LA OPEP MANTIENE LA PRODUCCIÓN
El petroleo en caída libre: camina a su peor mes desde la quiebra de Lehman
Aunque el mercado descontaba que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no iba a recortar su producción desde los 30 millones de barriles actuales para frenar la caída de los precios, la confirmación de estas sospechas sentado como un jarro a los inversores. Así, al desplome de ayer del 6% para el barril Brent, de referencia en Europa, hay que sumar otro 1,5% este viernes hasta los 71,56 dólares, su nivel más bajo desde 2009.
De esta manera, con una caída superior al 16,5%, todo apunta a que va a firmar su peor mes desde noviembre de 2008 cuando se dejó un 18% o, incluso, desde octubre de ese mismo año cuando el precio del petróleo se desplomó más de un 30% tras la quiebra de Lehman Brothers a finales de septiembre. También el Texas estadounidense está sufriendo la fiebre vendedora que se ha apoderado en el mercado y tras otra caída este viernes del 1% se vende en los 68,28 dólares, su nivel más bajo desde octubre de 2009.
La de ayer, en Viena, era una de las reuniones más importantes de la historia reciente de la OPEP. Sobre la mesa, una caída de los precios del petróleo en el año superior al 20%, un grave problema de sobreoferta, un descenso de la demanda como consecuencia del debilitamiento de la economía global y un país, Estados Unidos, cada vez más autosuficiente energéticamente con el descubrimiento de nuevas fuentes de extracción que amenaza con arrebatar a los viejos productores su papel de control en el orden mundial de producción de crudo.
Y ha pesado más este último fáctor. Los países de la OPEP han considerado que todavía tienen margen para aguantar los bajos precios actuales a cambio de mantener su control futuro sobre el mercado. La postura de Arabia Saudí, el mayor exportador del mundo, se ha impuesto a la de otros miembros como Venezuela, Ecuador o Irak, y el hecho de mantener la producción supone que los precios del oro negro seguirán bajando. Pero, ¿con qué fin?
La ecuación es sencilla. Las nuevas fuentes de extracción en EEUU, el shale gas y el shale oil –yacimientos que no se encuentran en las bolsas convencionales sino ‘enquistados’ dentro de bloques de rocas- son muy costosas y un barril en los 80 dólares o menos hace que su expotación por parte de las compañías no sea rentable. Los países de la OPEP lo saben. Por ese motivo, si mantienen los precios en los niveles actuales paran los pies a EEUU que amenaza con convertirse en el principal exportador de crudo en los próximos veinte años.
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