viernes, 4 de diciembre de 2009

La Casona de Pereda, sigue dando la nota.

Los máximos ejecutivos del Banco Rojo ? contradicen sus recomendaciones.

Sáenz y Ana P. Botín cobran el dividendo de Santander en efectivo en lugar de en acciones
Publicado el 04-12-09 , por M. Martínez

Alfredo Sáenz, consejero delegado de Santander, y Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto, han optado por cobrar en efectivo el último dividendo de Santander, abonado el 4 de noviembre. El banco dio la posibilidad a sus accionistas de cobrar el importe en títulos de la entidad. De hecho, ésa era la opción por defecto. Si el accionista no indicaba explícitamente que quería el efectivo, se le daban acciones.


La entidad cántabra puso en marcha en mayo un nuevo modelo de retribución al accionista, que ha dado a los inversores la posibilidad de recibir el segundo dividendo a cuenta del ejercicio en efectivo o en acciones de nueva emisión del banco.


Francisco Luzón, responsable del negocio en América, también ha solicitado el pago en metálico, al igual que Juan Rodríguez Inciarte, vicepresidente de Abbey, según las comunicaciones registradas en la CNMV. A fecha de hoy, tampoco consta que Generali haya recibido acciones en la ampliación liberada que Santander realizó en noviembre para articular la opción de la retribución en especie.

Dinámica
En el marco de la renovada política de dividendo, los inversores de Santander recibieron el pasado mes un derecho de suscripción de nuevos títulos por cada una de sus acciones. El valor del derecho se fijó en 0,12 euros. El accionista que eligió el pago en efectivo vendió a Santander dichos derechos al mencionado precio. También tuvo la opción de venderlos en el mercado a su precio de cotización; o conservarlos, en el caso de preferir la retribución en acciones. El inversor necesitaba 91 derechos para adquirir un título nuevo.

Antes de abonarse el dividendo, Alfredo Sáenz controlaba 2,049 millones de acciones de Santander. En el caso de que hubiera vendido sus derechos al banco (y no se hubiera desprendido de ellos en el mercado), habría ingresado 246.000 euros brutos (2,049 millones de derechos x 0,12 euros).

Ana Patricia Botín tiene, de forma directa e indirecta, nueve millones de acciones, lo que eleva la retribución teórica a 1,08 millones. El dividendo percibido por Rodríguez Inciarte ascendería, en el mismo supuesto, a 158.200 euros y en el caso de Francisco Luzón, a 144.200 euros.


Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto
Cinco días después del cobro (durante las sesiones del 9, 10 y 11 de noviembre), Luzón vendió, además, casi 70.000 acciones de Santander. Ingresó 800.000 euros tras reducir ligeramente su paquete de títulos desde 1,201 millones hasta 1,132 millones.

La opción del abono en efectivo no ha sido, en cualquier caso, la predominante entre los miembros del órgano de administración, que en su mayoría han preferido cobrar todo o parte del dividendo en acciones.

Un grupo de 13 consejeros de Santander (ver gráfico), entre los que se encuentra Emilio Botín, presidente de la entidad, ha reforzado su cartera con más de 131.000 títulos del banco. La cifra, no obstante, está por debajo del máximo teórico que podían haber solicitado.

Antes de concretarse el pago del dividendo, estos directivos controlaban 92,44 millones de acciones. Por tanto, podían haber pedido 1,01 millones de títulos: el resultado de dividir los derechos que controlaban (92,44 millones) entre el número de derechos necesarios para suscribir una acción (91).

Fernando de Asúa, que ha comprado más títulos de Santander en los últimos días; Guillermo de la Dehesa; Rodrigo Echenique; Antonio Escámez; Matías Rodríguez Inciarte; Luis Alberto Salazar e Isabel Tocino han cobrado íntegramente el dividendo en acciones. Emilio Botín ha recibido 91.199 títulos en la ampliación liberada. Antes de abonarse la remuneración, controlaba, de manera directa e indirecta, 76,53 millones de acciones, el 0,9% del capital.

Un programa bien recibido por los accionistas
Santander ha defendido desde un primer momento que el nuevo modelo de retribución responde a una petición de sus accionistas y las cifras apuntan en esa dirección. El 81,4% de los inversores del banco ha solicitado la remuneración en especie.

Por ello, Santander ha emitido 73 millones de acciones, operación que también ha servido para reforzar su solvencia, pese a que la entidad siempre ha desvinculado su nueva política de cualquier estrategia para mejorar su capital. El pago en acciones ha aportado unos 10 puntos básicos al core capital (capital y reservas sobre activos ponderados por riesgo).

La rentabilidad por dividendo de Santander es del 4,61%, frente a la media del 4,38% de los bancos del Ibex, según FactSet. La entidad prevé mantener el pay out (beneficio destinado a dividendo) en el 50% y espera repetir este ejercicio el resultado de 2008 (8.876 millones). Pero en el último año, el número de acciones ha pasado de 6.250 a 8.200 millones, con lo que el dividendo por título caería. Los expertos esperan que Santander reparta 0,54 euros con cargo a 2010, frente a los 0,65 euros de los dos últimos ejercicios.
El valor sube en bolsa un 73,5% en lo que va de año.

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