Fainé pide al Gobierno el mismo trato para bancos y cajas de ahorros
04.02.2011 MADRID/BARCELONA M.Martínez/S.Saborit 1
La patronal quiere que no se discrimine a las cajas, exigiéndoles mayor solvencia que a los bancos. Hay temor a que las ayudas del Frob no sean consideradas fondos core capital.
Isidro Fainé conversa con José Luis Rodríguez Zapatero. | Elena Ramón
El Gobierno acelera los contactos para consensuar el nuevo decreto ley sobre el marco legal de las cajas de ahorros. El Ministerio de Economía intenta pactar la reforma con los partidos políticos y las autonomías (ver información adjunta) y, ante todo, con el sector de cajas. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, y el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, mantienen un contacto permanente con Isidro Fainé, presidente de la patronal Ceca.
Ayer mismo, el máximo responsable de La Caixa mantuvo una reunión privada de una hora con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Salgado, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y el presidente de la patronal de cajas germana, en el marco de la visita de la canciller Angela Merkel a España, para tratar la situación del sector.
El Ejecutivo y la patronal de cajas intentan alcanzar un acuerdo en tres puntos que les distancian. En primer lugar, el sector quiere que las nuevas exigencias de capital planteadas por el Gobierno sean iguales para bancos y cajas. Con la propuesta que hay sobre la mesa, los bancos deben alcanzar una ratio de core capital o recursos propios de máxima calidad del 8%, frente al porcentaje de hasta el 10% que se pretende exigir a las cajas. El sector considera que esta medida discrimina a las cajas.
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EXPANSIÓN EN ORBYT
El director general de Unnim, Enric Mata, anunció ayer que “es probable” que Ceca presente un recurso a la nueva normativa, que establece diferencias de trato entre cajas y bancos.
“Tenemos que esperar al nuevo decreto, pero parece que la discriminación hacia las cajas es clara y poco entendible”, afirmó Mata, tras asegurar que este sentimiento de indignación es compartido por todas las entidades. Según señaló, si Ceca no presenta finalmente el recurso, podría hacerlo directamente alguna caja a título individual. Rodrigo Rato, presidente de BanCaja Madrid, también ha indicado esta semana que es la primera vez en la historia que se hace una diferenciación en la regulación entre bancos y cajas, lo que altera la competencia en el sector bancario.
Definición y plazos
El segundo punto que distancia al Ejecutivo y las cajas es la definición de core capital, en la práctica, qué recursos podrán computar a la hora de calcular las nuevas ratio de solvencia. En el sector están recibiendo mensajes insistentes por parte de Economía de que las ayudas públicas del Frob ya recibidas en forma de préstamos temporales a través de participaciones preferentes (más de 11.000 millones) no se consideren capital de máxima calidad.
El sector, por otra parte, pide más flexibilidad en los plazos para alcanzar el nuevo listón de solvencia, el tercer punto en discusión. Reclama que aquellas entidades que presenten al supervisor un plan consistente de recapitalización tengan mayor holgura para lograr la solvencia requerida y evitar la nacionalización.
El plazo previsto acaba en septiembre y las cajas piden que se amplíe a diciembre, en el caso de entidades que han iniciado procesos de captación de fondos a través de road show (presentación a inversores) y salidas a bolsa. A estos obstáculos se unirían diferencias de enfoque entre el Banco de España y Economía.
El nuevo decreto enfrenta a Gobierno y CCAA
El Ejecutivo también negocia la reforma con los partidos políticos y las comunidades autónomas, un escollo que ha marcado desde su arranque todo el proceso de reestructuración del sector. El Gobierno apura los plazos para atar la legislación que plasmará en breve las nuevas exigencias de capital que deberán cumplir este año bancos y cajas. Aún no hay un documento de trabajo formal, sino ideas que el Ministerio de Economía está transmitiendo a las distintas partes. El departamento que dirige Elena Salgado está encontrando dificultades para cerrar un acuerdo con CiU y PNV, así como con los barones del PSOE y del PP.
Partidos y autonomías rechazan cualquier modificación legal que restrinja las competencias de las regiones sobre las cajas, aún más a escasos cuatro meses de las elecciones municipales.
El pacto con la patronal Ceca también estaría lejos. Incluso habría discrepancias entre Economía y el Banco de España. Con todo, el Gobierno podría presentar la norma la próxima semana.
Vuelta de tuerca
El Ejecutivo central ha planteado la reforma como un plan de reforzamiento de las entidades para disipar dudas sobre su solvencia. Pero el sector y las autonomías lo han recibido como una vuelta de tuerca para pastorear a las ovejas hacia una única senda: la conversión en bancos bajo riesgo de nacionalización parcial y temporal.
El abandono del antiguo modelo de caja alejaría a los nuevos grupos de la órbita de de las administraciones públicas. Su influencia se limitaría a la gestión de la Obra Social, financiada con los dividendos que perciban las cajas de sus nuevos bancos.
Estas tiranteces añaden un capítulo más a la lista de desencuentros entre el Gobierno central y los autonómicos, que en 2010 se enfrentaron incluso en los Tribunales.
El Ejecutivo afrontó hace un año una avalancha de recursos de inconstitucionalidad de las comunidades al marco del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) por posible invasión de competencias. Ningún recurso paralizó la norma.
Aznar aboga por la privatización
El ex presidente del Gobierno José María Aznar abogó ayer por “una privatización completa de las cajas, porque dará lugar a un saneamiento completo del sistema”, en una conferencia sobre el futuro de Europa organizada por la Fundación Bancaja, informa Julia Brines.
Dijo que no entendió bien desde un principio las fusiones frías o SIP “y cuando pedí que me los explicaran seguí sin entenderlos. Tenía sospechas de que no iba a salir demasiado bien y no me he equivocado”. En cambio, aplaudió el proceso de la reforma financiera. “Ahora se quieren acelerar las cosas y hacerlas mejor, cosa que me parece bien”, señaló.
Afirma que es uno de los elementos básicos para que vuelva a fluir el crédito en España. En cuanto a la capitalización de la banca, considera que “si es pública, habrá más exigencias de la Unión Europea”. Pero en cualquier caso, hay que cambiar el sistema “si no, habrá dificultades para encontrar capitalización privada”, añadió.
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