miércoles, 8 de febrero de 2012

Los Swaps de Deuda pinchan....


El efecto de la reforma financiera: los CDS de la banca española caen a plomo

08.02.2012Daniel Badía0
Los discursos inspiran menos confianza que las acciones. No hay más que ver los efectos que han tenido las medidas puestas en marcha por parte de los países de la UE, con la reforma del Tratado, el Banco Central Europeo (BCE), con la nueva barra libre de liquidez, y el Gobierno español, con la reestructuración del sector financiero más ambiciosa de la historia, para darse cuenta de ello.
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Esa mayor confianza se plasma en la evolución que han registrado los CDS o seguros contra impagos de la banca española. Por ejemplo, en el caso de Popular, Sabadell y Bankinter, los CDS llegaron a superar los 800 puntos básicos a finales de noviembre y ayer cotizaban ya en niveles cercanos a los 400 puntos básicos (ver gráfico). Cuanto más bajo es el precio de estos activos, mejor es la percepción de los inversores sobre la entidad.
El BCE ha aliviado las tensiones de financiación de la banca con préstamos ilimitados a un plazo de tres años, por importe de casi medio billón de euros. El próximo 28 de febrero, celebrará de nuevo una subasta de estas características. Con esta abundante liquidez que ha inyectado en el sistema, la institución monetaria evita que ningún banco tenga problemas con los voluminosos vencimientos que encara en el corto plazo -120.000 millones en el caso de la banca española-.
Pero no cabe duda de que también la reforma financiera anunciada por el Gobierno también ha inyectado confianza. No es baladí que ayer BBVA, Banesto, Telefónica y Repsol colocaran 4.400 millones, el importe más elevado que han emitido las empresas españolas en un solo día desde el 12 abril de 2010, según datos de Dealogic. “La reforma anunciada por el Gobierno, que se enmarca dentro de un conjunto de medidas positivas que se están tomando en Europa, supone un paso decisivo para recuperar la confianza perdida”, señala Juan Isusi, director de financiación mayorista de BBVA.
De forma literal, los inversores les están quitando las manos a los emisores privados españoles, después de que hayan hecho lo propio con el Tesoro Público. La semana pasada, Santander recibió una demanda superior a los 8.500 millones por una emisión de cédulas de 2.000 millones, lo nunca visto en el sector financiero. Ayer Telefónica atrajo el apetito de inversores con peticiones por más de 10.000 millones.
La mayoría de los emisores que han salido hasta ahora han rebajado el precio orientativo al que sondearon los inversores, debido a la elevada demanda recibida. Por ejemplo, Banesto, que colocó ayer cédulas a cuatro años por importe de 500 millones de euros, hizo dos revisiones del precio a la baja a lo largo de la mañana y terminó colocando la deuda a 235 puntos básicos sobre el índice de referencia para las emisiones a tipo fijo (mid-swap).
Sin embargo, pese a estas exitosas emisiones, no se puede cantar victoria. “Desde el inicio de la crisis, hemos visto abrirse y cerrarse el mercado de forma intermitente. Dependemos todavía de factores exógenos, como la crisis griega, así que podrían cerrarse de nuevo”, añade Isusi. De hecho, en 2011 también hubo un comienzo muy activo en los mercados de deuda y, a partir de finales de mayo, volvieron a cerrarse. Si se cumplen las previsiones del Banco de España, la economía española entrará este año en una profunda recesión, por lo que la confianza de los inversores podría no haber venido para quedarse. 

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