Los protagonistas de 2013
Cristina Vallejo
De apellido impronunciable, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se dio a conocer con la crisis chipriota a principios de año. Cundió el pánico, y con razón, cuando afirmó que el rescate de los bancos del país iba a convertirse en un modelo para futuras operaciones de salvamento de entidades de otros países. La inyección de dinero público procedente del fondo de rescate europeo fue mínimo, de apenas 10.000 millones de euros, cantidad que equivale al 60% de su PIB, implicaba que, a cambio, los depósitos superiores a 100.000 euros del Banco de Chipre debían asumir una quita, además de la liquidación de la mayor entidad del país, el Banco Popular. Antes de llegar a esa conclusión, se barajó la posibilidad de aplicar una quita a todos los depósitos, también a los de menos de 100.000 euros, lo que implicaba romper un tabú en la Unión y, por tanto, ocasionó momentos de pánico en el mercado. Mientras duró el debate, Chipre vivió nada menos que doce días de corralito, es decir, la supresión de una de las principales libertades de la Unión Europea: la libre circulación de capitales. De hecho, hasta principios de 2014 pesan sobre el país limitaciones a esa libre circulación, para evitar que se descapitalice aún más la banca y sean necesarias más ayudas.
Casos de corrupción política, sindical y empresarial, y problemas políticos en Europa y EE.UU. ocupan las posiciones más relevantes este año en nuestra lista de principales protagonistas
De apellido impronunciable, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se dio a conocer con la crisis chipriota a principios de año. Cundió el pánico, y con razón, cuando afirmó que el rescate de los bancos del país iba a convertirse en un modelo para futuras operaciones de salvamento de entidades de otros países. La inyección de dinero público procedente del fondo de rescate europeo fue mínimo, de apenas 10.000 millones de euros, cantidad que equivale al 60% de su PIB, implicaba que, a cambio, los depósitos superiores a 100.000 euros del Banco de Chipre debían asumir una quita, además de la liquidación de la mayor entidad del país, el Banco Popular. Antes de llegar a esa conclusión, se barajó la posibilidad de aplicar una quita a todos los depósitos, también a los de menos de 100.000 euros, lo que implicaba romper un tabú en la Unión y, por tanto, ocasionó momentos de pánico en el mercado. Mientras duró el debate, Chipre vivió nada menos que doce días de corralito, es decir, la supresión de una de las principales libertades de la Unión Europea: la libre circulación de capitales. De hecho, hasta principios de 2014 pesan sobre el país limitaciones a esa libre circulación, para evitar que se descapitalice aún más la banca y sean necesarias más ayudas.
Silvio Berlusconi. Coincidiendo más o menos con la crisis chipriota, tuvieron lugar comicios generales en Italia dado que la suspensión temporal del régimen democrático llegaba a su fin con la renuncia del Gobierno tecnocrático de Mario Monti. Hasta aquí, todo normal. Los problemas llegaron cuando se quiso formar Gobierno. Ninguno de los partidos mayoritarios logró tener mayoría suficiente. Incluso llegó a temerse la necesidad de celebrar nuevas elecciones, con la amenaza, además de que el innovador Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillo ganara crédito electoral (en los comicios celebrados el 24 y el 25 de febrero, logró obtener más del 25% de los votos). Finalmente, el Partido Democrático (de centro izquierda) logró acordar la formación de Gobierno con la fuerza política de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad. Y ello también fue foco de inestabilidad en los meses siguientes, puesto que la justicia decidió la inhabilitación de Berlusconi. Ésta debía ser aprobada por el Senado, la cámara en la que Il Cavaliere tiene un asiento. Éste amenazó con hacer caer el Gobierno si decidían expulsarle de la carrera política. Pero, finalmente, sus compañeros de partido le dejaron solo, le dejaron irse sin tumbar el Gobierno. 2013 ha sido el año de la muerte política de Silvio Berlusconi.
Angela Merkel, un año más, vuelve a ser personaje del año. En esta ocasión, ya no como azote de los países de la periferia europea, sino por haber barrido de nuevo en las elecciones. Aunque, todo hay que decirlo, no con el suficiente apoyo, dado que ha tenido que pactar con el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), para formar la gran coalición, prácticamente la misma con la que Angela Merkel se daba a conocer en el año 2005. Los más optimistas consideran que este nuevo Gobierno dará un giro a la política de la austeridad que ahora manda en Europa. De hecho, uno de los precios que la canciller se ha visto obligada a pagar para conseguir el apoyo de los socialdemócratas ha sido aprobar un salario mínimo, hasta ahora inexistente en Alemania.
Barack Obama tomó el relevo al presidente Bill Clinton y también tuvo su propio cierre de la Administración estadounidense en el mes de octubre. Republicanos y demócratas no se pusieron de acuerdo sobre el presupuesto para 2014 y el nuevo curso fiscal, que comienza el 1 de octubre, comenzó con el Gobierno cerrado. Y duró 16 días. Los economistas temían que la economía sufriera daños. Pero no fue así: la primera economía del mundo creció un 4,1% en el tercer trimestre del año en términos anualizados. Y el paro cayó hasta el 7%. De hecho, eso es lo que ha permitido que el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, haya decidido iniciar el "tapering", es decir, el recorte de las inyecciones monetarias que realiza todos los meses desde los 85.000 hasta los 75.000 millones de dólares.
Janet Yellen, pues, ya tiene parte del trabajo hecho, aunque ella será la encargada de modular la retirada de los estímulos puesto que, como pudimos leer en el comunicado posterior a la última reunión de política monetaria de la Fed, ésta estará condicionada por cómo se vaya comportando la economía. También ella será la encargada de subir los tipos de interés cuando el paro alcance el 6,5% y la dinámica de los precios se aleje de la deriva deflacionista. Ya sabemos que Janet Yellen, que se estrenará al frente de la Reserva Federal en marzo, es de la misma escuela que Ben Bernanke. O que persiguen lo mismo. Si Bernanke es especialista en la Gran Depresión y su obsesión era no repetir los mismos errores que entonces, Janet Yellen es especialista en el mercado de trabajo y su objetivo no es sólo la reducción del paro sino que los nuevos empleos tengan calidad suficiente como para asegurar el bienestar de todos. Por dar más datos: fue brillante discípula de James Tobin y está casada con otro nobel de Economía, George Akerlof.
Luis Bárcenas ha sido, sin duda, el personaje del año. Al menos, en España. Sobre todo a partir de la publicación de los llamados "papeles de Bárcenas", a principios de año, primero en El Mundo y, a continuación, en El País. En ellos se recogían los presuntos sobresueldos que se pagaban a los altos cargos del Partido Popular, así como las presuntas donaciones que grandes empresarios del sector de la construcción le habrían realizado. En definitiva, una especie de "contabilidad B" del Partido Popular. En junio entraba en la cárcel, al considerar el juez Ruz que existía grave riesgo de fuga, además de para evitar la destrucción de pruebas.
Pero el del Partido Popular no ha sido el único escándalo de corrupción. Junto a él, el que más revuelo ha suscitado ha sido el escándalo de los eres de Andalucía. En el año 2001, la Junta de Andalucía que presidía Manuel Chaves, puso en marcha un programa para ayudar a las empresas con problemas y financiar prejubilaciones o expedientes de regulación de empleo (ERE). Es en ese programa en el que se han detectado irregularidades tales como prejubilaciones presuntamente fraudulentas pagadas a personas que nunca habían trabajado en las empresas afectadas, así como subvenciones a empresas que no estaban en procesos de reestructuración de este tipo e incluso a supuestos empresarios que nunca habían creado una empresa o el pago de comisiones hinchadas a supuestos intermediarios, incluidos los propios sindicalistas. En la UGT ya se ha cobrado la primera dimisión, la del secretario de UGT-Andalucía, Francisco Fernández.
El caso que ha saltado más recientemente ha sido el de Miguel Blesa, con la publicación de los correos electrónicos que revelan sus presuntas y oscuras relaciones con el poder político y empresarial. Es relevante por sí solo, pero cobra todavía más importancia si tenemos en cuenta que sus decisiones al frente de la entidad pudieron tener gran parte de culpa en la posterior quiebra de la entidad, ya junto a Bancaja, que sólo pudo evitarse con la inyección de 24.000 millones de euros.
Ana Botella: el fracaso de la candidatura de Madrid para celebrar los Juegos Olímpicos de 2020 quedó reducido a una anécdota, al "relaxing cup of café con leche en la Plaza Mayor". Aunque esa anécdota ha sido calificada por la revista "Time" como uno de los mayores gazapos del año.
Manuel Fernández de Sousa, ex presidente de Pescanova e imputado por falseamiento de información económico-financiera, falseamiento de las cuentas y por uso de información relevante. Pescanova, una compañía que recomendaban muchísimo los analistas, terminó en concurso de acreedores. Las cuentas definitivas de 2012, conocidas hace escasas semanas revelaron unas pérdidas de 791,4 millones de euros y un agujero patrimonial de 1.487 millones, frente al patrimonio neto de 790,7 millones de euros contabilizado a cierre de 2011. Además, su deuda es de 3.600 millones de euros.
Xabier Bengoetxea, presidente del consejo rector de Fagor Electrodomésticos, finalmente se tuvo que rendir a la evidencia. Una de las patas de los buques insignia del cooperativismo europeo entraba en concurso de acreedores. El resto del cuerpo de Mondragón, ni siquiera Caja Laboral, u otra entidad vasca, como la BBK, decidió no salvarla. Tampoco el Gobierno vasco quiso hacer nada. Xabier Bengoetxea teme que el concurso de acreedores termine en liquidación. Aunque ha habido recolocaciones de alrededor de 700 socios.
Luis María Linde, gobernador del Banco de España, marcó un hito en la represión financiera de la que se quejan algunos y limitó la rentabilidad de los depósitos a plazo. En realidad, era una recomendación de que limitaran los intereses de sus depósitos a menos de un año al 1,75%, al 2,25% para los de dos años y al 2,75% para las imposiciones a tres años. También imponía limitaciones a los rendimientos de los pagarés, a la de los bonos y a la remuneración de las cuentas de ahorro. Una recomendación, sí, pero de obligado cumplimiento después de que el Gobierno firmara el Memorándum de Entendimiento para acceder al rescate financiero. Los que no están obligados a cumplirlo son las entidades que operan en España como sucursales de un banco extranjero, no como una filial.
Mariano Rabadán, presidente de Inverco, seguro que termina el año muy contento. No hay mal que por bien no venga y la limitación al rendimiento de los depósitos ha sido uno de los factores más importantes que explica que 2013 haya sido el primero desde el comienzo de la crisis en que ha crecido el patrimonio. Según Inverco, hasta noviembre, el volumen de activos de los fondos de inversión nacionales se incrementó en 28.645 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 23,4% respecto a finales de 2013. Con ello, además, se recupera con amplitud la disminución de patrimonio experimentada en los tres últimos años y medio. No sólo ha aumentado el patrimonio, sino también el número de partícipes de los fondos. De hecho, se han recuperado los perdidos en los dos últimos años. Y también crece, además, el patrimonio de los planes de pensiones: un 0,52% hasta noviembre.
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