viernes, 3 de febrero de 2012

Lo firmamos....


Reforma financiera: Para variar… en la buena dirección pero insuficiente

“Según el cristianismo, San Blas –cuyo día es hoy– era conocido por su capacidad para realizar curaciones milagrosas. Prácticamente es algo así lo que se espera de la reforma sobre el sector financiero que aprobará hoy el Congreso de los Diputados”. Los expertos de Bankinter ironizan, pero lo cierto es que hasta el propio ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, reconocía ayer cuando presentaba la reforma financiera que este puede no ser el final de la reestructuración bancaria en España. 

El Ejecutivo pretende, en palabras del responsable de la cartera de Economía, acelerar el saneamiento del sector para recuperar la confianza de los mercados internacionales en España, y relajar el coste de financiación de la banca y del Tesoro. Por el camino, otros objetivos: que las entidades tengan una dimensión crítica, “aunque en realidad creemos que se quiere forzar que las grandes entidades sanas ‘digieran’ y hagan desaparecer a las enfermas, sean del tamaño que sean”, matizan en Bankinter; resolver el problema solvencia-balance; y descargar a los bancos de activos inmobiliarios, para que hagan lo que tienen que hacer, dar crédito y captar pasivo, y así se reduzca también el precio de las viviendas.

“Creemos que la reforma va en la dirección correcta y que el mercado debería recogerlo de forma positiva, en la medida en que a medio plazo debería permitir una salida más rápida de estos activos del balance de los bancos y reducir la presión por el lado del incremento de mora-provisiones. En cuanto a las implicaciones sobre los bancos cotizados, no hay datos suficientes para calcular con precisión el impacto en cada una de ellas”, opinan en Renta4.

También se muestra positivo, en una primera lectura, José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, en su columna “Ducha escocesa bancaria” en Cinco Días: “Aumentar el saneamiento es positivo (…). El principal principio contable es que el balance refleje la imagen fiel del patrimonio y el plan mejora este principio. Es importante no caer en el maniqueísmo y empezar con mitos sobre la ocultación”.

Para Bloomberg, Ínigo Lecubarri, de Abaco Financials Fund, cree que “aunque los bancos se quejarán de que no disponen de tiempo (sólo un año o dos en algunos casos), el Gobierno actúa bien al forzarles, porque hay zombies por ahí sueltos (…). No hay duda de que esto será una carga para ellos pero, francamente, ellos han tenido mucho tiempo ya y necesitamos un poco de acción”.

Con algo de imaginación, Ricardo Wehrhahn, socio de Roland Berger Strategy Consultants, ha indicado a la agencia estadounidense que “es mucho palo para poca zanahoria (…). Son normas estrictas que causarán mucho malestar en el sector. El peligro es que los bancos se vean presionados a buscar fusiones sólo para ganar tiempo (ese año de más que se les otorga a las entidades integradas), en lugar de para mejorar su negocio o por razones económicas”.

Las dudas también le surgen a José Carlos Díez, quien advierte que el diablo está en los detalles, por lo que habrá que esperar a conocer el decreto ley. Además, “si se quiere acabar con la crisis bancaria y de crédito, la prioridad es poner fin a la recesión (…). Es un plan necesario, pero insuficiente”.

Esta última expresión, tan manida en los últimos años cuando se habla de cualquier medida, amenaza con abocarnos al derrotismo, pero Díez argumenta que las rigideces de la demanda de vivienda son tales en un entorno de elevado desempleo, que no servirá que bajen los precios de los pisos: “Hasta Martin Feldstein, principal asesor económico de Reagan en los 80, ha pedido la intervención pública no para ayudar a los bancos, sino para ayudar a los hipotecados”.

Y es que… “hasta que los países europeos no hagan un reconocimiento de su error de diagnóstico, pongan en marcha un plan urgente y contundente para reactivar el crecimiento de la Zona Euro y eliminen los temores de la ruptura del Euro, será muy complicado normalizar el acceso a los mercados de nuestras entidades, aunque el plan, sin duda, ayudará”, concluye el economista jefe de Intermoney.

ASÍ ES LA REFORMA FINANCIERA

-50.000 millones de euros en saneamientos: 35.000 millones irán contra resultados (traspaso de problemáticos a no problemáticos otro colchón de provisión genérica del 7%, por alrededor de 10.000 millones de euros y provisión específica de 25.000 millones de euros) y 15.000 millones contra capital (colchón de capital del 20% del suelo y del 15% de la promoción en curso), a cargo de beneficios no distribuidos, ampliación de capital o conversión de híbridos como preferentes, bonos convertibles, deuda subordinada. Habrán de hacerse en un año (a 31 de diciembre de 2012), es decir, será un “one- off”, un extraordinario que solo impactará en las cuentas de un ejercicio.

- Las provisiones específicas más el colchón de capital cubrirán un 80% de los activos problemáticos (hasta ahora era un 31%) en el caso del suelo; el 65% de las promociones en curso (antes 27%); y el 35% de promoción terminada y vivienda (antes 25%).

- Los grupos fusionados podrán cargar sus dotaciones contra capital y dispondrán de dos años, hasta finales de 2013, para hacerlas. Pueden acudir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para obtener financiación, pero para conseguir los fondos deben comprometerse a ampliar o mantener el crédito. Se les exigirá además un aumento del balance del 20% de las entidades fusionadas o, en casos excepcionales, de sólo el 10%. Los fondos públicos solo podrán financiar procesos de concentración iniciados después del 30 de septiembre de 2011. Grupos, como Bankia, que ya han recibido préstamos del FROB, podrán pujar por grupos en subasta.

- Más recursos para el FROB: El Tesoro lo dotará con 6.000 millones adicionales, por lo que el capital total se situará en 15.000 millones. Los préstamos se realizarán mediante la compra de bonos contingentes convertibles, los conocidos como CoCos (títulos de renta fija que se pueden convertir en renta variable si es necesario, y que Basilea III los considera de máxima calidad; no otorgan derechos políticos). Suponen la garantía de que, en caso de no devolverse el préstamo, el dinero invertido en la ayuda se convertirá en acciones de la entidad controladas por el Estado. Las entidades van a pagar unos intereses por esos CoCos que va a comprar el Estado a precios de mercado. Actualmente, implicaría un tipo del 8%.

De Guindos se esmeró en asegurar que este proceso no implicaría el uso de dinero público, pero lo cierto es que la capacidad del FROB se incrementa de los actuales 90.000 millones a 105.000 millones. El responsable de la cartera de Economía ha reconocido que esos 15.000 millones de euros saldrán del Tesoro público y que, por tanto, éste tendrá que salir a pedirlo al mercado, “pero no tendrá ningún impacto desde el punto de vista del déficit público (…). Además, no los tiene que poner inmediatamente”.

LOS NOMBRES PROPIOS: BANKIA, EN EL PUNTO DE MIRA

“Nadie duda de que Santander y BBVA cumplirán con los saneamientos sin problemas”, apunta José Carlos Díez. Por ejemplo, según Nomura, Santander ahora necesitará 2.700 millones más en provisiones, cifra que, como en el caso de BBVA, y aunque desluciendo sus resultados, pueden asumir.

Ese es el sentir general pero… ¿y el resto de bancos? CaixaBank tampoco tendría que tener problemas, ya que cuenta con el respaldo de de las aportaciones de sus participadas (Telefónica, Repsol o Gas Natural Fenosa).

Por su parte, los ya fusionados como Banco Popular con Banco Pastor; Banco Sabadell con la CAM; la unión y bancarización de las cajas vascas, KutxaBank; o Unicaja cuando absorba a CajaEspaña-Duero, dispondrán de dos años para cumplir estas nuevas exigencias, ya que cumplen con el requisito de haber ampliados sus balances un 20%.

Tal y como informa El Mundo, quedan fuera de este listado Bankia, Banca Cívica, BMN o Liberbank, que podrían recurrir a más fusiones para disponer de esos dos años de margen. Por su parte, Unnim, Banco de Valencia, Novagalicia Banco y Catalunya Banc están condenadas a ser subastadas.

Para los expertos de Renta4, partiendo de la actual cobertura de activos problemáticos, y asumiendo una cobertura media del 60% con la nueva regulación además de la provisión genérica a los activos no problemáticos, “Santander, BBVA y Caixabank presentarían unas necesidades manejables, mientras que Popular-Pastor, Sabadell-CAM y Bankia serían las que tendrían una situación más complicada”.

El gran protagonista es, sin duda, Bankia. El grupo que preside el ex ministro y ex director gerente el Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, es “una buena franquicia”, han dicho esta semana el presidente de Banco Santander, Emilio Botín, y el de BBVA, Francisco González, pero despierta muchas dudas.

Tal es la incertidumbre que genera que la propia entidad se apresuraba anoche a emitir un comunicado para asegurar que “el Grupo Banco Financiero y de Ahorros (BFA) cumplirá los nuevos requisitos en materia de provisiones”. Bankia no descarta vender activos no estratégicos pero sí recurrir a fondos públicos. En un alarde de orgullo herido, y ante la posibilidad de que el mercado quede dominado por el triunvirato Santander-BBVA-CaixaBank, la entidad de Rato dice “mantener su estrategia de consolidarse como una de las entidades líderes del sistema financiero español”.

María Gómez

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