24 horas de tira y afloja por un pacto que no gustaba a la FSA
El veto del partido al pacto de Oviedo empujó a López y a su grupo a un maratón de reuniones, llamadas, presiones e insomnio // Podemos negoció todo el día pero tomó la decisión al final
LUNES 15 DE JUNIO DE 2015
Antonio Masip
Nicolás Bardio
Las 24 horas que pasaron desde que la FSA vetó el pacto de Oviedo hasta que Wenceslao López fue designado alcalde de Oviedo se convirtieron en un auténtico maratón de negociaciones, presiones e insomnio que no se resolvió hasta la votación. La tensión llegó a tal extremo que alguno de los concejales socialistas abandonó el salón de plenos entre lágrimas. Habían llegado dispuestos a asumir su expulsión, porque iban a romper la disciplina de voto y respaldar a Ana Taboada, y salían convertidos en concejales del equipo de gobierno. "Han sido los dos peores días de mi vida", llegaron a comentar. La tensión generada ha resquebrajado confianzas internas que ahora la gestión diaria tendrá que restañar. A cambio, ha tendido puentes con Somos, para cuyos representantes la jornada del sábado también se convirtió en un carrusel de idas, venidas, llamadas telefónicas y decisiones contrarreloj. Optar por López fue una decisión generosa pero no fácil.
La historia del pacto comienza en realidad la noche del 24-M, cuando el PSOE de Oviedo recoge unos resultados electorales que reconoce malos y asume que el liderazgo de la izquierda lo tiene Somos, tanto en votos como en concejales. El grupo echa números y ve que salen las cuentas para modificar el equilibrio de fuerzas en el ayuntamiento. Es el único argumento que alivia su desazón por haber conseguido solo cinco representantes en una corporación de 27 concejales. Algunos miembros de la agrupación socialista (AMSO) hablan ya de lo huérfanos que se sintieron en campaña por el escaso apoyo mostrado por el partido.
Comenzaron a negociar a tres bandas --IU, PSOE y Somos-- y hubo sintonía desde el primer momento, tal y como sostiene un testigo de las conversaciones. Pero los socialistas pisaron el freno. Tenían un ojo puesto en Gijón y querían ser solidarios con sus compañeros de partido. De hecho, aseguran que el pacto se firmó 24 horas antes de la sesión de investidura pero podría haberse rubricado incluso días antes. Llegaron a pedir a Somos Oviedo que intercediese ante Xixón Sí Puede, algo a lo que Taboada y sus compañeros se negaron. "Se alargó por ayudar a los compañeros de Gijón, para presionar un poco", explican fuentes de la AMSO.
"Encerrona bochornosa"
Pero en Gijón rompieron y los socialistas ovetenses no podían esperar más. Firmaron el acuerdo horas antes de que la FSA convocara un comité autonómico para aprobar los pactos municipales en Asturias. "Lo que hizo la FSA fue una encerrona bochornosa", asegura un testigo. En el comité no se habló de ninguna alianza al margen de la de Oviedo. Lamenta que solo se les hubiera puesto a ellos en la picota y no a otros concejos en los que se ha votado con Foro o con Somos. Critica incluso la enrevesada pregunta que se presentó y que, al final, les ha dado suficiente margen de maniobra. La dirección socialista preguntaba si debía Wenceslao López presentar candidatura, lo que impediría que sus concejales votasen a Taboada. Ganó un sí aplastante, 159 frente a 15. Eso fue lo que hicieron y eso es lo que les ha permitido conseguir la alcaldía.
Wenceslao López llegó a la AMSO procedente del comité autonómico con sensación de derrota. Los testigos dicen que estaba hundido. La reunión de los cinco concejales se alargó hasta la una y media de la madrugada. Tres estaban dispuestos a seguir adelante sin el respaldo de la FSA y entregar la alcaldía a Taboada. Creían que era una cuestión de principios, que su obligación era arrebatar el gobierno al PP y propiciar el cambio. Pero dos mantenían la disciplina de partido. Si Wenceslao López no presentaba su candidatura votarían en blanco y todo el esfuerzo sería en vano, ya que el voto favorable de los tres ediles del PSOE, junto con los tres de IU y los seis de Somos no era suficiente para desbancar a Agustín Iglesias Caunedo. El grupo salió de la sede socialista dividido.
Durante esa velada larga y descorazonadora, López también marcó su número de contacto en Somos para comunicar a quienes horas antes se habían convertido en sus socios que el veto de su partido hacía imposible que Taboada llegara a la alcaldía. Fuentes de la candidatura popular confirman, sin embargo, que ya en ese momento el ahora alcalde y dos de sus compañeros de grupo estaban decididos a saltarse esa directriz y afrontar la expulsión a cambio de ser fieles a su palabra. Solo habría servido como un gesto. Los otros dos integrantes del grupo no estaban dispuestos a dar ese paso.
Última mañana
El encuentro a tres bandas celebrado a la mañana siguiente no sirvió para romper el bloqueo. La única alternativa era que Somos votara al PSOE, pero los integrantes de la candidatura de unidad popular no querían. Roberto Sánchez Ramos, el portavoz de IU, trató de conciliar posturas. En el baile DE llamadas, hubo incluso otras mediaciones de figuras destacadas de la AMSO, incluida la del anterior alcalde socialista de la ciudad, Antonio Masip, con buena relación personal tanto con López como con Taboada. Concejales consultados por ASTURIAS24 admiten que habían pasado la noche en blanco, que se sentían atrapados entre lo que creían un deber y la disciplina del PSOE. Llegó la hora del pleno sin una solución clara. Poco antes un alto cargo de la FSA volvió a llamar para recordarles que si apoyaban a Somos estaban fuera.
Los ediles de Somos, por su parte, dudaban. Sus relaciones con la cúpula de la FSA --a la que consideran una pata del muy comentado pacto del duernu para repartirse las instituciones asturianas con el PP-- son malas y la tentación de hacer el desplante es fuerte. Por otro lado, pesa la posibilidad de romper un periodo de 24 años con la derecha en la alcaldía, "una garrapata para la ciudad", en definición de uno de los concejales. Minutos antes de dirigirse al Ayuntamiento, se llega al consenso. Taboada se presentará como reconocimiento a sus votantes, pero no votarán por ella. Harán alcalde a López.
El resto es ya historia conocida. Somos decidió media hora antes cambiar los papeles y entregar la alcaldía al PSOE. No lo comentaron hasta que no llegaron al salón de plenos. Además, pidieron discreción a los confidentes. El acuerdo estaba prendido con alfileres, así que cuando Ana Taboada dijo que presentaba su candidatura, hubo quien aguantó la respiración. No era necesario. La decisión estaba tomada. Lo dijo Rubén Rosón, número dos de Somos y secretario general de Podemos, para explicar su voto: “Con el convencimiento de que Oviedo se merece una alcaldesa, voto a Wenceslao”. Ya el domingo, Rosón ha explicado que la personalidad y la actitud del alcalde inclinó la balanza. Quizá con otra persona no hubiera sido posible el acuerdo, pero el carácter del alcalde, descrito como una buena persona por los propios y por los ajenos, suavizó las aristas del cambio de opinión.
Las felicitaciones posteriores del partido fueron tibias. Un pronunciamiento oficial a los medios del partido y un tuit del secretario general, Javier Fernández. Ayer por la tarde, miembros de la agrupación socialista aseguraban que aún no se había producido una llamada directa oficial para felicitarles por lo ocurrido. "Creo que la ciudad se lo merecía. Somos ha tenido altura de miras y ha hecho un acto de generosidad innegable", insisten
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