Obama reconoce en su investidura la necesidad de "duras medidas" para reducir el déficit de EEUU
El presidente de EEUU ha iniciado su segundo mandato con un discurso en el que ha reconocido la necesidad de reducir gastos para afrontar el problema del déficit persupuestario. Obama ha afirmado que la recuperación económica "ya ha empezado" y ha defendido a la clase media.
Acompañado por su esposa, Michelle Obama, y sus dos hijas, Barack Obama ha jurado por segunda vez su cargo como presidente de EEUU con la mano sobre las biblias de Abraham Lincoln y Martin Luther King y ante el presidente de la Corte Suprema, John Roberts. Unos 800.000 de seguidores han acompañado a Obama frente al Capitolio en la ceremonia.
En su discurso inaugural, Obama ha defendido a la clase media, haciendo un llamamiento para que todos los esfuerzos se concentren en el éxito de la clase media. "La prosperidad de Estados Unidos debe descansar sobre los hombros de la clase media", ha aseverado el presidente estadounidense para afirmar que EEUU no puede sobrevivir "cuando unos pocos viven muy bien" y la gran parte de la población pasa dificultades. Ha pedido unidad para afrontar los nuevos retos, como nación y como pueblo.
No obstante, Obama ha reconocido que tendrá que tomar "duras medidas" para atajar el gasto sanitario y reducir así el abultado déficit que arrastra la primera economía del mundo, en un guiño a los republicanos con los que tendrá que negociar los recortes en el gasto federal, especialmente en los programas sanitarios y de prestaciones sociales.
"Entendemos que tenemos programas caducos insuficientes para las necesidades de nuestro tiempo. Debemos aprovechar las nuevas ideas y tecnología para rehacer nuestro gobierno y reformar nuestro sistema de impuestos", ha agregado Obama.
Pero al mismo tiempo, el líder americano ha rechazado "el pensamiento de que EEUU tiene que elegir entre cuidar a la generación que ha construido este país e invertir en la generación que construirá su futuro". "Creemos que todos los ciudadanos merecen una escala básica de seguridad y dignidad", ha señalado.
Obama ha instado de nuevo a los políticos que dejen de lado las luchas partidistas frente a los graves problemas económicos a los que se enfrenta EEUU, con el debate sobre el techo de deuda a la vuelta de la esquina y que amenaza con una posible suspensión de pagos si el Congreso no aprueba el aumento del límite de endeudamiento en los próximos días. "No podemos confundir absolutismo con principios, o sustituir espectáculo por política, o tratar los insultos como un debate razonable", ha advertido.
El líder demócrata ha alentado a los estadounidenses para afrontar con optimismo el futuro al afirmar que la recuperación económica "ya ha empezado". Pero Obama ha reconocido que "la crisis está poniendo a prueba nuestra resistencia" y confía en que EEUU salga reforzada. "Siempre hemos entendido que cuando los tiempos cambian, nosotros también tenemos que cambiar", ha admitido.
Cambio climático
Obama también ha mostrado su decisión de hacer frente a la "amenaza del cambio climático" ya que no dar una respuesta "sería una traición a nuestros hijos y las generaciones futuras". "Como pueblo todavía creemos que nuestras obligaciones como estadounidenses no son sólo hacia nosotros mismos, sino con la posteridad", ha indicado.
Obama también ha mostrado su decisión de hacer frente a la "amenaza del cambio climático" ya que no dar una respuesta "sería una traición a nuestros hijos y las generaciones futuras". "Como pueblo todavía creemos que nuestras obligaciones como estadounidenses no son sólo hacia nosotros mismos, sino con la posteridad", ha indicado.
El lado más progresista del discurso ha sido las menciones a los inmigrantes, y a los homosexuales. Obama ha reconocido que "EEUU tiene que encontrar la forma de dar la bienvenida a los inmigrantes que aún ven Estados Unidos como una tierra de oportunidades". Sobre los homosexuales, el presidente ha defendido que "nuestros hermanos y hermanas homosexuales sean tratados como cualquier otro ciudadano ante la ley".
Respecto al plano internacional, Obama ha dicho a los estadounidenses que "una década de guerra está cerca de acabar", en referencia a los conflictos armados en Afganistán e Iraq que EEUU ha librado en los últimos diez años. También ha prometido intentar resolver "pacíficamente" las diferencias con otros países, al mismo tiempo que ha mostrado su apoyo a la democracia "de Asia a África, de las Américas al Medio Oriente".
"Estados Unidos seguirá siendo un faro de alianzas fuertes en todos los rincones del mundo", ha asegurado.
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