sábado, 1 de septiembre de 2012

Pentamaldades....


Las cinco cuestiones clave del banco malo

MADRIDMichela Romani/Gemma Martínez3
De Guindos asegura que el banco malo no supondrá un gasto para los contribuyentes y que, además, los bancos no sufrirán grandes pérdidas para traspasar sus activos. Las cinco claves de cómo espera conseguirlo.
Aunque los detalles de cómo funcionará el banco malo no se conocerán hasta noviembre, el nuevo Real Decreto sobre la reforma financiera que el Gobierno aprobó ayer empieza a aclarar algunas cuestiones clave sobre este instrumento, que denomina sociedad de gestión de activos.
El más relevante es que el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) no podrá tener más de un 50% del capital del banco malo. El resto tendrá que estar en manos de inversores privados. Con este objetivo, Economía trabaja para diseñar un instrumento que sea atractivo para los inversores privados, principalmente fondos, aunque en principio no se descarta incluso que tomen una participación las entidades financieras que así lo quieran.
Para facilitar la entrada de capital privado, los activos del banco malo se distribuirán entre distintos fondos, para que los inversores interesados en negocios concretos (como, por ejemplo, el mercado de oficinas) tengan la vía abierta para entrar. De hecho, fuentes de Economía aseguraban ayer que ya están empezando los contactos con potenciales inversores y que algunos ya han mostrado interés.
El precio
El ministro de Economía, Luis de Guindos, insistió ayer en que el banco malo tendrá que ser “rentable”, es decir, que deberá conseguir vender los activos que le han traspasado los bancos a precios superiores a los que compró.
De Guindos se mostró ayer confiado en que este objetivo se pueda conseguir ya que, en su opinión, “veremos que los activos que se traspasen al mal llamado banco malo, finalmente no son tan malos”.
El plazo máximo que tiene la sociedad para volver a enajenar los activos en el mercado se fija en quince años.
Financiación
La sociedad de gestión de activos se financiará principalmente mediante la emisión de deuda, según explicó ayer De Guindos.
El préstamo por importe máximo de 100.000 millones que Bruselas ha concedido a España llegará al FROB, y esto decidirá cómo repartirlo, entre las ayudas directas a las entidades y el banco malo. En este marco, Economía quiere que el FROB tan sólo realice una aportación inicial al capital del banco malo, y que este busque los recursos que necesita en los mercados.
El tipo de activos
En el banco malo tendrán cabida los activos inmobiliarios que tienen más difícil salida al mercado; los créditos problemáticos del ladrillo y, probablemente, las participaciones en promotoras de los bancos, aunque Economía matizaba ayer que este último punto aún no está cerrado.
Todas las entidades que reciban ayuda estarán obligadas a ceder sus activos a la sociedad de gestión, en función de lo que determine el Banco de España. Economía, no obstante, no descarta que las entidades sanas traspasen también algunos activos, sometiéndose a las mismas condiciones de la banca rescatada.
Formas de pago
El banco malo tendrá tres formas para pagar a los bancos los activos que les compre. Podrá hacerlo con efectivo, con deuda, o con participaciones en su propio capital. También podrá utilizar una fórmula mixta, en función de las necesidades específicas de cada entidad.
Comienzos en diciembre
La regulación ministerial del banco malo estará lista para el próximo noviembre y los primeros traspasos de activos se realizarán en diciembre, según el calendario que maneja el equipo de De Guindos. El ministro aseguró ayer que el diseño del banco malo está ya pactado con Bruselas y el BCE y que no hay ningún tipo de discrepancia sobre como materializar este instrumento.
Economía prevé que la banca no tenga pérdidas elevadas
Para que el banco malo suponga el menor coste posible para el erario español, e incluso sea rentable -como afirmaba ayer De Guindos, tiene que conseguir plusvalías con la venta de los activos. La mejor garantía para conseguir este objetivo es que el precio de compra de los activos a los bancos sea el menor posible.
El precio del traspaso es, de hecho, una de las principales preocupaciones de la banca, que teme que se fijen precios de derribo para garantizar la rentabilidad del banco malo a futuro. Según varias fuentes del sector, esto provocaría un desplome de los precios inmobiliarios, lo que afectaría a todos los bancos, incluso los que no traspasen sus inmuebles al banco malo. Además, habría entidades que no podrían soportar las pérdidas generadas por el traspaso y se verían abocadas a pedir ayudas públicas.
Sin embargo, De Guindos lanzó ayer un mensaje de tranquilidad, al afirmar que las pérdidas para la banca serán limitadas, gracias a las elevadas provisiones ya constituidas. El ministro ha recordado que activos como el suelo ya están provisionados al 80%, así que los bancos tienen ya cubierta buena parte del descuento que se aplicará.
Los parámetros para determinar los precios de compra aún no están fijados, y no se conocerán antes de noviembre. Sin embargo, ayer Economía adelantó que el tasador externo (Oliver Wyman, según la información que tiene EXPANSIÓN) determinará el valor económico y el Banco de España decidirá finalmente el precio de compra, teniendo también en cuenta el valor en libros al que la entidad tenga registrado el activo y las provisiones realizadas. En todo caso, las dotaciones no marcarán el mínimo sobre el que se fije la valoración.

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