martes, 11 de enero de 2011

Burbujítas Facilonas.....

Francia abre una bolsa de valores para el arte

Gerardo Lissardy

BBC Mundo, París

"Forma irregular" es una de las piezas disponibles en la bolsa. Cortesía de la galería Yvon Lambert

Una bolsa de valores para obras de arte abrió en París este lunes con el objetivo de atraer inversores dispuestos a comprar acciones de pinturas valuadas a precios fuera de alcance para la mayoría del público.

El proyecto, denominado Art Exchange, propondrá a personas de todo el mundo la posibilidad de adquirir a través de un sitio de internet apenas una porción del valor total de obras modernas de más de US$130.000.

Esas acciones, a partir del equivalente a US$13 cada una, cotizarán en la web y su precio fluctuará según la oferta y demanda, como ocurre en las bolsas de valores convencionales.

El innovador proyecto podría abrir el mercado del arte a un público ajeno a él hasta ahora, pero ya despertó críticas de expertos, que creen que el arte es algo más que un simple producto financiero.

"Obras mayores"

"Se trata de una plaza financiera para las obras de arte", le dijo a BBC Mundo Pierre Naquin, el empresario de 26 años que encabeza A&F Markets, la compañía que lanzó el proyecto.

Se trata de una plaza financiera para las obras de arte
Pierre Naquin, A&F Markets
Las obras en venta, de fines del siglo XIX en adelante, serán proporcionadas por algunas galerías de arte que decidieron participar en la iniciativa, pero también directamente por artistas.

"Todas las obras seleccionadas son obras mayores, de artistas reconocidos", afirmó Naquin y explicó que eso será una garantía para los inversores mientras comienza a funcionar y conocerse el esquema.

Una de las primeras obras que salió al mercado este lunes es un óleo sobre papel del fallecido artista estadounidense Sol LeWitt, titulado "Irregular Form" ("Forma irregular"), de 1998, valorado en US$142.000 y dividido en unas 11.000 acciones.

También cotiza en esta bolsa de valores una pieza del italiano Francesco Vezzoli, "The Premiere of a Play That Will Never Run", valuada en US$174.000.

Igualmente está previsto que se pongan en venta títulos de esculturas y fotografías.

Propiedades colectivas

Si el capital total recaudado mediante Art Exchange por una obra alcanza un valor determinado en determinado período, la transacción se concreta y la pieza "pertenecerá a todos los inversores", explicó Naquin.


Una bolsa, pero para arte y online.

"Lamentablemente, no van a poder colgarla en sus salas pero buscaremos que la obra esté visible, ya sea en las galerías con las que trabajamos o en museos", agregó.

En cambio, si las ventas son inferiores a 20% del total de las acciones, la pieza volverá a su propietario inicial, ya sea la galería o el artista.

El sitio cobrará una comisión de 0,5% sobre cada transacción, sea compra o venta.

Naquin espera que las inversiones superen rápidamente el equivalente a US$1,3 millones.

La empresa asegura que, además de las ganancias que puedan obtener con la compra y venta de acciones, los inversores podrán beneficiarse de las exenciones impositivas que hay en Francia para el mercado del arte.

"Otro canal"

En los últimos tiempos hubo proyectos de bancos e instituciones para incursionar en el mercado de arte con fondos colectivos, pero la idea de concebir una obra como una suma de acciones que cotizan es singular.

Naquin cree que el proyecto aportará "transparencia" al mercado del arte y puede atraer desde inversores del mundo financiero hasta particulares interesados en el arte.

Las personas van a seguir comprando arte por placer; los coleccionistas van a seguir comprando obras en el mundo entero. Esto es otro canal de venta para otro público
P. Naquin
Sin embargo, otros dudan de que la idea pueda funcionar.

Anne Lahumière, ex presidenta del Comité Profesional de Galerías de Arte francesas, dijo que uno de los problemas es que los compradores de acciones que esperen una plusvalía ignorarán cuándo aumentará el valor de la obra.

Propietaria de una galería en París y experta en el mercado local de arte, Lahumière afirmó, además, que debe haber un placer y un conocimiento específico a la hora de invertir en una pintura o una escultura.

"Personalmente, yo compro una obra de arte porque pienso que es de un buen artista y me da placer tenerla en mis paredes", le dijo a BBC Mundo.

Pero Naquin aseguró que cualquiera que ponga dinero de su bolsillo en el trabajo de un artista determinado deberá al menos interesarse en lo que ese artista ha hecho.

"Las personas van a seguir comprando arte por placer; los coleccionistas van a seguir comprando obras en el mundo entero. Esto es otro canal de venta para otro público", sostuvo.

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