético.

Quitando la energía, todo lo demás se comportó mejor que en 2007. Así, la balanza de servicios tuvo un superávit cercano a los 24.000 millones de euros, un 7% más.

Tambien mejoró la balanza comercial, donde está incluida la energía, debido sobre todo a la mejora del déficit de los productos no energéticos, que mitigaron la subida de los productos petrolíferos.

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