Más presión para Draghi
El italiano Mario Draghi se estrena hoy en el trono del Banco Central Europeo (BCE). Llegaba ya en una situación complicada, por la gravedad de la crisis de la deuda, pero todavía se ha complicado más, tras el revés de Grecia.Es por eso que los miembros del OBCE, Observatorio del Banco Central Europeo, piden que el italiano se estrene con una rebaja de tipos contundente. La mayoría, de hecho, considera oportuno reducir el precio del dinero en 50 puntos básicos desde los niveles actuales.
La inflación se situó en septiembre en el 3%, muy por encima del objetivo del BCE, pero, como marcan los estatutos, la institución se mueve por expectativas de precios y éstas parecen estar controladas. “Tanta precaución ante los posibles riesgos inflacionistas en la salida de la crisis, nos ha llevado a errores que pueden desembocar en una recaída”, explica José Ignacio Navas, de Novacaixagalicia.
Los mercados están hoy expectantes ante la actuación del nuevo presidente del BCE.
Los economistas ven ya necesario que la institución active la máquina de imprimir billetes.
La institución monetaria ha elevado los tipos de interés en dos ocasiones durante este año, en abril y junio. Pero el nuevo presidente debe corregirlas. “El colapso de los mercados en la eurozona y una nueva crisis institucional tras el anuncio de referéndum por parte de Grecia no deja más salidas al BCE que anular las dos subidas que acometió de forma precipitada antes del verano”, añade Daniel Manzano, de AFI.
“Draghi debe iniciarse con la rebaja de tipos que Trichet no ha sido capaz de acometer para corregir la grave equivocación de subirlos cuando las expectativas de inflación a medio plazo estaban por debajo del 2%”, considera Guillermo de la Dehesa, presidente del OBCE y del CEPR.
Pero una rebaja de tipos no sería suficiente. Draghi debería, según los expertos, lanzar señales de que seguirá aplicando todas las medidas no estándar que tiene a su disposición. “Un impulso monetario significativo, acompañado de la continuación de los programas de provisión de liquidez y de compra de bonos, es una de las pocas armas de política económica expansiva que le queda a la Unión Economía y Monetaria”, señala Javier Andrés, profesor de la Universidad de Valencia.
Es decir, los economistas creen que el BCE debería plantearse ya poner en marcha la máquina de imprimir billetes, a la que tanto se ha opuesto el ya predecesor de Draghi, Jean-Claude Trichet. Una estrategia similar a la ya aplicada por la Reserva Federal de EEUU, el Banco de Japón o el Banco de Inglaterra. “Debe bajar los tipos en 50 puntos básicos y mantener el sesgo bajista (posibilidad de más recortes en el corto plazo). A su vez, debe dejar bien claro que estará dispuesto a hacer más, incluyendo una expansión cuantitativa”, sostiene Ángel Ubide, de Tudor Investment.
Para José Luis Martínez, de Citi, un recorte de 25 puntos básicos sería suficiente para “facilitar una mejora en la percepción del mercado”. Por su parte, Jordi Gual, de La Caixa, se separa del grupo y ve preciso un mantenimiento del precio del dinero al tratarse de la primer reunión de Draghi, pero con un claro sesgo bajista.
El mensaje
Las autoridades fiscales carecen de las herramientas necesarias para responder a una segunda recesión y queda en manos de los bancos centrales asegurar el apoyo al crecimiento mediante una bajada de tipos, dicen los economistas.
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