jueves, 27 de noviembre de 2014

A los Vivítopes...

¿Cómo elegir un buen vino?

Todos los consejos para no equivocarte con la selección de un caldo
Jueves27 de noviembre de 2014
Europa Press
España es uno de los grandes productores mundiales de vino. Sin duda esta bebida es una de las predilectas por los consumidores, que además es recomendada por los médicos por los beneficios que tiene en nuestra salud. Por ejemplo, son conocidos sus beneficios para el corazón.
Por eso, para que seas un erudito en materia de enología, te dejamos todo lo que tienes que saber acerca del vino español.

TIPOS DE UVA EN ESPAÑA

Lo primero es conocer los tipos de uva más usados en España para la elaboración del vino. Sin duda la primera que hay que conocer es la Tempranillo, que es una uva de gran calidad a la hora de elaborar vinos. Pero ahora mismo, en la Denominación de Origen, Rueda ha conseguido poner de moda la Verdejo, con una gran inversión en comercialización y sobre todo en lo que a calidad se refiere. Estas dos variedades, junto con las clásicas Albariño, Garnacha, Ribeiro, Pedro Ximenez, son las más demandadas en el ámbito nacional.

TIPOS DE VINO

En España se puede diferenciar entre vino joven, joven roble, crianza, reserva y gran reserva. ¿Sabes en qué se distingue cada uno?
  • Joven: es aquel vino que una vez elaborado se embotella y se lanza al mercado sin haber pasado por una barrica ni ningún tipo de crianza.
  • Joven roble: es igual que el anterior solo que, en este caso, ha pasado un periodo corto (entre uno y 5 meses) en una barrica, antes de ser embotellado y llevado al mercado.
  • Crianza: este es el vino que tiene como mínimo 24 meses de envejecimiento, de los cuales al menos 6 han sido en barricas de roble como máximo de 330 litros.
  • Reserva: aquí, el vino tiene un envejecimiento mínimo de 36 meses de los cuales 12 deben de ser en barrica de roble de cómo máximo 330 litros.
  • Gran Reserva: tiene un envejecimiento en barrica mínimo de 60 meses de los cuales, 24 deben de ser en barrica de roble de máximo 330 litros, seguido posteriormente de 36 meses de botella.

¿QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE PARA QUE UN VINO SE CONVIERTA EN UN 'BUEN' VINO?

Sin duda lo que convierte un vino en un buen vino es la dedicación del viticultor y del enólogo: con buena uva se puede hacer buen vino y mal vino, pero con mala uva solo se puede hacer un mal vino. De manera que el secreto de un gran vino es el cariño con el que se trate a la uva y su elaboración posterior en la bodega, las herramientas de las que se dispongan y como no, el presupuesto, que muchas veces limitará la capacidad de las bodegas para poder dedicarle ese tiempo o recursos que harían de ese vino un gran vino. Lo que no quiere decir que solo se pueda hacer buen vino con muchos recursos.

LA IMPORTANCIA DE LA PRESENTACIÓN DEL VINO

La etiqueta, el embotellado, tienen la misma importancia o más que para otro tipo de productos de alimentación. Actualmente, una de las tareas que tiene España es la de vender más y mejor sus vinos por la gran competitividad que existe en este sector, tanto dentro de las fronteras españolas como en el exterior.
Un caso real es el de la bodega Pago de los Balancines que ha apostado por la venta de vino en los pubs y salas de fiesta que con un etiquetado original y llamativo ha conseguido introducir su vino CRASH como una alternativa al típico Gintonic o la cerveza.

¿QUÉ HAY QUE TENER EN CUENTA A LA HORA DE IR A UNA CATA?

Lo primero a tener en cuenta a la hora de realizar una cata es el origen y la variedad del vino que se va a catar. Una cosa obvia, pero necesaria, es obtener información a partir de la etiqueta, lo que puede ser determinante a la hora de acertar con el vino que elijamos.
Si a nosotros nos gusta determinado tipo de vino, podremos sacar más partido en una cata donde se encuentre una variedad de ese vino. Lo que no significa que haya que estar probando el mismo vino en todas las catas. Catar un vino es descubrir, aprender y sobre todo disfrutar. Por eso se recomienda probar y catar mucho, que es la mejor forma de aprender porque al tener referencias se puede comparar y llegar a conocer cuál es nuestro gusto en esto del vino, que es de lo que se trata.

¿ENTRAMOS EN UN ÁMBITO SUBJETIVO AL CATAR UN VINO?

Subjetivo es el catador. Cada persona tiene un gusto distinto y unos umbrales de detección de la variedad de elementos que componen un vino distinto. Pero aun así cada aroma, sabor y textura que notamos al oler o probar un vino está directamente relacionado con un compuesto químico.
Por ejemplo, el hexanoato de etilo da olores a manzana, banana, o el octanoato de etilo a piña, pera; o el fenilacetato de etilo que da aromas a miel o el decanoato de etilo a flores.
De casi todos ellos se sabe incluso hasta su origen, pueden ser variedades de fermentación (algunas cepas de levaduras aportan aromas específicos al vino) o de la crianza (dependiendo del tipo de madera usada en la elaboración de las barricas y su tostado).
Por tanto los descriptores y aromas que definen cada vino están basados en una serie de interacciones entre los elementos del vino y lo que percibe el catador, donde hay una parte subjetiva y otra objetiva.

¿HAY PAUTAS SOBRE EL AROMA QUE DESPRENDE UN VINO?

Sí, de hecho se dan premios a la Mejor Nariz, en los que los participantes no solo detectan qué aromas hay en el vino, sino que son capaces de sacar el nombre químico del compuesto e incluso llegan a decir su concentración en gramos por litro.
Sin duda, esta capacidad solo la poseen los sommelieres de una gran experiencia, pero nos da una idea de lo objetivo que se puede llegar a ser en el tema de la cata. Para los que no son expertos, los aromas que tiene el vino no siempre van a poder ser detectados, ya que pueden estar por debajo de nuestro umbral de detección.

¿CÓMO SE CONSIGUE EN EL VINO EL OLOR A FRUTAS?

Estos aromas suele venir porque los aporta la variedad: la uva no deja de ser una planta y también puede llegar a conseguir esos aromas por sí sola. También se consigue por el tipo de levaduras que se utilizan para fermentar, literalmente hay cepas de levaduras que aportan aromas a plátano.
En cuanto a la adicción de aromas, los enólogos lo que hacen es jugar con los coupages (que son las mezclas de vino). Por ejemplo, si hay un vino con una uva que no aporta aromas pero sí estructura o frescura, se puede mezclar con alguna variedad más aromática para que obtenga esos aromas afrutados.

EL VINO Y LA TEORÍA DE LA FASE LUNAR

Estas teorías son llamadas biodinámicas y no solo describen cómo que la fase lunar afecta a la elaboración del vino, sino cómo afecta a la fertilización y riego del viñedo, a los aromas que más se detectan en la cata durante esos días.
Esta teoría dice que dependiendo de la fase lunar hay que preparar un fertilizante que se hace metiendo distintas hierbas y plantas, o que hay que vendimiar en determinado día.
Como teoría no se ha comprobado su efectividad real pero sí es verdad que muchas bodegas lo llevan a cabo y les da resultado a la hora de venderlo.

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