PIDE UNOS BANCOS MÁS SELECTIVOS CON EL CRÉDITO
El Bundesbank pide el contrato único y menor protección al desempleo en España
El presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann, ha insistido este lunes en Madrid en que España debe profundizar en la reforma del mercado laboral. Y ha lanzado dos propuestas concretas: el contrato único y una menor protección del desempleo, que se puede compensar con ayudas financieras para aquellos que se queden en paro. Asimismo, ha pedido avanzar en el ajuste de los sistemas de pensiones europeos y, respecto al sector financiero, ha pedido que sea más selectivo con el crédito para evitar una nueva crisis como la actual, provocada por los excesos de liquidez.
Durante su participación en la Convención Anual de la Asociación de Mercados Financieros (AMF), Weidmann ha reconocido las reformas adoptadas en los últimos años y ha destacado, por ejemplo, la reforma laboral española, entre las medidas que han permitido a los países europeos aumentar su competitividad. Sin embargo, ha añadido que, aunque esto es necesario para la prosperidad, "no es suficiente", ya que, en última instancia, depende de la productividad.
Así, ha defendido que el mercado laboral debe ser "flexible" y proteger "a los trabajadores en vez de los empleos", al mismo tiempo que permita a las compañías atraer los empleados cualificados que necesitan.Para ello, ha propuesto la adopción de un contrato único que acabe con la dualidad actual y la adopción de medidas en la línea de la llamada "fexiguridad", que reduzcan los elevados costes del despido, algo que puede mitigarse con un apoyo financiero a aquellas personas que pierdan su empleo.
En este sentido, ha subrayado que el elevado nivel de desempleo, especialmente entre los jóvenes, es una "tragedia en algunos países" como España y supone una razón más que suficiente para mejorar los mercados laborales. "La idea de una 'generación perdida' es económicamente indefendible y moralmente repulsiva", ha agregado.
También ha incidido en la situación del sector financiero, del que espera quesea más responsable que en el pasado en la concesión de créditogracias a las medidas de resolución que obligan a asumir pérdidas a accionistas y acreedores. De esta forma, no incurrirá en los excesos que llevaron a la crisis actual. Preguntado sobre si las nuevas exigencias regulatorias son un freno al crédito, como se queja la banca español, ha admitido que tienen impacto y que, cuantos mayores requisitos de capital, menor liberalidad para prestar. Pero ha añadido que estas normas no pueden ser una excusa para no dar crédito.
La política monetaria no basta
A su juicio, el mayor problema al que se enfrenta actualmente la eurozona son las "débiles previsiones de crecimiento" debido en gran medida a los ajustes macroeconómicos realizados, lo que, junto con la baja inflación, ha llevado al BCE a adoptar medidas de política acomodaticia "sin precedentes".
Sin embargo, ha recalcado que, aunque la política monetaria puede influir en la demanda en el corto plazo, no puede impulsar de forma permanente las perspectivas de crecimiento. Además, ha recordado que, desafortunadamente, tampoco puede hacerlo la política fiscal, aunque aún existe espacio para ajustes adicionales. Así, ha agregado que desde un punto de vista estructural la perspectiva futura "parece dejar mucho que desear", lo que se traduce no solo en una menor calidad de vida en el futuro y limitaciones presupuestarias, además del riesgo de volver a caer en tasas de crecimiento negativas.
En este contexto, ha incidido en que es necesario un incremento del crecimiento a medio plazo, lo que, en su opinión, ocurrirá únicamente si se hace frente de forma "decidida" a los actuales déficits estructurales. "Aunque la débil demanda juega un papel actualmente en esta situación, y es por lo que nuestra política monetaria es más acomodaticia que nunca, debemos hacer frente a los déficits estructurales y dar rienda suelta a la innovación e impulsar la productividad", ha remarcado Weidmann, quien ha insistido a redoblar los esfuerzos en este sentido.
En su opinión, estos aspectos son los "pilares" que juntos pueden tener el potencia de cambiar las perspectivas de crecimiento. De hecho, ha recordado que, según los cálculos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), este tipo de medidas tienen el potencial de incrementar el crecimiento un 15% en diez años.
En este sentido, añade que incluso algunas de ellas dejarían sentir sus efectos de forma inmediata, ya que las expectativas de unos mayores ingresos en el futuro incentivan una mayor inversión en el presente. Pese a todo, ha admitido que no existe una única reforma que sea una "bala de plata" y es necesario que se adopten más medidas no sólo con respecto al crecimiento, sino también en el marco fiscal de la eurozona.
En este sentido, confía en que si la eurozona se embarca en una amplia reforma como la que ha descrito, la unión monetaria no sólo seguirá cumpliendo con su promesa de mantener la estabilidad de precios, sino que podrá prometer también prosperidad.
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