La crisis de Gobierno que prepara Mariano Rajoy ha supuesto un toque de corneta para que los segundos niveles del equipo económico emprendan una nueva desbandada, equivalente a la que tuvo lugar hace ahora un año a raíz de la dimisión del antiguo secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre. La avanzadilla de los cambios que se avecinan en las próximas semanas tiene ahora sus más ilustres protagonistas en el director del Servicio Jurídico de la Agencia Tributaria, Juan Manuel Herrero de Egaña, y en la abogada del Estado del Ministerio de Economía, Gloria Calvo. Previamente, a principios de año, la plana mayor del FROB encabezada por su director general,Antonio Carrascosa, y el secretario de consejo, Alfonso Cárcamo, puso pies en polvorosa antes de que fuera demasiado tarde.
El epicentro que está provocando el movimiento de tierras en la Administración del Estado vuelve a estar situado en torno al ministro Luis de Guindos y la pretensión anunciada por el Gobierno español para que el máximo embajador exterior de la política económica se encarame a la presidencia del Eurogrupo con mando en la plaza de Bruselas. La competencia del holandés Jeroen Dijsselbloem está resultando dura de roer, pero si algo tiene claro el actual ministro es que su etapa en el Gobierno del Partido Popular está finiquitada, lo que, unido a la debacle electoral del 24-M, ha anticipado el fin de fiesta dentro de la Administración del Estado.
Los menos suspicaces consideran que la correlación no implica causalidad, pero es cierto que los últimos acontecimientos políticos han vuelto a poner en evidencia una especie de 'diáspora' dentro del sector público empresarial y también en el seno de los departamentos gubernamentales vinculados con el área económica. Los abogados del Estado y losexpertos financieros gozan de un mercado recurrente que les permite poner en valor su capacidad profesional y obtener contratos mucho más suculentos que los que ofrece el sector público. La perspectiva de un cambio político añade ahora un estímulo determinante para airear el currículum en busca de una más favorable expectativa de destino.
Algo así es lo que ha permitido a Herrero de Egaña pasar página a su etapa en la Agencia Tributaria para incorporarse sin solución de continuidad a la auditora Deloitte en calidad de socio del área fiscal. La salida ha sido comunicada al mismo tiempo que se hacía efectivo en el BOE el nombramiento de su sustituto, Diego Loma-Osorio, si bien el PSOE no parece dispuesto a que Hacienda cierre su particular crisis en falso y ha amenazado con solicitar la comparecencia del ministro Cristóbal Montoro para que explique las circunstancias de este relevo en sede parlamentaria. No hay que olvidar que el hasta ayer director jurídico de la AEAT rechazó a finales de 2013 la validez de varias facturas de la sociedad Aizoon, propiedad al 50% de Iñaki Urdangarín yla infanta Cristina, lo que apuntaba a un posible delito fiscal por parte de ambos.
Los cambios de Rajoy, al margen de su alcance real, generan dudas sobre el peso real que van a tener los ministros económicos en lo que resta de legislatura
Con menos polvareda se escribe la historia del fichaje de Gloria Calvo comosecretaria del consejo de administración de Bankinter. La que fuera vocal de la antigua Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), entre otros cargos públicos de relevancia, venía desempeñando hasta hace unas semanas su función como abogada de la Secretaría de Estado de Economía. Al frente de esta responsabilidad pública, Gloria Calvo ha tomado parte activa en elexpediente de la CNMV que concluyó con la multa por infracción muy graveimpuesta por Luis de Guindos al principal accionista de Bankinter, Jaime Botín. Por una vez, la teoría de las puertas giratorias no se justifica con ningún tipo de favor sino que más bien parece responder a la cualificación técnica de una profesional que se ha cansado de trabajar en la Administración del Estado.
Más o menos es lo mismo que le ha ocurrido a Beatriz Puente e Ignacio Carvajal, los dos baluartes en los que se ha apoyado José Manuel Vargas para llevar a buen puerto la salida a bolsa de Aena. Las restricciones de una privatización a medias y la consiguiente limitación de retribuciones en una empresa sometida al control del Estado han propiciado la salida de la directora financiera y el responsable de la relación con los inversores. El presidente de Aena se encuentra ahora con la difícil misión de recomponer su primer equipo de dirección aunque bien pensado, y en medio de la que se avecina, es fácil imaginar que la ministra Ana Pastor no lo tendrá nada fácil para retener en el cargo al hombre que ha conseguido situar entre los valores más atractivos del Ibex a una empresa que estaba prácticamente quebrada hace poco menos de tres años.
La voz de alarma al grito de 'sálvese quien pueda' resuena como un trueno dentro de un sector público estigmatizado en los tiempos que corren. La espantada de los llamados 'oficinistas' de la Administración del Estadoamenaza con causar furor en la segunda mitad del año, a medida que se acerque la gran cita electoral del próximo otoño. Hace poco más de un año, la convocatoria de nuevas plazas en las distintas representaciones diplomáticas facilitó un trampolín sobre el que dieron el salto cerca de 40 miembros de alta dirección de los ministerios de Economía y de Industria. El éxodo se repite ahora en circunstancias que realmente no resultan tan propicias, pero hasta los mayores obstáculos pueden superarse cuando es más firme la voluntad de salir corriendo.
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