No corren buenos tiempos para el ahorro más conservador. Con los tipos de interés oficiales en mínimos históricos, los productos más seguros ofrecen unos rendimientos consecuentemente reducidos. Y como, además, las tensiones han remitido en la deuda pública, esta ya no resulta tan atractiva. Como muestra, las últimas subastas de letras a 3, 6, 9 y 12 meses, todas ellas adjudicadas con un interés medio inferior al 1% en octubre. ¿Y a plazos más largos? Los bonos a 2 y 3 años rinden menos de un 2% y para encontrar un 4% hay que irse hasta las obligaciones a 10 años. Vamos, que hay que permanecer dos lustros, un plazo lo suficientemente largo como para que se produzcan cambios que dejen sin atractivo ese rendimiento e incluso provoquen pérdidas en la inversión. 
Por tanto, los expertos aconsejan buscar alternativas que den más lustre a las carteras. Y sin necesidad de dar el salto directo a la renta variable (el activo del que más se espera en los próximos meses), hay sustitutivos próximos a la deuda pública a corto plazo que ofrecen rendimientos más atractivos. 
Depósitos. No son lo que eran después de que el Banco de España recomendara a las entidades que redujeran los intereses que ofrecían. Vamos, que ya no hay depósitos al 4%. Pero sí al 2 o al 3% a 12 o 13 meses, con lo que baten el interés que abonan las letras a un año e incluso los bonos del Tesoro a dos y tres años. Al mismo tiempo, cuentan con el respaldo del Fondo de Garantía de Depósitos, que cubre hasta 100.000 euros por titular y cuenta, además de que el temor en torno a la solvencia del sector ha remitido durante 2013. En las últimas semanas, entidades como Banco Popular, Bankinter, Openbank o ING han renovado sus propuestas de imposiciones de plazo fijo. Sin la beligerancia del pasado, se trata de una nueva cruzada para captar el ahorro más conservador
Cuentas remuneradas. Otro producto bancario que también representa una alternativa de inversión sin querer atarse demasiado tiempo a un activo determinado son las cuentas remuneradas. Aunque en un principio su rendimiento se mueve en torno al 1% TAE, el premio sube para moverse entre el 2 y el 3% en función de las vinculaciones del cliente con la entidad. 
Pagarés de empresa. Otra opción consiste en acudir a los pagarés de empresa, es decir, las letras que emiten las compañías, puesto que se trata de deuda a corto plazo. A 12 meses, y según los datos del mercado oficial de renta fija (AIAF), su rendimiento se encuentra en torno al 1,5%, de nuevo por encima del interés de las letras. Aunque también se pueden encontrar mayores réditos. "En el mercado hay pagarés de compañías como Acciona, OHL o ACS con intereses entre el 2 y el 3%", precisa Félix López, de Atl Capital. 
Algo de riesgo: fondos mixtos. Con todo, los expertos lo tienen claro. "No hay atajos en la situación actual. Para conseguir rentabilidad hay que asumir algo de riesgo", subraya Félix López. Con unos tipos de interés en el 0,5% desde mayo de este año y sin previsiones de que vayan a subir pronto, no se puede esperar mucho de los productos más conservadores, por lo que conviene ir pensando en meter más picante en las carteras. Ahora bien, dado el perfil de los ahorradores españoles, dar el salto a la renta variable directamente puede resultar demasiado brusco. Por eso, y también con la recomendación de diversificar la cartera, los analistas aconsejan la posibilidad de acudir como término intermedio a los fondos de inversión mixtos, es decir, los que combinan renta fija y renta variable. 
Los resultados ya están demostrando en 2013 que pueden ser una opción interesante. Mientras que los fondos monetarios y de renta fija a corto plazo, en los que la deuda pública a corto plazo suele tener un alto peso, apenas acumulan una rentabilidad situada entre el 1 y el 1,5% entre enero y septiembre, en el mismo periodo los mixtos de renta fija europea ganan un 3,7%, los mixtos de renta variable internacional suman un 5,8% y los de renta variable europea, un 9,3%.