El sueño mediático del navarro Julio Ariza está a punto de finalizar. Primero, fueron los problemas de liquidez, los impagos a sus trabajadores y la merma de la plantilla en sucesivos ERE. Después, la fuga de algunas de sus estrellas más mediáticas como la de Antonio Jiménez a 13 TV o Josep Pedrerol, que está a punto de estrenar programa en Nitro. Ambos, víctimas también de las deudas del navarro. La puntilla definitiva, el punto final a un largo velatorio periodístico, llegó ayer con el cierre del diario La Gaceta. Intereconomía afronta el fin de año con la amenaza de cierre definitivo, el horizonte más nublado que nunca y con la perspectiva de un nuevo ERE para los trabajadores de la televisión que deja en el aíre el retorno de los espacios más emblemáticos de la casa a la vuelta de vacaciones.
Ariza, ex diputado autonómico del PP catalán, quiso convertirse en el referente mediático de la derecha más conservadora en los años del Zapaterismo en un intento por hacerse un hueco en un nicho de mercado hasta entonces no explorado y, también, con la no oculta aspiración de cobrarse los servicios prestados con el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. Lo primero, lo consiguió gracias a las tertulias nocturnas de ‘El Gato al Agua’ y al periodismo agresivo y extremadamente combativo que le imprimió a La Gaceta su primer director, el también navarro Carlos Dávila, ahora recolocado como jefe de comunicación en una empresa pública de Castilla-La Mancha La Gaceta, que Intereconomía compró en 2010 al antiguo grupo Negocios, dejará hoy de llegar a los kioscos después de ser, durante años, y en la etapa que lo dirigió el ya fallecido Juan Pablo de Villanueva, uno de los tres diarios referentes de la información económica en España.
Lo segundo, la burbuja mediática de la derecha más conservadora, ha sido un viaje frustrado en el que Ariza no ha conseguido la anhelada concesión de TDT que podría ser el salvavidas que aún, optimista, aguarda. Por el camino, Ariza se ha convertido en los últimos meses en uno de los empresarios mediáticos más controvertidos el sector tras dejar a cientos de familias con las nóminas impagadas durante meses y a otras, con retrasos aún impagados. La empresa comunicó ayer a los 150 redactores del periódico la decisión del cierre. El periódico ya solo se vendía en Madrid con una distribución testimonial y ni siquiera estaba auditado ya por la OJD. Ariza intentará, eso sí, mantener la cabecera y la línea ideológica del periódico en su edición digital, tal y como ocurrió también con el extinto diario Público, cuyo cierre fue, en su día, aplaudido desde las páginas de La Gaceta.
El presidente de Intereconomía, Julio Ariza.El presidente de Intereconomía, Julio Ariza.Las dudas, sin embargo, se trasladan ahora a la televisión. El canal de Intereconomía emite, desde hace días, solo imágenes de teletienda después de que los trabajadores hayan iniciado una huelga sine dieante el nuevo ERE que, el próximo lunes, será oficialmente presentado. De hecho, es una incógnita todavía si los dos únicos espacios de producción propia que aún se conservaban, la tertulia de Dando Caña y El Gato al Agua, volverán a su cita con los espectadores después de las Navidades. El que seguro no lo hará será, por su parte, el programa de Punto Pelota, que, tras la marcha de Pedrerol, se ha quedado sin tertulianos que quieran participar en la nueva etapa.
El ERE de la televisión, que dirige el hijo de Ariza, Julen, afectará a todos los programas de producción propia y al departamento técnico. La programación en directo, según ha comentado la cadena a sus trabajadores, no tiene previsto regresar hasta el 7 de enero. Será, sin embargo, si la huelga no lo impide, aunque, para ello, Intereconomía tenga que contar con los últimos que han llegado a la plantilla ante la negativa de los más veteranos a seguir en estas condiciones.