Ródano-Los Alpes: guía gastronómica imprescindible
La Semana Santa es una de las fiestas favoritas por los españoles para emprender cortas escapadas y desconectar. Le proponemos una ruta para sibaritas por el Este francés donde deleitarse con algunos de los mejores manjares galos.
El Mont Blanc, el techo de Europa presidiendo la zona, ensueño paisajístico allá donde se mire y un patrimonio cultural extenso y rico, especialmente de la época romana y renacentista. Si la zona de Ródano-Los Alpes ya es en sí mismo un destino a marcar en la agenda de todo viajero que se precie, aquellos que gustan de los placeres de la buena mesa deberían apuntarlo como lugar preferente a descubrir.
Se trata de una tierra orgullosa de su gastronomía y de la gran amplitud de su despensa. Descubrir los manjares de la zona es un no parar, desde los espléndidos capones y pulardas, a los embutidos lioneses o las cervezas artesanas.
Sin embargo, para no perderse entre la multitud, aquí van nuestras cinco recomendaciones imprescindibles si visita la región:
-Las trufas. En el mes de diciembre las calles de ciudades como Lyon, Grenoble o Saint-Etienne se llenan de mercados donde hacerse con esta delicatessen. El mejor plan: degustarlas en los pequeños bistrots de la zona, con un poco de sal o en tortilla.
-Los vinos. Un clásico francés que en esta zona alcanza las 36 denominaciones de origen, con legendarias bodegas como Beaujolais, Beaucastel, Savole o Côtes-du-Rhône. De hecho, estos últimos son considerados por la Guía Parker, la Biblia de los enólogos, entre los mejores del mundo.
-Las aguas. Tanto las termales como de mesa. Ródano-Los Alpes es una región plagada de bellos lagos y manantiales, como el lago de Annecy, uno de los más puros del mundo. Pero además, la zona presume de contar con más de treinta aguas minerales, entre las que destacan las famosas Badoit, Thonon o Evian. La fiebre es tal que es muy habitual encontrar restaurantes con maridaje entre platos y agua. Por ejemplo, el agua Aix Les Bains suele combinarse con el aperitif por ser más aromatizada. Cesar, de Saint Alban Les Eaux, va muy bien con ensaladas por su punto de madera verde y almendras; y Evian marida con platos de salsas y quesos de la región.
-Los quesos. Otro imprescindible galo. Desde el picodou de la Drôme, la fourme de Montbrison o el azul de Termignon. Todos ellos, verdadera delicia en el paladar de fama mundial.
-Los grandes chefs. Ródano-Los Alpes es la segunda región francesa donde más estrellas Michelin distinguen a sus restaurantes. En Lyon se encuentra Paul Bocuse, chef de chefs, que desde hace más de treinta años es reconocido con tres estrellas Michelín. También allí se encuentra Anne Sophie Pic, una de las pocas mujeres que también ostenta ese reconocimiento, o Michel Toisgros, cuyo restaurante, La Maison Toisgros, ha sido elegido el mejor del mundo por la guía americana Zagat Survey. A los grandes nombres, también se unen las casas de comida de siempre, los bouchons, que todavía pueden encontrarse en el casco antiguo lionés, y donde ofrecen recias viandas como ensaladeras de clapotons (pies de cordero), lentejas, salchichas,
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