A la fuerza ahorcan, los Bancos sin un chavo, tiran la casa por la ventana.
Carrera por los depósitos
Nuria Salobral - 20/02/2010
Vinculación al máximo con una caja de ahorros pequeña y aportando dinero nuevo. Esa es la consigna para obtener la mayor remuneración posible en un depósito a plazo, en un momento en que la generosidad en la remuneración del ahorro se ha agotado y en que las entidades mejoran con cuentagotas estos productos a cambio de que el cliente aporte negocio por otras vías, como los fondos de inversión o los seguros.
Los momentos de gloria de los depósitos pasaron. Atrás quedaron las rentabilidades del 6% a un año, sin pedir casi nada a cambio, que se ofrecían en los momentos más agudos de la crisis de liquidez de finales de 2008 y principios de 2009. Sin embargo, el producto sigue vivo en la oferta de las entidades financieras, aunque las reglas de juego hayan cambiado. La banca continúa necesitada de la estabilidad que proporcionan los depósitos al balance, más aún cuando la financiación en los mercados de capitales se está encareciendo de nuevo por culpa del aumento de la prima de riesgo en España. Las entidades financieras vuelven a engrasar la potente maquinaria de captación de depósitos de sus redes de oficinas, aunque en esta ocasión con más limitaciones que hace un año. Así, los tipos de interés están en el mínimo histórico del 1% y la escasa actividad en créditos y la repreciación de las hipotecas dejan poco margen para remunerar el pasivo.
La contratación de productos adicionales más allá del depósito, como fondos de inversión, planes de pensiones, seguros de hogar o de vida o el compromiso de determinado consumo en tarjeta, son por tanto la puerta de acceso a las mayores rentabilidades del mercado. Y se encontrarán probablemente con mayor facilidad no en un banco sino en una caja de ahorros, más dependientes de los depósitos para obtener financiación. Obviamente, las mejores ofertas se reservarán para los clientes que, además de vinculados, aporten dinero fresco.
Caixa Penedès ofrece una de las mayores rentabilidades en depósitos a un año, de hasta el 5% TAE. La remuneración de partida es de sólo el 1,5% pero va a aumentando a medida que se estrechan los lazos del cliente con la caja: primero la nómina o la pensión domiciliada; después un consumo mínimo en tarjetas, para terminar contratando fondos de inversión o pensiones y una amplia gama de seguros (hogar, vida, auto y salud), que llevan hasta el 5% de rentabilidad a un año.
De hecho, para obtener una rentabilidad superior al 3% en una imposición al plazo de un año hay que estar dispuesto a realizar inversiones o gastos más allá del depósito. Sabadell ofrece el 4% TAE a doce meses, desde 600 euros, si se domicilia la nómina, se contrata un seguro de hogar y de vida y se realiza una aportación o traspaso a un plan de pensiones. Banesto tiene en campaña un depósito a un año al 3% TAE y que ofrecerá el 4% si la Selección Española de Fútbol gana este año el Mundial. A cambio, y desde un importe mínimo de 3.000 euros, es necesario domiciliar dos recibos y realizar cinco movimientos con la tarjeta de débito cada seis meses, requisitos en todo caso más leves que la contratación de un fondo o un seguro.
Aun así, y aunque la vinculación sea requisito casi universal a cambio de rentabilidad, también hay productos competitivos en los que basta con aportar dinero nuevo. Caja Navarra ofrece, sólo por internet, un depósito a un año al 3% TAE que no requiere la contratación de productos adicionales. Y Pastor paga el 3,18% a un plazo de año y medio en un depósito que no exige contratar otros productos y que abona los intereses por anticipado. En Barclays, la imposición de dinero nuevo de otras entidades a un plazo de dos años se remunera al 2,53%, sin otros requisitos.
La vinculación no sólo se mide por el número de productos sino por el tiempo de fidelidad a la entidad. Bancos y cajas están alargando el plazo de sus depósitos en oferta, con el objetivo de retener al cliente durante más plazo, anticipándose de este modo a un horizonte de tipos al alza que exigirá pagar remuneraciones más altas por los depósitos futuros. "Este año veremos abundancia de depósitos al 3% ó 4% TAE a un plazo de entre año y medio y dos años, e incluso tres años", explica el responsable de pasivo de una entidad bancaria.
"Nuestra estrategia comercial en pasivo se basa en primar a los clientes que nos generan negocio cruzado. No estamos entrando alocadamente en guerras de precios", afirman en Caja Duero, donde ofertan un depósito al 3% TAE a tres años. Unicaja comercializa un depósito con interés creciente a un plazo de cinco años, una TAE del 3%, sin penalización por cancelación anticipada y sin ningún tipo de vinculación. A un plazo más corto, de seis meses, la caja andaluza ofrece el 2,5% TAE.
Caixa Catalunya cuenta con un depósito a cinco años, al 3,23% TAE para clientes vinculados. Si sólo se contrata el depósito, la rentabilidad de cada año queda en el 2,58% TAE.
En las inversiones a plazos superiores, el cliente deberá tener en cuenta la evolución futura de las condiciones del mercado. La subida de tipos de interés que los expertos auguran para finales de este año o comienzos del próximo dará margen a la banca para elevar rentabilidades en los próximos meses. Por tanto, lo aconsejable es contratar plazos no demasiado largos, a menos que la rentabilidad compense la prolongación del plazo del depósito.
Las ofertas más rentables a menudo van también asociadas a un volumen de inversión elevado. Banco Santander, que renuncia a competir abiertamente en el precio de sus depósitos, ofrece un 2,5% TAE a doce meses, con requisitos de vinculación, a sus clientes de banca personal, lo que dispara el importe mínimo del producto a nada menos que 150.000 euros. Para el común de los clientes, el importe mínimo oscila entre los 600 euros del depósito al 4% TAE de Sabadell a un año hasta los 50.000 euros del depósito al 2,10% TAE de ING Direct al mismo plazo. Si el banco naranja rebaja el listón a al menos 10.000 euros, la remuneración se reduce también, al 1,90% TAE.
La cancelación anticipada del depósito supone una merma en la rentabilidad del producto, si bien algunas entidades establecen momentos de reembolso sin coste en los plazos más largos. Así, Barclays ofrece ventanas de salida cada cuatro meses para abandonar sin penalización su depósito a dos años.
Una salida precipitada es menos traumática cuando el pago de intereses es mensual o trimestral y no al vencimiento Es más, algunas entidades están utilizando el reclamo del pago de intereses por adelantado, al contratar el depósito. Es el caso de Pastor o Popular -con un depósito al 3,5% TAE a dos años, no cancelable-.
En la búsqueda de fórmulas con las que compensar la tibieza de la remuneración de los depósitos a plazo tradicionales, las entidades también están apostando por los depósitos estructurados, que garantizan el capital invertido y vinculan todo o parte de su rentabilidad la renta variable. La Caixa dispone de un producto en el que el 40% del capital se remunera al 4% nominal a seis meses y el 60% restante, a un plazo de dos años y medio, a la suma de rendimientos mensuales del Ibex.
Caixanova ha lanzado un producto que dedica la mitad del capital a un depósito a plazo al 3,5% TAE a seis meses y la otra mitad referencia su rentabilidad a la evolución de las acciones de Telefónica.
Claves para una elección acertada
La búsqueda de la mayor rentabilidad del mercado requiere una amplia batida por las entidades financieras y asumir que las ganancias quedan para los clientes que aporten más dinero y más productos vinculados.
1. El tamaño de la entidad puede ser un indicativo revelador. Santander o BBVA han renunciado a entrar en la guerra de precios y, en el polo opuesto, aparecen algunas cajas de ahorros de tamaño pequeño y mediano.
2. Grandes y pequeñas entidades premian por encima de todo la vinculación del cliente. La domiciliación de la nómina o la pensión es el primer paso, al que sigue el consumo de tarjetas, la contratación de seguros y las aportaciones a fondos de inversión o planes de pensiones.
3. La lógica sugiere que a mayor plazo, mayor debería ser la remuneración del depósito. Pero esta premisa no es infalible y hay ofertas a tres o cinco años con una rentabilidad similar a la de algunos depósitos a un año. La decisión de invertir a mayor plazo debe tener en cuenta el actual escenario de tipos de interés al alza. En el futuro, es de esperar que los nuevos depósitos bancarios renten más.
4. El momento del cobro de los intereses puede ser un factor determinante, en especial en los depósitos a mayor plazo. Algunos de ellos compensan una mayor permanencia con el pago de los intereses por anticipado o con fórmulas que permiten la cancelación anticipada sin penalización, aunque sólo en momentos muy concretos. Numerosos productos permiten elegir entre el cobro de intereses mensual, trimestral, semestral o anual.
5. La cantidad disponible para invertir en el depósito también marca fronteras en la rentabilidad. Las mejores ofertas suelen incorporar la exigencia de un importe mínimo que raramente desciende de los 3.000 euros.
6 La combinación de un depósito con un fondo de inversión o un plan de pensiones ofrece para la imposición a plazo rentabilidades superiores, de hasta 5% a un año, a las del depósito tradicional.
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