domingo, 17 de octubre de 2010

Manualillos de Inversión ( 1 )

HACIENDA VÁ POR bARRIOS...

¿En qué comunidad vive? Guía práctica para aclararse con la fiscalidad regional

16.10.2010 M. T. 0
Ojalá el Banco de España se confundiera más en sus previsiones en materia fiscal. El pasado mayo, la entidad financiera advertía que era “inevitable tener que recurrir al incremento de los recursos mediante las figuras tributarias”. Sólo dos semanas después, el Ejecutivo confirmó que elevaría el IVA y el IRPF, más la tributación del ahorro, un paquete con el que espera recaudar 10.200 millones de euros.
Pero la tentación de subir impuestos no se ha quedado ahí. Las comunidades han cogido ahora el relevo, dibujando un mapa fiscal muy distinto en función del territorio.
¿Qué tributos controlan las autonomías?
El Estado ha cedido a las comunidades el 50% del IRPF y del IVA, la totalidad de los impuestos sobre el Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, así como los tributos sobre el juego. Las regiones también tienen bajo su control el 58% de los impuestos especiales sobre la cerveza, vino y bebidas fermentadas; productos intermedios, alcohol y bebidas derivadas, hidrocarburos y labores del tabaco. Dentro de los impuestos especiales, el Ejecutivo le ha traspasado los tributos que afectan a la electricidad, determinados medios de transportes y las ventas minoristas de determinados hidrocarburos.
¿Pueden tocarlos a su antojo?
Tras una década prodigiosa para la recaudación y la expansión del gasto, los gobiernos regionales han tenido que planificar sus cuentas de 2010 con un colchón de recursos mucho más humilde: sólo las entregas a cuenta (principal transferencia del Estado) se recortará un 15%.
Para hacer frente a esta sequía, los territorios gobernados por el Partido Socialista se han puesto de acuerdo para elaborar un castigo fiscal conjunto, centrado en las rentas más altas, pero sin descartar tocar la fiscalidad verde o las deducciones autonómicas. Por el contrario, existe otro bloque –Madrid, Navarra, Castilla y León, La Rioja, Valencia y Murcia– que se resiste aplicar esa receta en tiempos de crisis. Es decir, cada comunidad puede jugar sus cartas como quiera. Lo que ocurre es que es muy extraño que regiones de un mismo signo sigan una política fiscal diferente, de modo que para evitar la incongruencia se han alineado.
El furor arranca en Cataluña
La Generalitat fue la primera en mover ficha para redoblar la recaudación. En junio, anunció el aumento de la presión fiscal del tramo autonómico del IRPF para los contribuyentes con rentas superiores a los 120.000 euros, lo que supone un 0,5% de los catalanes sujetos a este impuesto.
La subida será progresiva y en dos tramos: el primero a partir de los 120.000 euros de renta, cuyos contribuyentes se verán afectados en dos puntos, pasando a tributar del 21,5% al 23,5%. El segundo tramo es para las rentas a partir de los 175.000 euros anuales, que se gravarán con cuatro puntos adicionales, pasando del 21,5% al 25,5%.
La medida supondrá unos ingresos extra de 75 millones de euros, pero con este gesto el tripartito intenta calmar al sector más a la izquierda del electorado, un acercamiento al que le ayudan los hilos de la política fiscal.
La ola impositiva se propaga por Asturias, Extremadura...
El Principado también se ha decidido a subir la parte autonómica del IRPF como medida recaudatoria, creando dos tramos (para las rentas de más de 100.000 euros anuales el tipo sube del 43% al 45% , mientras que para las superiores a los 175.000 euros el tipo sube al 46%). Además, subirá el canon de saneamiento un 10%, mientras el impuesto de Sucesiones repuntará en un punto para las herencias de más de 400.00 0 euros. El paquete recoge también la subida del impuesto de Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados, que pasa del 7% al 8%.
Mientras, en la comunidad extremeña el tramo autonómico del IRPF se incrementará en un 0,5% para rentas superiores a 60.000 euros; un 1% las de más de 80.000 euros y un 2% para las que superan los 100.000 euros. Por su parte, quienes ingresen más de 120.000 euros, el impuesto pasará del 43% actual al 46%.
El redoble impositivo en Andalucía es de uno, dos y tres puntos, respectivamente, para las rentas de entre 80.000 y 100.000 euros anuales; las superiores a 100.000 y las que pasan de 120.000 euros. Pero, además, la región andaluza apuesta por la implantación del céntimo sanitario y otras tasas ingeniosas, como una que penaliza las bolsas de plástico (cada consumidor pagará 30 euros al año, como adelantó EXPANSIÓN el 2 de septiembre).
Y el contagio llega al País Vasco
El Gobierno vasco quiere sumarse a la subida fiscal anunciada por Cataluña. El diputado general de Álava, Xabier Agirre (PNV), plantea un recargo de dos puntos para las rentas de más de 150.000 euros y la revisión de las exenciones del Impuesto sobre Sucesiones. Cantabria y Baleares también están tentadas a seguir la estela catalana.
¿Hay alguna que renuncie a las subidas?
Por ahora, cinco. La Comunidad de Madrid, entre otras medidas, prepara una deducción en el IRPF para las familias con dos o más hijos y rentas inferiores los 24.000 euros. Navarra rebajará en 3 puntos el Impuesto de Sociedades para pymes y Castilla y León establece una nueva deducción en el IRPF por inversión en nuevos sistemas energéticos. La Rioja rebajará en un 20% el pago del impuesto que grava los Actos Jurídicos Documentados para la compra de una vivienda y Valenciana prepara una deducción del 10% en la cuota del IRPF para las familias con rentas más bajas. Murcia ultima un paquete fiscal que ayude a la compra de una vivienda.
¿Qué más desigualdades territoriales hay?
Navarra anunció que mantendrá sin cambios la deducción general por compra de vivienda, eliminada a nivel estatal, y el País Vasco quiere adaptar el IRPF a la inflación mediante un ajuste de las tablas.

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