Las grandes fortunas vacían de capital sus Sicav
En el último año, cientos de millones han salido ya sin tributar a Hacienda
El Gobierno llega tarde para intentar recaudar más a las Sicav. Durante los últimos años, las grandes fortunas han reducido el patrimonio de sus vehículos de inversión sin pagar ni un euro a Hacienda. Así, los grandes patrimonios han retirado unos 137 millones de euros de 33 Sicav sólo en 2010 a través de reducciones de capital con devolución de aportaciones. El único impuesto que se les ha podido cobrar es el de transmisiones, que oscila entre el 0,5% y el 1%, según la autonomía en la que esté domiciliada la Sicav en cuestión. Hasta 1.000 millones se habrían ahorrado en los ultimos años, en los que las grandes fortunas han vaciado de capital sus empresas de inversión
No ha habido incremento de la tributación para las sociedades de inversión colectiva en capital variable (Sicav). El Gobierno ha optado por mantener la fiscalidad del 1% para estas sociedades, pero ha puesto un freno a la retirada de fondos de las mismas a través de reducciones de capital.
Como consecuencia de los rumores de posible cambios fiscales y la necesidad de liquidez de muchos empresarios han sido legión las Sicav que han reducido su capital en los últimos meses. Hasta ahora este tipo de operaciones no tributaban como plusvalías y permitían a los accionistas diferir la liquidación a Hacienda del beneficio obtenido por sus inversiones a través de Sicav.
Ahora, el retorno de capitales a través de la reducción del número de acciones tendrá un régimen idéntico al de las plusvalías, un 19% hasta 6.000 euros y el 21% a partir de esa cantidad. El Gobierno había detectado que muchos integrantes de las sociedades de inversión colectiva obtenían ganacias reduciendo su participación.
Los grandes patrimonios han retirado unos 137 millones de euros de 33 Sicav en 2010 a través de reducciones de capital con devolución de aportaciones.
El único impuesto que se les ha podido cobrar es el de transmisiones, que oscila entre el 0,5% y el 1%, según la autonomía en la que esté domiciliada la Sicav en cuestión.
Fuentes financieras señalan que en torno al 90% de las Sicav españolas cuenta con un patrimonio inferior a los tres millones -el mínimo legal es de 2,4 millones-, de forma que su margen para reducir capital es mínimo. "Muchas de las más grandes lo han hecho, pero hace años", explican. Por ejemplo, respecto al cierre de 2007, Amancio Ortega ha retirado unos 320 millones de euros de Keblar, su mayor Sicav, y cerca de 300 millones de su otro gran vehículo, Alazán Inversiones 2001.
Sin embargo, durante los últimos años, estas gestoras han podido evitar hasta 1.000 millones de impuestos en reducciones de capital. Así, la gestora de la familia Del Pino fue la más rentable de las grandes firmas durante 2009. El éxito de sus sicav no impidió que la familia Del Pino retirase 100 millones de euros de una de sus sociedades, Keeper Inversiones. Para ello, estos inversores redujeron en un 75% el capital de la sociedad.
En general, muchos inversores, como Amancio Ortega, la familia Sanahuja, los Serratosa Caturla o la familia Polanco, optaron por reembolsar dinero de sus sociedades. Por ello, Morinvest, la principal sociedad de Alicia Koplowitz se ha convertido en la mayor sicav de España, con 442 millones de euros de patrimonio gestionado. Keblar, de Amancio Ortega, había liderado este ránking durante los últimos años. Pero las reducciones de capital efectuadas por el fundador de Inditex han desinflado la sociedad hasta dejarla como la décima mayor de España, con 175 millones de euros de patrimonio. Lo mismo ha ocurrido con las otras dos sicav del empresario gallego, Alazán Inversiones 2001 y Gramela, que ya ni siquiera aparecen entre las mayores de España.
En el caso de las grandes fortunas valencianas, hay tres Sicav que hasta el 30 de junio registraban descensos significativos de sus acciones en circulación. Significativo ha sido el caso de East Star, presidida por Vicente Lladró. En el primer semestre del año, la Sicav ha reducido sus acciones en circulación un 28%.
También la Sicav presidida por Federico Serratosa Caturla prefirió reembolsar capital antes que repartir dividendos, cuya tributación es mayor. East Wind Inversiones redujo acciones en circulación en un 15,1%. Su patrimonio descendió en conjunto un 17,92% al pasar de 5,3 millones de euros a 4,4 millones entre enero y junio. La rentabilidad negativa del período fue del 3,28%.
Tras anteriores ejercicios de ganancias, las grandes fortunas ya no podrán recuperar fondos de sus sociedades de inversión a través de reducciones de capital sin tributar a Hacienda en el momento de la operación por las plusvalías correspondientes.
Los activos financieros con sello español están estigmatizados y, desde que estalló la crisis, han ido perdiendo cada vez mayor peso en las carteras de las grandes fortunas españolas.
Teniendo en cuenta el patrimonio total que se administra a través de estas sociedades –31.481 millones en 2007 y 26.417 millones, en 2010–, se desprende que, antes de la crisis, las sicav tenían el 54%de su patrimonio total colocado en activos españoles, mientras que, en 2010, este porcentaje se ha reducido al 41%.
Si a finales de 2007 el peso de las imposiciones a plazo fijo en las carteras de las principales sicav españolas apenas rondaba el 2,4%, en junio de este año el porcentaje se ha disparado hasta el 16,1%.
Apuesta por la renta fija
La inestabilidad de los mercados bursátiles, víctimas del temor inversor a una recaída de la economía mundial (el Ibex perdió ayer un 1,65% y acumula un descenso del 15,8% desde principios de año). Y de otro, las tentadoras rentabilidades ofrecidas por los depósitos, fruto de la ofensiva desplegada en los últimos meses por las entidades financieras para captar recursos, financiarse o ganar cuota de mercado.
Ejemplos como los de la sicav NN 2003 Inversions, propiedad del ex presidente del FC Barcelona José Luis Núñez, que ha destinado más del 80% de su patrimonio a estos productos, o de Morinvest, vehículo inversor de Alicia Koplowitz, que tiene el 28,4% en depósitos, ilustran el tirón que la guerra del pasivo ha tenido entre las grandes fortunas, que lo son, precisamente, por saber dónde, cómo y cuándo invertir su dinero. De ahí que no sorprenda que las inversiones en activos españoles de estos vehículos haya ido perdiendo peso en favor de los internacionales, donde las perspectivas económicas, sin ser tampoco excesivamente halagüeñas, son menos sombrías que en España.
M. Tortajada
Esta semana
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