lunes, 28 de enero de 2013

BritishSalida?



¿Cómo nos afectará si Reino Unido sale de la UE?




¿Qué pasará con los 69.000 españoles que viven en el país? ¿Se verán afectados nuestros 12.000 millones de exportaciones?



España es un importante socio comercial de Reino Unido. Aunque en los años de crisis se ha bajado de las posiciones de cabecera en emisión y recepción de inversión directa, sigue manteniendo una estrecha relación económica con el país. Así, Reino Unido es el quinto cliente comercial de España, -por detrás de Francia, Alemania, Portugal e Italia-, mientras que Reino Unido es el sexto proveedor de bienes a España. Baste recordar que la exportación española a Reino Unido (6,4% del total) es muy superior a la dirigida a Estados Unidos, toda África y, lo que es más significativo, Latinoamérica.
Concretamente, España exporta a Reino Unido automóviles, maquinaria, y turismo - Reino Unido continúa siendo el principal emisor de turistas, con un 24% del total-. Mientras que, por par­te británica, tienen especial relevancia los servicios financieros. No en vano, en Londres se encuentra el principal centro financiero del Viejo Continente: la City. Pero no todo son finanzas: Zara es la empresa española de mayor envergadura en el país, dentro de las más de 300 compañías con presencia en Reino Unido, entre las que se encuentran gigantes de la envergadura de Telefónica, Iberdrola, Ferrovial o Iberia (además de Santander).
En ese sentido, aunque aún no existe demasiada claridad respecto a las verdaderas intenciones de Cameron sobre la futura relación entre Reino Unido y la UE, cabe analizar los posibles (o imposibles, según se mire) escenarios que se plantean a partir de ahora:
1.-El escenario más neutro: Salida de la UE, pero permanencia en el Espacio Económico Europeo
Zsolt Darvas, investigador del prestigioso think tank bruselense Bruegel, descarta que Reino Unido vaya a romper todos sus lazos con la Unión Europea. A su juicio, el país se mantendrá casi con toda seguridad dentro del Espacio Económico Europeo (asociación a la que también pertenecen países extracomunitarios como Noruega o Islandia), por lo que no necesariamente cabría esperar impactos a nivel de restricciones al movimiento de capitales, mercancías o personas.
No obstante, Darvas recuerda que un factor muy importante en la inversión está relacionado con la psicología y las expectativas por lo que, si el proceso político genera demasiado ruido, podría ahuyentar las inversiones. "Si, de alguna manera, los inversores perciben que va a haber limitaciones a la actividad económica, eso tendría un impacto, pero especialmente para la parte británica", explica este experto.
Para Darvas, el mayor deterioro lo sufriría, en realidad, la credibilidad del bloque, en un momento en el que ésta se ve especialmente menguada por la crisis de la moneda única.
Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, incide en esta idea: "Supondría un shock en el proceso de construcción de la Unión Europea, que sí podría salpicar negativamente a España, en el sentido de que necesitamos más Unión en distintos aspectos, como el bancario".
Por el contrario, Maudos no cree que la salida británica (de la UE, no del EEE) supusiera efectos directos sobre el comercio de España debido a que el tipo de cambio (libra-euro) seguiría siendo el mismo.
Asimismo, hay que tener en cuenta que (tanto en este supuesto como en el siguiente) Reino Unido dejaría de aportar al presupuesto de la Unión Europea (al que es contribuyente neto, pese al 'cheque británico'), un impacto que el think tank europeo OpenEurope ha cuantificado en 14.000 millones de euros.
2.- La ruptura total, el escenario más improbable
La ruptura total de los lazos que unen a Reino Unido y los países de la Unión Europea es el escenario más improbable, dado que no conviene a ninguna de las partes. En este caso, OpenEurope, ha realizado una primera estimación de los efectos negativos que podría acarrear: "El mercado único se contraería un 15%, con costes potenciales. Asimismo, en un momento en el que la zona euro busca fuentes adicionales de crecimiento, supondría un lastre importante", según un reciente documento elaborado por la institución.
3.- ¿Y si el pueblo británico dice "NO" a la salida de la UE?
No obstante, pese al euroescepticismo inherente a una importante proporción de la población británica, las últimas encuestas arrojan dudas sobre la preferencia de los británicos de salir de la Unión Europea. Tampoco consideran que sea el principal factor de preocupación de los británicos en el momento actual, frente a asuntos como la economía o el desempleo. De hecho, muchos británicos temen el coste que supondría para el país. "La mera cuestión puede ya tener un impacto negativo en la inversión empresarial e inversión internacional en Reino Unido", insiste José Luis Martínez, estratega de Citi.
4.- ¿Quién sale ganando?
Por último, cabe preguntarse si existe algún ganador de producirse el proceso secesionista (si es que lo hay). Para Darvas, no existe vencedor, sino sólo vencidos. "Es cierto que negociar con Reino Unido en el seno de la Unión es muy difícil en algunos aspectos. Pero aún así, el mensaje sería muy malo". En ese sentido, Darvas recuerda que la Unión Europea es, en cierto modo, una respuesta pacífica a las guerras mundiales que asolaron el continente el siglo pasado.
En cambio, hay quien no lo ve del mismo modo. Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, considera que la salida de Reino Unido desequilibraría del todo el reparto de poderes en el seno de la Unión y entregaría (ya por completo) el bastón de mando a Berlín.
Asimismo, cree que la plaza financiera de Fráncfurt podría verse impulsada en detrimento de Londres. En ese aspecto, Darvas difiere. Recuerda que Londres aplica una importante tasa financiera y eso no ha frenado la expansión de la presencia de compañías extranjeras. Más bien al contrario, gracias "al excelente ambiente institucional" que ofrece el lugar.

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